El verano pasado tuve una experiencia bastante desagradable con ERV.
Habíamos mi mujer y yo contratado mediante internet un viaje con El Corte Inglés, la compra de los billetes se hizo en junio para viajar en agosto. Desgraciadamente a finales de junio le fue diagnosticada a mi mujer una enfermedad de la cual todavía hoy se está recuperando, y que evidentemente nos impediría viajar.
La primera decepción fue acercarme al Corte Inglés de mi localidad y que me dijesen que puesto que lo había contratado por internet no me podían atender de manera presencial y que debía llamar a un número (
¡como nó!) de tarificación adicional, a lo cual me negué exigiendo que se me facilitase un número de teléfono local.
A partir de aquí comenzó un auténtico calvario de llamadas a call center y de pérdidas de tiempo (no de dinero, pues gracias a webs como
www.nmn900.com, nomas900.info o
www.nomas900.org descubrí teléfonos alternativos a los de tarificación adicional) escuchando musiquitas alternadas con mensajes de "nuestrosoperadoresestanenestemomentoocupadosrogamosvuelvanallamarenbrevesminutos". En El Corte Inglés nos dicen que tenemos que ponernos en contacto con ERV, y en ERV nos piden dos veces los mismos comprobantes de la compra y los mismos justificantes médicos de la enfermedad de mi esposa. Pero no recibimos respuesta, llamamos tanto a viajes el corte inglés y a ERV y en cada empresa me remiten a la otra cuando no nos dan largas directamente.
Llega agosto y el importe de los billetes se nos carga en el banco, por lo que, frente a la poca seriedad manifestada ponemos en marcha el Plan B: 1/ escribir sendas cartas de protesta a la dirección de Viajes el Corte Inglés y a la dirección de Atención al cliente. Y 2/devolver al banco los recibos.
Funciona. De repente en viajes el corte inglés se interesan por nosotros y nos remiten una carta preguntándonos por los motivos de la devolución y dándonos un teléfono directo y el nombre de la persona responsable del asunto. Llamamos y tenemos una conversación en la que le recalcamos que después de más de 20 años haber sido clientes habituales de estos almacenes, por primera vez hemos tenido que devolver un recibo. Les recalco que una de las razones por las que compré los billetes fue por la seriedad que siempre había tenido El Corte Inglés y que en esta ocasión (palabras textuales) se habían portado peor que Ryanair. Tras asegurarnos de que se nos abonará en tres días el importe finalizamos la conversación. El Corte Inglés cumple, abonando lo establecido y nosotros también, por lo que reingresamos los recibos en el banco.
Evidentemente después de este asunto ni contrato un viaje por internet (si acaso lo reservo recogiendo los billetes en oficina) ni contrato un seguro con ERV.