¡¡Qué lastima me da ver que Marruecos es para alguno(s) un destino de turismo sexual!!
La verdad, hace unos días que lei ese mensaje, y si no he intervenido antes es porque me temo que no iba a hacerlo con la elegancia que lo haces tú.
Y, por otro lado, porque no pienso que sea este foro el adecuado para buscar ese tipo de información. Al menos yo, cuando he dado algún tipo de referencia, ha sido porque he visto gente normal, en situaciones normales, que andan un poco despistados sobre la realidad social de este país, y en el intento de evitarles situaciones desagradables.
También es conocido que Tánger, entre otras cosas, dispone de una amplia oferta de servicios sexuales de todo tipo, vicio ..... el que quieras, pagandolo, claro. Pero es un mercado que yo, aunque vivo aquí, ni frecuento, ni me interesa, y la poca información de que pudiera disponer, me llega de terceros. Y además de todo ... me averguenza profundamente.
Y que no se piensen estos visitantes que pasan desapercibidos .... es una especie más que conocida, fuente de ingresos que se explota a fondo ... y encima se les ve desde el avión.
Sugiero que busquen en Google, seguro que en algún sitio se comparte información de este tipo.
Rabat, 6 nov (EFE).- El atentado fallido contra un restaurante lleno de extranjeros en la ciudad de Larache ha permitido a Marruecos respirar aliviado y continuar sintiéndose la excepción en el mundo árabe, pese a que en su suelo se suceden los desmantelamientos de células terroristas.
Los medios marroquíes se han mostrado reacios a calificar de "terrorista" el ataque de ayer, pero los testimonios recabados por Efe en distintas fuentes en Larache (norte del país) dejan claro que el agresor, un hombre de 36 años, no era un desequilibrado mental y había sufrido últimamente una radicalización religiosa.
Al mediodía de ayer, cuando el restaurante Al Juzama, en la céntrica avenida Mohamed V, se encontraba lleno de extranjeros que habían llegado en dos autobuses, el individuo, identificado como Omar Yibari, rompió un cristal del local y arrojó una bombona de gas que no llegó a explotar, así como varias botellas cargadas con gasolina y con una rudimentaria mecha.
Al parecer, su nerviosismo o su impericia no le permitieron encender un mechero que llevaba y con el que pretendía prender el material inflamable.
Fueron los camareros del propio restaurante los que comprendieron que Yibari tenía intención de matar, comenzaron a lanzarle platos hasta tirarlo al suelo y luego golpearlo hasta dejarlo malherido; más tarde, la policía llegó y se lo llevó al hospital, donde supuestamente se recupera.
La versión oficial afirma que el individuo "pretendía quemar el establecimiento", sin mencionar el hecho de que los clientes fueran extranjeros.
En Larache, una ciudad que queda fuera de los circuitos turísticos clásicos, el turismo es escaso y suele reducirse a grupos llegados del vecino Tánger para pasar el día sin pernoctar, limitándose la visita a un circuito por la medina y un almuerzo en uno de los pocos restaurantes preparados para recibir a grupos.
Un atentado similar contra un grupo turístico sería mucho más difícil en Marraquech o en Rabat, donde, además de la presencia policial, son habituales los servicios de seguridad privados, pero en este sentido Larache es lo que podría calificarse "un objetivo blando".
En los últimos años se han producido en Marruecos varios incidentes aislados de agresiones a turistas, presentados siempre como la obra de algún alienado: así sucedió el 4 de octubre de 2016, cuando una turista holandesa y sus dos hijos fueron agredidos con un puñal en las cercanías de la Gran Mezquita de Hasán II de Casablanca. El agresor fue presentado como "un desequilibrado".
Ese mismo mes, en la medina de Fez, otra turista holandesa fue apuñalada en las nalgas por un individuo que alegó una motivación sexual y al que el delito le costó una pena de cuatro años de cárcel.
En todos esos casos y otros similares, la pista del terrorismo es descartada de inmediato por las autoridades, principalmente para no crear alarma en un país en el que el turismo representa aproximadamente un 12 % del PIB gracias a sus diez millones de visitantes anuales.
Sin embargo, y a juzgar por el número de células terroristas desarticuladas en el país (cerca de cincuenta en dos años y medio), el riesgo de atentados es considerable: prácticamente en cada desmantelamiento, las autoridades sostienen que los terroristas detenidos tenían en su punto de mira al turismo entre sus objetivos potenciales.
El terrorista de Larache, un vendedor ambulante de 36 años, con... Leer más ...
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