


que bien podría estar en los campos de tulipanes de Ámsterdam, pero que descubrimos en
plena campiña rumana. Un lugar pensado para disfrutar con todos los sentidos.
Entrada: 40 lei
Flores cortadas: 0,50 lei cada una
Desde que cruzas la entrada, el entorno transmite calma, color y alegría. Los campos están
repletos de flores de temporada, y puedes recorrerlos con una cesta y tijeras en mano para
cortar tu propio ramo, como si formaras parte del paisaje.
El espacio está dividido en varias zonas:
Una área de foodtrucks con propuestas locales muy apetecibles
Un pequeño escenario con música en directo, donde ese día sonaba un piano en vivo
que aportaba una atmósfera mágica
Una zona chill-out con pufs ideal para tumbarse y ver el atardecer sobre los campos en
flor
Y una pequeña granja con animales, perfecta para familias o simplemente para añadir
un toque más campestre a la visita
Muy romántico, ideal para parejas, pero también encantador para ir en grupo, en familia
o simplemente si te gusta estar rodeado de naturaleza, flores y buena energía.
Consejo: Si hace sol, no hay mejor plan . Pasear entre flores con música de fondo y el
cielo dorado del atardecer.