Sobre las 12:00 llegábamos al parking de la ermita de la Virgen del Yugo, hermosa edificación con varios miradores desde donde se puede apreciar la llamada Bardena Blanca.

Nos dirigimos ahora al Recinto amurallado del despoblado de Rada, situado sobre una colina a 400 metros de altura, y por su ladera norte una gran caída al río Aragón.

Acceso muy estrecho para una autocaravana, pero logramos llegar.
Aparcar es otra de las sorpresas, tiene una muy grande pendiente, y luego para llegar hasta su puerta (la mayor parte del tiempo cerrada) es otra odisea.
Rodeando la muralla he podido descubrir el sitio para entrar al recinto que como he dicho estaba cerrado.
Sólo quedan las ruinas de la villa amurallada, la base del torreón del castillo y la rehabilitada ermita románica de San Nicolás que quedó en pie, todo ello formó parte del señorío de Rada durante los siglos XII y XIII.
Salimos de Rada y en pocos kilómetros llegamos al Monasterio de Santa María Real de la Oliva.

Aprovechando una hermosa sombra, en el parque delante del monasterio, nos preparamos a descansar y comer, luego pasmos a visitar lo que nos permiten.
El Monasterio está situado en la localidad de Carcastillo, (Navarra) y fue fundado en el año 1.145 por el rey Navarro García Ramírez llamado “El restaurador”.
Es uno de los edificios más relevantes del románico Navarro, que perteneció a la Orden del Cister, provenientes de Francia, una orden Monástica Católica reformada que marcó la historia por su espiritualidad, basada en una teología que exige, ascesis, paz interior y búsqueda de Dios.
En su majestuosa fachada, tiene una parte gótica y otra románica.
Fue construida en piedra sillar entre los siglos XII y XIII y a lo largo de la historia ha ido cambiando, según los tiempos y las nuevas maneras de construir, para sus reformas.
Su sala capitular es muy amplia como en todos los monasterios cistercienses para acoger a todos los monjes donde se reunían bajo la presencia del abad tras la misa de la mañana.
Debido al Covid19, no se puede acceder a su interior, tampoco al que fuera un muy apreciado restaurante dirigido por los monjes.
Tampoco podemos acceder a la que fuera destacable bodega, ésta se mostraba vacía y completamente abandonada.
Los monjes llevaban elaborando vino por más de 900 años y hacía algunos años habían retomado este proyecto, poseen 24 hectáreas detrás del Monasterio de las cuales 5 son de la variedad de uva Garnacha, con las que producen sus vinos.
En el resto de terreno cultivan Cabernet, Tempranillo y Merlot que vendían a otras bodegas.
Era el único monasterio de España en donde los monjes elaboraban vino, muchos otros monasterios tienen viñedos, pero venden toda la uva.
Las 5 hectáreas de Garnacha las recogen manualmente y son vinos artesanos que llevan el nombre de cada parcela, dándoles personalidad y autenticidad a su marca: María, la reina de la casa, Magdalena y Santa Teresa.
Ademas producen vino de misa y vino para el refectorio.
Después de un merecido descanso, continuamos camino para visitar el Castillo de Olite.

El casco antiguo de Olite, es muy bonito y freso, construcciones bien conservadas y la plaza que se encuentra delante del castillo, muy bonita e invita a tomarse algo en sus terrazas, cosa que hacemos ayudados por las temperaturas tan altas.


Visitas recomendadas en Olite:
Palacio Real y Torre de la Atalaya.
Santa María la Real.
Iglesia de San Pedro.
Plaza del Ayuntamiento.
Las galerías medievales.
las murallas.
Aprovechado el descanso en la terraza, de mi esposa y Zizou, mi yorshire, me dispongo a visitar el interior del castillo solo, (los perritos no pueden entrar).
Hay muchas dudas en cuanto a como llamar a esta edificación de Olite, castillo o palacio.
El nombre oficial es Palacio Real de Olite, ya que fue residencia de los reyes Carlos III el Noble y su esposa Leonor de Trastámara a finales del siglo XIV y principios del XV.
Sin embargo, popularmente se conoce como Castillo de Olite.
Un castillo es "un lugar fuerte, cercado de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones", mientras que un palacio es "una casa destinada para residencia de reyes", ya sea por su estructura como por su uso puede considerarse ambas cosas.
La visita es muy interesante, al pasar de sala en sala y poder acceder a las partes más altas, desde donde las vistas son magníficas.
El calor agobiante nos hace poner destino al camping de Olite.