El tercer día de nuestro viaje tocaba conocer Santander.
Hicimos noche allí, en un parking para caravanas un pelín alejado del centro de la ciudad, así que para irnos hacia el centro, donde teníamos un free tour reservado para las 11.30, lo hicimos en taxi.
El tour sale de la oficina de turismo de Santander situada en el Paseo de Pereda. Allí nos dejó el taxi y esperamos a que llegara la guía para proceder.
Terminamos sobre las 13.45 horas y, como en el tour ya vimos los más reseñable de la ciudad, comimos por el centro en el primer sitio que nos tuvo buena pinta para irnos a ver la Península de la Magdalena.
Para llegar allí también lo hicimos en taxi, la AC podía estar aparcada en el parking 48 horas y no queríamos moverla.
Para subir al palacio utilizamos el trenecito turístico (5€) que te va explicando cositas de camino y ya arriba paseamos disfrutamos de las vistas. No entramos, pero el precio es de 5€ por persona.

Luego, al bajar en el tren de nuevo, hace una parada en una zona donde hay focas y pingüinos y está marcado el horario de las comidas por si os interesa verlo.
Al terminar con la Península de la Magdalena, volvimos al centro de Santander y fuimos a visitar el refugio antiaereo. La entrada cuesta 3€, la visita dura sobre 45 min y me pareció interesantísimo. Sin duda recomiendo esta visita.

Hay una cosa llamada Anillo Cultural de Santander que engloba visitas a varios sitios anillocultural.com/ aquí encontrareis toda la info.
Y por último en Santander subimos al Centro Botín, que está situado justo en la zona de la oficina de turismo en el Paseo Pereda, para ver las vistas de la bahía que son increíbles.

Luego compramos un par de cositas en el súper y volvimos a pedir un taxi para volver a la AC y poner rumbo, antes de cenar, a Cabárceno, visita prevista para nuestro cuarto día por tierras cántabras.