Salimos por la mañana temprano de Galicia, de la provincia de Ourense más concretamente, con dirección San Vicente de la Barquera, que era la primera parada en nuestra ruta.
Con una pausa en el camino para que no se hiciese tan pesado llegamos a la hora de comer.
Tuvimos suerte y pudimos dejar la autocaravana en la zona del paseo marítimo, muy cerquita de donde empiezan las zonas de restaurantes y bares (Avda. Antonio Garelly).
No llevábamos anotado ningún sitio para comer así que sobre la marcha vimos las opiniones del primer bar que nos encontramos y como eran buenas, situado entre los mejores del pueblo, nos decantamos por el Bar Colon.
Recomendable totalmente, la comida muy rica. No irse de allí sin tomar unas rabas, estaban de muerte, y el resto de platos oscilaba entre los 9 y los 11€ (no tienen menú).
Enfrente de este bar están las letras de San Vicente de la Barquera, foto obligada por supuesto


Justo al lado del bar hay un túnel que atraviesa al otro lado del pueblo donde se encuentra un mapa que indica lo más destacable que ver. Si cogeis a la mano izquierda ireis hacia una de las entradas de la zona del casco viejo par comenzar con la visita.

Según vas pasenado te vas encontrando con todos los monumentos reseñables:
- La torre del preboste.
- La fachada del Hospital de la Concepción.
- La Iglesia de Santa María de los Ángeles (que tiene unas vistas espectaculares).

- Castillo y restos de la muralla (al cual no pudimos entrar por cerrar justo los lunes).

Este es un recorrido semicircular que te lleva a la otra entrada que hay a esta zona antigua del pueblo y que está muy cerquita del puerto, sólo hay que atravesar un puente.
Después de pasar un ratito por el paseo marítimo porque hacía muy buen tiempo volvimos a nuestra AC para poner rumbo al siguiente destino: Comillas.
Dejamos la AC aparcada y bajamos dando un paseo (largo) hasta el puerto pero mereció la pena por ver uno de los atardeceres más bonitos que recuerdo.

De camino se puede ver el famoso Cementerio de Comillas con su ángel exterminador, es impresionante.

Allí dimos un paseo, nos maravillamos con las vistas y cometimos el error de parar a tomar algo, ya caída la noche, el el Restaurante La Guardamuelles. El camarero (que creemos era el dueño) nos trató fatal, sólo le faltó escupirnos y echarnos de allí. Y viendo opiniones no somos los únicos ni se trataba de un mal día....
Luego, ya en el centro del pueblo, cenamos en la Cafetería los Castaños. Era uno de los pocos locales que nos encontramos abierto (a las 10 de la noche) y como habíamos comido tarde compartimos una sartén de patatas, gulas y gambas (11€) y una hamburguesa (9,5€).
Y nos retiramos hacia la AC para descansar ya que para ser el primer día no estuvo nada mal.
(En una etapa al final del diario pondré todos los sitios donde paramos con la AC y que tenía servicios de vaciado y llenado de agua para quien pueda necesitarlo)