De camino a Agra desde Jaipur hice una visita a la ciudad de Fatehpur Sikri. La entrada cuesta 610 INR y además llevé guía en español que previamente había contratado al conductor con el que estaba haciendo el recorrido.
Desde donde se compra la entrada se sube uno en unos coches eléctricos para subir hasta la entrada a Fatehpur Sikri, ya que queda algo lejos. Creo recordar que eran 30 o 40 INR.
La ciudad es extensísima y la visita se divide en dos partes: las dependencias del palacio real y la mezquita. Aún no sé cómo fue posible hacer el recorrido en 2 horas, bueno, sí, corriendo detrás del guía
Todo el palacio real está construido en arenisca roja y nuevamente la decoración con la arenisca tallada es fantástica. Se visitan salas como el claustro de las audiencias públicas del emperador (Divan-i Am), la sala de las audiencias privadas o Divan-i Khas, que me pareció uno de los lugares más bonitos (un edificio de dos plantas con pabellones en las esquinas en la planta superior), la Torre del Viento o Panch Mahal (una pirámide de 5 plantas degradadas), el estanque o Anup-Talao, en el centro del patio, uno de los lugares más llamativos para hacer fotos, el palacio privado del emperador o Mahal-i Khas.
También llamativo el palacio de Jodha Bai en la zona femenina, o el palacio de Birbal, construido para la hija de Raja Birbal, el poeta que recitaba versos a Akbar III. Junto al palacio se encuentra el llamado patio de las caballerizas.
Con esto terminó la visita de la parte palaciega. Un poco complicado hacer fotos sobre las 3 de la tarde por el sol.
De aquí seguimos hacia Jama Masjid, la segunda mezquita más grande después de la de Delhi. Aquí fui sometido a una gran insistencia y persecución por parte de algunos vendedores, que me seguían con todos sus collares
Mi estrategia de ignorarlos no daba mucho resultado. Se dejan los zapatos fuera y te los cuidan por 10 INR. Ya de entrada, espectaculares las dos puertas de acceso a la mezquita, sobre todo la principal, puerta de la victoria o Buland Darwaza.
Dentro, el patio es enorme, recorrido por una galería decorada en la parte superior con pequeños chhatris. Hay un mausoleo en mármol blanco dedicado a Salim Chishti, el santo que veneraba Akbar. Se puede acceder al interior y ver el trabajo de celosía de la pared. Hay al lado otro mausoleo, éste de arenisca roja, dedicado al nieto del santo favorito de Akbar. Por fuera es destacable la gran cúpula central y la hilera de pequeños chhatris que rodea el edificio en la parte superior.
A todo esto, el guía que llevaba tenía obsesión por hacerme fotos en cada lugar y en varias posiciones a ser posible. Un poco frito me tenía ya.
En definitiva, se trata de un lugar que no hay que dejar de visitar en una ruta hacia Agra.