Aquí les dejo un reportaje que leí en las Revista del Domingo en Viaje del Diario El Mercurio de Chile
El lujo según Suiza
1 MONTREUX.
Alma musical
Si ya Suiza parece una postal, con paisajes perfectamente limpios, quietos y ordenados, Montreux, sin duda, debe de ser unos de sus rincones más idílicos. Ubicada justo frente al lago Ginebra (también llamado Lemán), esta ciudad es especialmente famosa por su festival de jazz, uno de los más importantes del mundo (
www.montreuxjazz.com), pero siempre ha sido un destino apetecido. Desde sus orígenes, cuando era lugar de descanso de reyes y príncipes y, más tarde, como destino para innumerables artistas y personalidades. Uno de sus ilustres visitantes se recuerda con una fotografiada estatua en plena costanera de Montreux, un paseo lleno de flores, con quioscos y restaurantes a un lado y notables vistas al lago y las montañas: es Freddie Mercury, el vocalista de Queen, quien pasó temporadas viviendo aquí, grabó varios de sus discos e incluso llegó a decir que Montreux era el lugar para "hallar la paz en tu alma".
Aparte de caminar por la costanera, conocer el cercano pueblo de Vevey -donde está la fábrica de Nestlé y el Alimentarium, un interesante museo de la alimentación (
www.alimentarium.ch)-, o tomar un tur a Gruyère -donde se fabrica el famoso queso homónimo- esencial en Montreux es visitar el castillo de Chillón, situado sobre una isla rocosa en la ribera del lago. Construido a partir del siglo 12, Chillón es una sorprendente muestra de cómo se vivía en la Edad Media: están la cama y los baños de los reyes, los salones de fiestas y de esas clásicas cenas pantagruélicas que uno asocia a las películas de época, los calabozos, las torres de vigilancia, los juegos de armaduras y hasta las salas de tortura. Imposible aquí no sentirse como en la época de William Wallace. O de Robin Hood.
El hotel: Le Montreux Palace es uno de los hoteles más famosos del mundo. Aquí han dormido desde Vladimir Nabokov (tiene una suite en su nombre) hasta Gorbachev y todas las estrellas del festival de Montreux: BB King, Miles Davis, Lionel Ritchie, Eric Clapton y, por cierto, Freddie Mercury. Fue construido en 1906 sobre el antiguo Hotel du Cygne y su arquitectura es una joya de la Belle Epoque, con cuartos, ambientes y salones que, literalmente, parecen un palacio. Sólo recorrerlo es una experiencia. Referencia dobles, desde 342 euros.
www.montreuxpalace.ch
Sepa más: montreux.ch
2 INTERLAKEN.
Entre lagos y montañas
El nombre no puede estar mejor puesto: Interlaken está ubicada precisamente entre dos lagos, el Thun y el Brienz, y es uno de los destinos turísticos más visitados de Suiza. Aquí es posible encontrarse con la más icónica de las postales del país, ésa de praderas verdes y casas de madera en las faldas de los cerros. El paseo clásico de Interlaken consiste, justamente, en subir a su cumbre principal -el monte Jungfrau (4.158 m) y su imponente glaciar Aletsch- utilizando un tren con ruedas dentadas que conduce a la estación de ferrocarriles más alta de Europa; y desde allí llegar a pueblos como Grindelwald, donde funciona uno de los resorts de montaña más famosos de los Alpes.
Interlaken, también, es un destino mítico entre los alpinistas: la cara norte del Eiger (3.970 m), otro de los picos de la zona, es una pared vertical de 1.500 metros que muchos llaman "pared asesina", pues ha cobrado la vida de al menos 66 escaladores. Por cierto, hasta el día de hoy se sigue considerando un gran desafío y se realiza sobre todo en invierno, cuando la roca se fortalece con el hielo (en verano es muy quebradiza).
El hotel: el lujoso hotel Victoria Jungfrau tiene 212 habitaciones y un spa dividido en dos: el ESPA, que aparte de terapias clásicas ofrece rituales a medida: se puede elegir el tipo de masaje y la zona específica, la luz de la sala, la música, etcétera; y el Sensai Select Spa, un recinto ultra privado, de inspiración japonesa y terapias que utilizan productos de la marca Kanebo. Referencia dobles, desde 488 euros;
www.victoria-jungfrau.ch
Sepa más: interlaken.ch
3 LAUSANNE.
Tradición y modernidad
También frente al lago Ginebra, y también frecuente refugio de ilustres (la lista es larga: Charles Chaplin, Coco Channel, Rita Hayworth, entre muchos otros), Lausanne es otra joyita de la Riviera suiza, con esa notable mezcla de modernidad y tradición que identifican a este país. Es cierto, uno camina por las empinadas callejuelas del centro y, así como va viendo pasar sofisticadas relojerías, joyerías de precios exorbitantes, tiendas de marcas internacionales y hombres y mujeres caminando en elegantes trajes de diseño, se encuentra también con edificios, catedrales y construcciones con siglos de historia.
Por ejemplo, siguiendo la neurálgica rue de Bourg, entre fachadas de antiguas casas de nobles, se llega al hotel de Ville, donde Mozart ofreció dos conciertos en 1776, cuando sólo tenía 10 años. Muy cerca de ahí aparecen tiendas como el atelier de los hermanos Jobin (Rue de Bourg 17), famoso por sus exclusivas joyas que diseñan allí mismo, en su propio taller.
