Me levanto y me pongo en ruta como todos los días, hoy hace un sol radiante, sol que me acompañará en mi camino.

En el trayecto voy viendo algunas fortificaciones y en mis paradas siempre hay alguna mariposa revoloteando alrededor mía.


De camino a mi próximo destino, voy conduciendo y disfrutando de los paisajes, dejo atrás Cataluña y me adentro en Aragón. Nada más entrar a la Comunidad de Aragón, es como entrar a otro mundo, sus paisajes te absorben y te hacen embelesarte, cuidado con esto, porque te hipnotiza y puede haber algún accidente, yo no hacía nada más que parar el coche para hacer fotos, que paisajes tan brutales para cualquier amante de la fotografía o incluso de la pintura, son dignos de ser pintados.



Avanzo otro poquito con el coche y a pocos kilómetros tengo que volver a parar, no me resisto a dejar estos paisajes sin fotografiar, jajajaja. Aaayy, me da nostalgia ver a mi Citroën Cactus, cuantos kilómetros hicimos juntos y ya no está conmigo, le echo mucho de menos, hasta la fecha ha sido mi mejor compañero de viajes de cuatro ruedas, al pobre le dejé siniestro en un accidente donde volví a nacer, me salvó, y hoy puedo estar aquí escribiendo este diario, gracias a que supo hacer bien su trabajo con los airbag, frenos y demás, jajajaja.


En el recorrido vas pasando por algunos túneles excavados en la roca, como éste , el Túnel de Escales.

Llego a la Presa de Sopeira y hago otra paradita para ver el entorno y hacer algunas fotos. La presa se comenzó a construir en 1955 y se terminó en 1957. Además de su producción eléctrica, el embalse se utiliza para la pesca y distintas actividades acuáticas.


En las rocas se pueden ver algunas cavidades y erosiones.

El embalse es una preciosidad con su agua verde esmeralda.

Cojo el coche y me voy hasta el Monasterio de Santa María y San Pedro de Alaón, que se encuentra a las afueras del pueblo de Sopeira y con los farallones de San Cugat como telón de fondo. El monasterio está considerado una obra maestra del románico ribagorzano, es del siglo XI aunque con orígenes visigóticos. Fue declarado Monumento Nacional en el año 1931. El exterior está decorado con arquillos ciegos, lesenas, franjas de ajedrezados, y la portada, con crismón.

Fue un templo visigótico destruido en la invasión musulmana. El impulso de los condes de Tolosa elevó una nueva edificación monástica, alrededor del 810 bajo los cánones del románico imperante. El templo, ejerció en tiempos una gran influencia en la vida cultural, política y religiosa de la Ribagorza.





Sus tres naves están divididas por cuatro pares de pilastras cruciformes y dos columnas cilíndricas que terminan en un triple ábside semicircular decorado con distintos mármoles de colores blanco, rojo, gris y amarillo.


La vida monástica continuó de modo ininterrumpido hasta la desamortización de Mendizabal en 1836, quedando relegado el templo a la función iglesia parroquial del lugar de Sopeira.



Otro de los lugares a visitar en la localidad de Sopeira es su precioso embarcadero que dispone de una zona de recreo con pista polideportiva.



Accedes a él a través de una vegetación que lo circunda, y es fantástica, además contrasta mágicamente con las verdes aguas del embalse consideradas como salmonícolas.


Desde el embarcadero tienes unas fantásticas vistas a parte del pueblo.

El muelle me pareció un lugar muy romántico y fotogénico.

Desde el embarcadero de Sopeira se ven los impresionantes desfiladeros rocosos y bajo ellos, en la orilla de enfrente, algunos bancos donde pasar un rato agradable contemplando este maravilloso entorno.


Junto a la Piscina Municipal se encuentra esta fuente donde algunos lugareños estaban llenando sus botellas.


El pueblo son cuatro calles pero yo sólo vi una y no sé porqué, jajajaja, con lo que me gustan a mi estos pueblos pequeños y coquetos, eso sí, vi la más bonita, con rincones tan chulos como estos.



Mirar que maravilla de parral y bien cargadito de uvas, cogí unas pocas para probarlas, bien ricas que estaban, también cogí unas brevas, son las 14:15h y ya pica el hambre





Como habéis visto en las fotos, me quedo corta en palabras para describir este maravilloso lugar, sin duda, si vuelvo por la zona, le haré otra visita ya que me quedaron cosas pendientes. A ver si se tercia en los próximos meses
