Ya de vuelta, os comento mis experiencias culinarias en Estambul:
- El tan mencionado
ENJOYER (Divanyolu Caddesi, Ticarethane Sok. Nº 21/A) se lleva nuestras 5 estrellas
La relación calidad/precio y la amabilidad de sus empleados, el que te hablen en tu idioma, que sea un lugar agradable y céntrico... Lo tiene todo. Repetimos dos veces y las dos salimos encantados. Nos comimos el 2º día un entrecot de ternera a la piedra que quitaba el "sentío".
-
La Casa de la Medusa: muy bonito, se come bien, precios medios... Pero cuidado con la cuenta porque al final no coincide con lo que pone la carta, al menos a nosotros así nos pasó. Salvo eso, un buen lugar para pasar un rato agradable. De todo lo que nos pusieron, el surtido de mezzes fue lo mejor.
-
Konak Café, cerca de la torre Gálata: lo mejor es la terraza con las vistas. No comimos allí, solo tomamos una limonada, pero tenía platos turcos y no parece que estuvieran nada mal. No tienen alcohol.
-
Guney Restaurant (Sahkulu Mahallesi, Sahkapisi Sk 2/B, 34421 Beyoglu). No está mal, tiene comida europea y turca, opciones veganas, pasta… Hay cerveza y está al lado de la torre Gálata (si comes en la terraza de la calle estás viendo la torre). Precios medios para Estambul, baratos para nosotros.
- En el puente Gálata hay muchísimos restaurantes y todos ellos tienen un "relaciones públicas" en la puerta tratando de convencerte de que su local es el mejor. Nosotros huíamos de la música estridente que había en casi todos y del bailoteo con los guiris, por lo que optamos por cenar en el
Restaurante “Marinero” y estuvo muy bien, buenos precios, carta en español y con fotos, cerveza rica... Lo recomiendo.
-
Karadeniz Aile Pide & kebap Sofrasi” (calle Emin Pasa Sokak), una de las bocacalles de Divanyolu Cad. Repleta de restaurantes donde todos intentan que entres al suyo. En éste, también. Nada del otro mundo, el típico restaurante de comida turca para turistas, precios normalitos, comida normalita... Para matar el hambre entre tus visitas y descansar un poco puede valer, pero para disfrutar de una buena comida, no. Tampoco tienen alcohol.
-
Duran Pide Kebap, junto a la puerta 1 del Gran Bazar, es el típico restaurante para guiris donde pides una cosa pero te sirven otra, la que al restaurante le interese más. No lo recomiendo, te montan el numerito de aplaudir y formar follón cuando partes el cacharro de barro con el estofado, bromean contigo... Pero la comida no vale nada, la limpieza deja que desear... Cuando vayáis por el Gran Bazar no caigáis en la tentación de comer en los restaurantes que hay junto a sus puertas.
-
Filizler Koftecisi Kiz Kulesi (MH.Haren, Sahil Youlu Cd. Nº 41, Kiz Kyulesi, Karsisi, Uskudar), en la parte asiática, frente al bar de las alfombras y a la torre de la doncella, con vistas preciosas, sin alcohol pero una comida muy, muy buena y a unos precios de risa. Éste es el que se lleva nuestras 4 estrellas (si llega a tener cerveza se las duplico
)
-
Dudika Cafe Restaurant, Balat, Çiçekli Bostan Sk. 6E. Aquí comimos como último recurso después de dar un montón de vueltas sin encontrar otro sitio mejor, cansados y a las 4 de la tarde. Es el típico restaurante-café turco, sin alcohol, con comida tipo kebab, válido para tomar algo sin pretensiones pero nada más. De precios, como todos: normales allí y barato para nosotros.
-
Cafetería Pierre Loti, imprescindible sentarse allí un rato a disfrutar de las vistas espectaculares sobre el Cuerno de Oro. No comimos allí, pero se puede hacer si os pilla arriba la hora de la comida.
Por último, os comento algo que tal vez pueda ser útil: algunos miembros de nuestro pequeño grupo tienen determinadas intolerancias alimentarias y, ante lo que pudieran encontrarse en Estambul (desconocíamos si serían comidas muy especiadas o si habría opciones para todos los estómagos) habíamos echado en la maleta jamón y algunos ibéricos al vacío. Eso nos salvó de los malos desayunos en el hotel y nos permitió que, comprando pan -las riquísimas rosquillas con sésamo-, aceitunas, fruta, cerveza... Improvisáramos una cena-picnic en la terraza de la habitación un día que estábamos muy cansados.
Recomiendo llevarlos: pesan poco, se pueden transportar en la mochila durante tus visitas y te pueden salvar de un apuro. Además, si finalmente no los necesitas, los vuelves a traer a España y ya está.