Uno de los mayores hitos turísticos de Lausanne es su catedral de estilo gótico, a la cual se llega subiendo exactos 232 escalones de la llamada Escalier Du Marche. La imponente construcción data del siglo 13 y, entre sus múltiples detalles, tiene uno que a los suizos les gusta repetir: por más de 600 años, el reloj de la torre no ha dejado nunca de anunciar la hora.
El hotel: El Lausanne Palace es otro ícono de la ciudad: las personalidades que vienen a Lausanne siempre alojan aquí. Además, tiene uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad, La Table D'Hôtes, con sólo una mesa para seis comensales en plena cocina del hotel y, desde luego, un sofisticado spa de inspiración y decoración india, con terapias basadas en la medicina ayurvédica. Referencia dobles, desde 398 euros;
www.lausanne-palace.com
Sepa más: lausanne.ch
4 ZÜRICH.
La gran ciudad
Aunque Zürich luce como una gran urbe europea, sorprende saber que no tiene más de 400 mil habitantes, y las dimensiones perfectas para recorrerla a pie o en tranvía. Lo clásico es partir por el Kreis 1, el casco histórico, siguiendo la Banhhofstrasse, junto al río Limmat. Por allí, pasando diversos restaurantes y cafés, se llega a finísimas chocolaterías como la clásica Sprüngli (Bahnhofstrasse 21;
www.spruengli.ch) y, luego, a sitios como Lindenhof, el punto más alto de la ciudad.
Si tiene más tiempo, esencial es partir al Kunsthaus, uno de los museos de arte más importantes de Europa (en mayo está presentando una completa exposición del escultor y pintor Alberto Giacometti,
www.kunsthaus.ch) y, a la noche, explorar uno de los barrios de moda, Zürich West, donde afloran restaurantes onderos y tiendas de diseño como Freitag (Geroldstrasse 17;
www.freitag.ch), que vende bolsos y accesorios hechos con materiales reciclados. Otra buena opción tiene valor histórico: cenar en el Hiltl (Sihlstrasse 28;
www.hiltl.ch), el primer restaurante vegetariano de Europa. Existe desde 1898, pero su decoración es moderna y sofisticada y su carta, tan extensa y variada como su clientela. Aparte de ensaladas, aquí hay platos de inspiración india, tailandesa, mexicana, italiana y mucho más.
El hoteL: recientemente renovado por el arquitecto Norman Foster, el Dolder Grand está sobre una colina y tiene una parte histórica y tradicional (el hotel original data de 1899 y una de sus suites está inspirada por el maestro clásico Herbert Von Karajan) y otra ultra moderna y robotizada, con pantallas LCD hasta en el baño y controles remotos que manejan luces y cortinas. Con 173 habitaciones, uno de los cuartos más taquilleros es la Suite 100, inspirada en los Rolling Stones y en el 100 Club de Londres, y que está diseñado con tonos negros y rosados. El spa tiene 4 mil metros cuadrados, combina terapias europeas y japonesas y utiliza productos La Prairie, Kerstin Florian y Kenzoki. Referencia dobles, desde 562 euros;
www.thedoldergrand.com
Sepa más: zuerich.com
Datos prácticos
* Swiss (
www.swiss.com) vuela directo a Zürich.
* Para este recorrido, que implica moverse en tren entre todas estas ciudades, ideal es comprar el Swiss Pass: permite utilizar todo el transporte público del país por un valor único (
www.swisstravelsystem.ch/en).
* Más información de Suiza en
www.myswitzerland.com
5 WEGGIS.
El pueblo de Mark Twain
Cuando llegas a Weggis, frente al lago Lucerna, lo primero que escuchas decir tiene que ver con el benéfico microclima de este lugar. Y es cierto: en Weggis corre un viento cálido -aquí lo llaman föhn- y se respira un ambiente pueblerino cuyo silencio a veces sólo es interrumpido por el busecito verde -similar a esos de jardín infantil- que lleva a los turistas desde el muelle hacia alguno de los hoteles del lugar.
Favorito del escritor estadounidense Mark Twain, quien alguna vez dijo que éste era "el lugar más encantador donde hemos vivido para el reposo y el descanso", Weggis es un pequeño pueblito vacacional frecuentado por suizos -y uno que otro extranjero- que vienen en busca de paz y tranquilidad. Su mayor hito turístico es el monte Rigi (1.800 m), al cual se puede llegar en teleférico y que ofrece una variada gama de actividades: en invierno cuenta con pistas de esquí y, en verano, 100 kilómetros de senderos para trekking (la ruta más famosa es la que va en tres horas y media desde Weggis hasta la cumbre Rigi Kaltbad, a 1.453 metros) y, también, la posibilidad de navegar en barcos a motor (de ésos donde se ve la rueda entrando y saliendo del agua). ¿Un destino esencial desde aquí? La ciudad de Lucerna, a sólo 45 minutos.
El hotel: aunque no es de lujo, el Hotel Alexander es el único cuatro estrellas de Weggis y está manejado por Petra y Christian Hasler, un acogedor matrimonio suizo. Cuenta con spa y distintas terapias con productos naturales traídos de los Alpes. Su restaurante, de excelente cocina, fusiona preparaciones suizas, alemanas y francesas. Referencia dobles, desde 225 euros.
www.alexander-gerbi.ch
Sepa más: weggis.ch