Invertimos la mañana en el viaje en coche desde Valencia hasta Murcia, llegamos a mediodía, nos instalamos en el hotel, comida, breve descanso, y por la tarde visita de la ciudad.
Empezamos el paseo por la G. Vía Alfonso X el Sabio, un amplio bulevar peatonal arbolado, animado y con terrazas.
Al final llegamos al primer sitio que queríamos visitar: Santa Clara. El Museo Santa Clara ocupa el ala norte del Real Monasterio de Santa Clara La Real, lugar donde residen en régimen de clausura las Hermanas Pobres de la Orden de Santa Clara. Se compone de 2 partes claramente diferenciadas: en la planta baja el palacio andalusí y en la primera el museo de arte religioso.
El conjunto pasó de ser residencia palacial de recreo de la nobleza islámica durante los siglos XII y XIII a edificio religioso y convento de clausura desde el siglo XIV.
En la planta baja están los restos del palacio de los emires musulmanes en los siglos XII y XIII., con arqueología andalusí, con restos arquitectónicos que incluyen maderas talladas y decoradas, zócalos con interesante labor de ataurique, yeserías talladas y pintadas, además de los restos de una cubierta de mocárabes.
Destacan escenas figuradas como la imagen de la famosa flautista (que representa a una mujer tocando el mizmar).
En el primer piso se vé un pequeño museo de arte sacro, pinturas, esculturas, documentos, etc.
Por desgracia, los restos decorativos conservados son sólo una mínima parte de los originales , aunque permiten hacerse una idea de la belleza del palacio.
De cualquier forma, y teniendo en cuenta que la visita es gratuita, no dudo en recomendarla a cualquiera que vaya a Murcia.
Enfrente vemos la casa Cerdá, y en seguida la plaza de S. Domingo.
Seguimos por la calle Trapería, la principal del centro histórico, y enseguida se llega al Casino ( entrada normal 5 €, reducida 3, hay visitas guiadas ) , el edificio mas visitado de la ciudad.
Empezado a construir en 1847, es una mezcla de las distintas corrientes artísticas que coexistieron en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Al traspasar la puerta se ven unas preciosas vidrieras, y el patio árabe, decorado al estilo neonazarí
se pasa a un patio interior que distribuye las distintas dependencias: el salón de baile, barroco y muy lujoso, la elegante biblioteca, y otras.
Desde aquí ya se observa, en una plaza al final de la calle, la Catedral. En principio causa una sensación extraña: una torre a la izquierda, muy ensanchada, y una portada no muy grande
Entramos y el interior no es de gran tamaño y sin mucho a destacar, tal vez una capilla lateral mas notable. Es de estilo en parte gótico y en parte barroco. Entrada gratuita.
Salimos por otra puerta y ahora sí, ésta sí es la fachada mas conocida de la catedral, barroca y con profusión de estatuas, estamos en la plaza del Cardenal Belluga, gran benefactor de la ciudad.
Al lado el Palacio Episcopal, con una fachada monumental, con pinturas que parecen deterioradas. Se puede entrar a ver el patio central, gratis.
En la plaza hay algunas bellas fachadas,
así como un edificio muy moderno que desentona completamente con el resto.
Y ahora nos dirigimos, por callejuelas peatonales - el centro histórico lo es casi en su totalidad - y cruzando por la G. Via Fco. Salzillo, hacia la conocida plaza de las Flores, una recóndita plazoleta llena de terrazas, muy popular para el tapeo.
Este fué el recorrido que hicimos por la ciudad la primera tarde. Lo completamos otras tardes, después de haber ido por la mañana a alguna población, lo cuento aquí para no dispersar la información.
Museo de Bellas Artes ( gratis ). Un pequeño pero agradable museo, 8 salas con artistas locales, no muy conocidos pero en algún caso estimables, también hay un Murillo, un Zurbarán y un Sorolla ( un retrato, alejado de su temática habitual )
Nos faltó el Museo Salzillo, pero no tuvimos tiempo.
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