Hace unos días volví de Kiev y nosotros estuvimos del 5 al 9 de enero, pero este último sólo cuenta como día de viaje de vuelta, ya que nos fuimos del hotel a las 10:30 hacia el aeropuerto.
Así que como tal estuvimos desde el 5 por la tarde (llegamos al hotel sobre las 15:00), el 6, 7 y 8. El 7 nos fuimos a Chernobyl (gran decisión, recomiendo este tour sí o sí) con lo que días enteros estuvimos el 7 y el 8.
Lo que "hay que ver" se ve de sobra, amanecía a las 8 (hemos salido siempre del hotel sobre las 9) y a las 16:00 ya era de noche; nos dio tiempo de sobra para ir a los mercadillos a tomar vino caliente, a una craft beer a probar cervezas artesanales y a chafardear en supermercados y tal. Si se va con días más largos, más tiempo aún para callejear sin prisas.
Teniendo en cuenta que tiene unas hermosas cuestas que con nieve y hielo ha sido muy divertido subirlas y bajarlas, y era tal el nevazo que tampoco podíamos ir corriendo, me he venido satisfecha con lo que hemos visto.
Es una ciudad realmente bonita, que como a todos, nos sorprende que así sea. Sí considero que merece la pena para tres, o cuatro días para hacer la excursión a Chernobyl, mucho mejor.
Para mí ha hecho un tiempo delicioso, todos los días menos el último ha nevado, estaba todo precioso, el río congelado...de máxima el primer día -4, el segundo -5, en Chernobyl -6.5 y el último fue el más frío, salió el sol y no nevó (sólo un ratín que se nubló), salimos del hotel a -13 y subió lo más a -9. Por fin he tenido unas navidades blancas!
Cosas: nos alojamos en el Summit Apart Hotel. Recomendable al 100%. Situación inmejorable, al lado de todo en pleno centro; estudio enorme con cocina bien equipada, cama muy cómoda, muy calentito, wifi, recepción las 24 horas...Dos estaciones de metro al lado, Teatralnaya (línea roja) y Zoloti Vorota (línea verde) que enlazan directamente con el SkyBus del aeropuerto, fue el transporte que usamos para ir y volver.
Comer no comimos en ningún sitio a destacar, el día que llegamos veníamos comidos del avión y cenamos en el Craft Beer TapHouse by Collider. El día siguiente una pizzería que encontramos cerca del mercado, antes del GUM, teníamos ya hambre y entramos ahí mismo. Dos pizzas muy ricas con medio lito de cerveza cada uno, ni 8 € al cambio...
. Esa noche cenamos en el estudio para probar el "salo" que se compró mi marido en un supermercado (no me gustó nada, a él sí) entre otras cosas, y más cerveza artesanal del súper. El último día, comimos en una cervecería al lado del estadio olímpico, dos riquísimas cervezas de navidad de jengibre y unos platos de cerdo con patatas y champiñones con salsa súper ricos unos 13€. De nuevo cenamos en el Craft Beer. De risa el precio de la cerveza, artesanales de 40cl como mucho 2€. Debe ser producto básico y no de capricho
Las visitas las típicas, calles alrededor de la Casa de las Quimeras, Catedral (una auténtica preciosidad, le da mil vueltas a las que he visto en Rusia, y el recinto con la nieve hasta los tobillos, más), Cúpulas Doradas, etc...lo único la Puerta Dorada y la iglesia de San Andrés que estaban cerrados. La puerta ya sabía que cierra durante el invierno, pero San Andrés no sé por qué. De todas formas por fuera no nos gustó nada, vaya pastiche hortera... :-?.
Maidan me gustó mucho, (me encanta todo lo soviético) y alrededor de la columna tienen paneles sobre la Revolución Naranja y te lleva un rato verlos.
El último día fuimos al Monasterio de las Cuevas, y deberíamos haber pagado sólo por el recinto, ya que cuando entramos a la catedral nadie nos pidió ticket, y a los museos no teníamos intención de entrar. Como bien se ha comentado en los diarios, hay una entrada para peregrinos pero es para la zona de "abajo". En todos los accesos al recinto superior hay cabinas de pago y un amable señor de seguridad que no deja entrar sin ticket. Nosotros entramos directamente por la principal, en las otras entradas se lo vi hacer con una pareja que fue a entrar sin pasar por caja...
El recinto es realmente bonito y con unas vistas preciosas. A las cuevas finalmente no entramos porque sólo ver la estrechez de las escaleras y lo bajo del techo me entraron los 7 males. No había gente, sólo bajaban dos chicas, pero a saber lo que me podía encontrar ahí dentro
Además íbamos mal de tiempo (luego cuento por qué).
Salimos y nos fuimos a ver la esculturona de la Madre Patria (pasote) y las demás esculturas soviéticas de la zona. Volvimos a Arsenalna para ir al Estadio Olímpico (mi marido es madridista
). Después de comer por allí, fuimos a la plaza Kontraktova a dar una vuelta por Podil y además tenía también un mercadillo navideño con una noria, muy bonito. Ahí se nos hizo de noche mientras tomábamos un vino paseando.
¿Y por qué se nos hizo tarde, si llegamos a por el trollebus 38 sobre las 10? por culpa de un revisor ca****brón, con todas las letras. Aviso a navegantes.
