Hoy nos toca visitar a primera hora el Museo Etnográfico de Cantabria. Situado en una casona de Camargo, fue un auténtico goze poder pasear los cuatro solos y el guía por las dependencias de la casa y los utensilios que había: de cocina, de labranza, de indumentaria, de mobiliario,la habitación del capitán Velarde... Si, Velarde, y es que la casona perteneció a la familia de Pedro Velarde. Aquí fue donde nuestros hijos consiguieron la medalla de aventurero cultural. Ya llevábamos 5 museos, dentro de los 19 que participan en este proyecto. El mínimo para conseguir esa medalla de aventurero cultural de Cantabria. En la finca que rodea la casona hay también un horreo y un humilladero. Contentos por la visita de la Casona y la medalla obtenida, emprendemos viaje a la localidad de Liérganes.




Liérganes, ya situado en el valle del rio Miera, uno de los famosos valles pasiegos, es un pequeño y bello pueblo de arquitectura popular y donde destaca su puente mayor y su leyenda del Hombre Pez. El protagonista fue un tal Francisco de la Vega, que nació en Liérganes en 1660 y, tras arrojarse al río Miera, desapareció en el Cantábrico. Cuentan que fue localizado años después, perdida la razón y el habla, en la bahía de Cádiz. Tras visitar el punto más importante y turístico de la localidad, toca pasear por sus callejuelas rurales, silenciosas y donde asoman casas señoriales muy bien conservadas. Algunas de alto poder adquisitivo... y entonces te preguntas ¿pero cómo es posible que haya aquí estas casas en un lugar tan rural? La explicación la tenemos en que aquí se construyó la primera fábrica de Artillería y municiones de España.



Tras la visita de Liérganes nos dirigimos a las Pozas de Rubalcaba, un lugar perfecto para almorzar y darse el primer baño del viaje en el rio. Y es que ya os habreís podido dar cuenta de ello, que si bien nos gusta visitar aquellos lugares más conocidos y turísticamente más atractivos, también nos gusta conocer otros menos conocidos pero igualmente muy atractivos. Para llegar a las pozas de Rubalcaba, se para al lado de la iglesia de Rubalcaba, se pasa por un puente de piedra que parece que no cogen los coches y que atraviesa el rio Miera, y que al otro lado hay una casa, pues siguiendo esa carretera ó camino, como a 500m estan las pozas. Se puede tirar uno desde las piedras ó desde un arbol, que esta preparado para ello con una cuerda. Hacía un poco de calor ese día pero.... ¡¡¡¡¡¡Que fría estaba el agua!!!!! Costaba mantenerse en las pozas más allá de 2 minutos, pero el sitio bucólico del lugar merecía el esfuerzo. Además, que mejor sitio para almorzar nuestro delicioso y merecido pic nic.


Ya por la tarde nos dirigimos a un nuevo lugar mitológico: el Parque de Mina Pepita, una antigua mina en Solares convertida en parque con seres mitológicos. Primera decepción del viaje: cerrado por reformas. Bueno, teniendo en cuenta que ya llevábamos doce días y esta era nuestra primera fallida visita, no nos molestó mucho. Así que como alternativa nos dirigimos a la Playa de Somo. Se trata de una lengua de arena de 3 km. de longitud por unos 400 m. de ancho frente a la ciudad de Santander. Allí nos damos un largo paseo mientras observábamos la bajamar. Y vuelta al apartamento. Otro día más en esta tierra que ofrece mucho.

