Hola, compañer@s.
Hoy me llegó a mi bandeja de un correo una encuesta de calidad de la agencia Horizonte Paralelo tras haber recibido algunas quejas de clientes. Sé por experiencia propia, que a veces, las redes sociales son muy injustas ya que solo nos preocupamos de comentar hechos negativos, cuanto estamos dolidos, mientras que obviamos los aspectos positivos de la experiencia, la cual casi nunca se comparte. Por esta razón, voy a invertir 5 minutos de mi vida para contaros mi grata experiencia con esta agencia y sus profesionales.
Por si no queréis leer mi super parrafada kilométrica que viene a continuación, os lo resumo en este párrafo: si buscas un viaje alternativo, único y económico pero con alta calidad en sus servicios, un viaje en el que tú formas parte de su propia organización, donde todos sumamos y con libertad para que realices el viaje que tú sueñas, sin duda ésta es tu agencia. Si buscas comodidad con traslados en bus de la puerta de un hotel al siguiente y hoteles de ensueño y guías oficiales, horarios y paradas relámpago para hacer fotos a los monumentos sin vivir el país, hay miles de alternativas que todos sabemos cuáles son y que a nadie le costará encontrar. A mí, personalmente, me gusta más vivir las aventuras desde dentro y a mí manera.
Mi primer viaje lo realicé a China con Ruth en grupo, después con Salma a Japón también grupal y por último, con mi familia en privado a Edimburgo, organizado por Alejandro.
CHINA: Ruth no había estado antes en el país y consiguió que nuestro viaje fuera un aventura llena de emoción y de vivencia en la que todo el grupo participó y los 9 viajeros nos convertimos en una familia. Yo viajaba sola pero terminé el viaje con 8 amigos. Lo que más me gustó del viaje es lo íntimo y personalizado que fue, ya que cada día éramos nosotros quién decidíamos todo: qué hacer, por dónde empezar, a qué hora, etc. Se me ocurrió la idea de hacer un curso de cocina y Ruth lo consiguió inmediatamente, ¡fue una experiencia inolvidable! Ruth fue una viajera más, compartimos las largas horas y noches del tren, las cervezas y charlas, disfrutó del viaje y ello nos hizo disfrutar aún más a nosotros.
El trasporte público es mucho más lento que Japón pero ello nos permitió mezclarnos con los autóctonos en su día a día lo que personalmente me compensó con creces la experiencia.Además,los hoteles estaban muy bien ubicados y algunos con alguna sorpresa como encontrarnos una cama de 4 metros para las 3 chicas todas unida, dormimos genial y sin rozarnos ni siquiera. En resumen, nos sumergimos en la verdadera cultura japonesa y nos llegamos a sentir como en casa.
JAPÓN: Al finalizar el viaje, le dije a Ruth que mi deseo para Japón era volver a viajar con ella, pero viajaba a Cuba y yo ya había estado, por lo que me presentó a su compi Salma, asegurándome que la experiencia iba a ser igual o incluso mejor que la de China. Una gran persona y mejor profesional, con su corta edad había estado ya en medio mundo y su improvisación me enseñó una lección que me guardo para siempre, no importa que las cosas se tuerzan, siempre hay una salida y un porqué.
Recuerdo en Hiroshima pusimos el GPS para ir a comer Okonomiyaki, plato típico del lugar, era un edificio de 4 plantas y no lo encontramos y en el camino descubrimos otro donde finalmente cenamos. Fue toda una experiencia culinaria en todos los sentidos, era un local lleno de japoneses y los dueños súper amables. Al día... Leer más ...