Entramos por donde el conductor y la conductora nos dice que pasemos. Imaginamos que los billetes los venderá alguien dentro como en San Petersburgo. En efecto, vemos a la abuela de Matusalén vendiéndolos, le compramos los dos de rigor. El bus petado de gente. Yo intentando controlar la parada. Cuando avisto el monasterio, solicito la parada. Voy hacia la puerta y veo que mi marido se queda "hablando" (es un decir porque ni papa de ucraniano/ruso) con el revisor, le enseña los billetes y el tío le dice que había que validarlos. Mi marido le dice que vale, que dónde se validan (sólo hemos visto una máquina amarilla muy moderna para lector de tarjetas y no hemos visto a NADIE de los que compraron billetes a la vez que nosotros metiéndolos en ningún sitio, salvo sus bolsillos), le agarra y le dice que ya no se vale, y nos hace el gesto universal de "dinero". A todo esto el bus sigue circulando aproximándose a la parada. Llegamos y nos bajamos enfadados; pues el revisor, con otra revisora, no siendo que se les escapen los guiris, se bajan detrás de nosotros. Dos chicos se quedan a oler a ver que pasa, y uno se pone a hablar con el revisor señalándonos con cara de: pero no ves que son extranjeros? El revisor saca el móvil y con el traductor le dice a mi marido (a mí ni me miró en ningún momento) que por no picar billete, 160 grivnas de multa. Le decimos que es la primera vez que estamos en esa ciudad y que cogemos bus, que no lo sabíamos, que por 8 míseras grivnas que vale el transporte cómo comprende que vamos a pretender colarnos. Bueno, yo le hablo en inglés (en un principio nos dijo que sí lo hablaba, aunque lo dudo muy mucho) pero el tipo como quien oye llover sólo hablaba con mi marido que el pobre no sabe inglés. Situación absurda y que no nos iba a llevar a ninguna parte. El tío que llama a la poli, y yo que vale, pero que venga alguien que sepa inglés. Recula y vuelve al traductor. Como no salimos de ese bucle y se nos iba el tiempo, le vamos a pagar y nos dice que 160 por cada uno. Pues no tenemos mas grivnas encima! menos mal que al lado de la taquilla del monasterio hay una oficina de cambio, y el mamón nos hace cambiar. Le exijo un justificante, comprobante de la multa o lo que sea, nos da dos tickets verdes que parecen oficiales, algo es algo. Cuando se va, un señor que estaba observando donde la taquilla, se acerca y me dice en perfecto inglés que siente mucho lo que ha pasado, que esa persona era "a bad man".
A ver, no discuto la multa, es totalmente legal, en las normas está, si no se valida y te pillan, tracatrá. Y es cierto que el desconocimiento no exime de la culpa, pero un poco de comprensión humana tampoco estaría mal de vez en cuando.
Lo que discuto son las FORMAS. El tío nos vio comprar los billetes, junto con otros pasajeros, y como vio que no los validábamos, estuvo al acecho a ver cuando nos bajábamos (de sobra sabía dónde íbamos) para cazarnos. Además se bajan los dos revisores que iban, en vez de preocuparse por los locales que tampoco validaron el billete...amos anda. La revisora dice que claro, que si no los validas puedes volver a montar sin pagar. Nos da la risa y se los damos, toma, para ti, para que veas que no vamos a montar sin pagar, que son 0,25 putos céntimos.
A la vuelta, cogimos el mismo número de bus y la señora que nos vendió los billetes (era otra) nos indicó amablemente que debíamos validarlos en una máquina de los tiempos del Rus de Kiev, tan pequeña que en cuanto haya algo de gente no se ve, que fue lo que nos pasó. Lo bueno fue que en la parada siguiente entra la misma revisora
y al vernos pone cara de pero otra vez??? le enseñamos los billetes picaditos y se le queda cara de mierda, esta vez no han caído.
Total, que nos tocó el misógino "yonohabloconmujeresymenosextranjeras" empático como una patata que nos hizo perder tiempo y dinero, además de dejarnos ya con un mal rollo para el resto del día. Como sólo es dinero, le dije a mi marido que se acabó, a ver cosas y a aprovechar el día que si no sí que hubiéramos perdido más.
Recuerdo en Tallinn en un autobús a Pirita que el mismo conductor y los usuarios nos dijeron que debíamos picarlos en la máquina, y una chica se ofreció a hacerlo.
Y en Rumanía, en el bus del aeropuerto, lo mismo, el revisor nos advirtió que no estaban picados, se puso un poco chulito pero la gente le dijo que un poquito de comprensión y nos dijo dónde hacerlo para la vuelta.
Está claro que hay gente y gente, y esta vez nos tocó.
Así que por favor, todos los que cojáis el bus, buscad unas máquinas enanas marrones en las barras, si es preciso apartáis a la gente a empujones, porque al ser turista el revisor a va a ir a por ti fijo.
Sobre el cambio, es cierto que hay oficinas por todas partes, pero también es cierto que raro es el sitio que no coja tarjeta, tanto restaurantes, bares, como visitas; incluso en los puestos de comida del mercadillo. Bueno, sí, en el metro pese a tener un hermoso datáfono a nuestro lado la tía que no y que no (igual para tan poca cantidad no cogen tarjetas extranjeras).
Sobre Chernobyl, lo hicimos con Solo East Travel, lo compré por internet en su web, era el más barato teniendo en cuenta que entra la comida y el seguro, y vas a ver lo mismo que con todos. Gran experiencia que recordaré siempre, de verdad merece mucho la pena. Además fue genial, al ser invierno y encima el día de navidad, sólo éramos 7 personas. Obviamente un nevazo espectacular que lo hacía más irreal y bonito.