En los 5 días que he estado en Copenhague, me ha dado tiempo a hacer las siguientes excursiones:
- Roskilde y Dragor:
El trayecto en tren a Roskilde dura alrededor de 20 minutos y hay bastante frecuencia cada hora, aproximadamente uno cada 10 minutos. Mejor preguntar en información cuál es el próximo tren, ya que por lo general creo que esta ciudad no suele ser destino final de trenes
Una vez en Roskilde, se puede coger el autobús 203 (parada situada caminando a la izquierda según se sale de la estación, a 2 ó 3 minutos) para ir hasta el museo Vikingo, que es uno de los lugares imprescindibles de esta localidad. Está a orillas del fiordo de Roskilde y en verano hacen paseos en barco por el mismo. En el museo hay 5 barcos vikingos, del siglo XI, que fueron construidos en diferentes ciudades y países (Dublín, Noruega, Suecia, ..) y que tuvieron función comercial o militar. Cuando dejaron de utilizarse se emplearon como barrera defensiva en el fiordo. En el museo también hay algunas reconstrucciones y maquetas a escala. Hay diferentes paneles explicativos sobre los barcos y sobre los vikingos: construcción de los barcos, religión, expansión y asentamientos. Además proyectan un vídeo explicativo de unos 15 minutos que a determinadas horas es en español. También hay zonas de juegos infantiles, aspecto que he podido observar en los principales museos de Copenhague y otras ciudades. Por ser la época de vacaciones de otoño (10 al 18 de octubre más o menos) había actividades infantiles especiales. Este museo tiene un 25% de descuento con la Copenhagen Card, es gratuito para discapacitados y para los niños...de hasta 17 años
, como en otros museos.
De vuelta a la estación (el autobús 203 pasa cada media hora entre semana y cada hora en fin de semana) se llega en poco más de 5 minutos andando al centro histórico de la ciudad. No son muchas calles, pero me pareció que tenían encanto con las casas de colores. Destaca sobre todo la plaza alrededor de la cual se encuentra la catedral y la oficina de turismo, aunque actualmente está patas arriba por obras. El otro punto imprescindible de la ciudad es la catedral, impresionante tanto por fuera como por dentro. Destacan las capillas en las que se encuentran enterrados diversos reyes y reinas de la monarquía danesa. Por ejemplo la capilla de los Reyes Magos, quizás la más bonita por los sepulcros y los frescos, la capilla de Federico V, la capilla de Christian IV. En la nave principal, el órgano, el púlpito y el coro. Con la entrada dan un libro con explicaciones de cada uno de los puntos. Lo hay en español.
Cerca de la catedral está el Museo de Roskilde, que contiene una colección variada de diferentes aspectos de la ciudad: colección de hallazgos arqueológicosprehistóricos y medievales, utensilios de cocina, monedas, calzado, un aula de colegio, etc... Podría ser prescindible, pero no está mal.
Para llegar desde Roskilde a Dragor no encontré ninguna opción directa, así que tuve que volver a Copenhague, concretamente a la estación de Norreport y coger allí el autobús 350S hasta la parada final. Pasa con bastante frecuencia y se tardan unos 40 minutos. Llegamos bastante tarde por lo que apenas tuvimos una hora de luz y hacía bastante frío. Tampoco había ambiente, porque no había apenas gente y estaban cerrando los comercios. En cualquier caso me pareció un pueblo con encanto, con sus calles empedradas y las casitas de colores y bien cuidadas y jardines. El muelle también es agradable para pasear...cuando no haga viento.
- Castillos de Frederiksborg y Kronborg
El tren a Hillerod, donde se encuentra el castillo de Frederiksborg, sale cada 10 minutos aproximadamente y el tiempo de viaje es de unos 40 minutos. Una vez en Hillerod se pueden coger los autobuses 301 ó 302 (al salir de la estación a la derecha), que hacen una parada al lado de la entrada al castillo. Se alternan cada 10 minutos. El castillo es impresionante, tanto su aspecto exterior como su ubicación a orillas de un lago. Destaca el Gran Salón, la Capilla o The Rose, salón de cena para el rey y las damas y caballeros de la corte. El resto de las salas están decoradas con el mobiliario de la época y los retratos reales. Un aspecto negativo es que la iluminación en muchas salas es apenas existente y se ve todo en penumbra. Durante el recorrido por las salas se contempla una estupenda panorámica del lago y de los jardines barrocos. En la tercera planta hay una exposición temporal actualmente con caricaturas de diferentes personajes famosos así como de la implicación de Dinamarca en la 2ª Guerra Mundial. El castillo, salvo la capilla y el Gran Salón, está acondicionado para discapacitados físicos y se puede ir en silla de ruedas.
Al salir del castillo dimos un paseo en barco por el lago, obteniendo una panorámica preciosa del castillo y de los jardines barrocos. Este paseo creo que sólo funciona de abril a septiembre y durante las vacaciones de otoño (10 al 18 de octubre).
Frederiksborg puede ser una excursión casi de día completo en esta fecha si también se pasea por los jardines, algo más que recomendable. Yo no lo hice por ir después al castillo de Kronborg.
Para ir a Helsingor, que es donde está este castillo, hay que coger unos trenes amarillos que salen de unos andenes que están al descubierto. Hay que coger los que van destino Helsingor vía Fredensborg. El tiempo de viaje es de media hora escasa y la frecuencia también es de media hora. Una vez en Helsingor, habrá un paseo como de 20 minutos hasta el castillo, pero si se coge el autobús 803 te deja en una parada al comienzo de la explanada que da acceso al castillo. La mejor foto del mismo se obtiene en el camino a pie desde la estación de tren. El castillo de Kronborg se encuentra rodeado de jardines, en cierta manera como el Kastellet de Copenhague. Lo mejor del castillo es la panorámica del propio castillo, los jardines y la panorámica de la catedral de Helsingor y de la ciudad sueca de Helsingborg, aunque lo que se observa es bastante industrial. Lo que es la visita de las dependencias interiores del castillo es inferior al castillo de Frederiksborg, así que para visitar el interior de uno de ellos, mejor este último. Lo que sí destacaba en el de Kronborg es la animación, ya que había muchos puestos de mercadillo.
Para volver de Helsingor a Copenhague hay trenes cada 20 minutos.
- Museo de Arte Moderno Lousiana
Pensaba ir desde Helsingor, pero lo vi un poco ajustado de tiempo y preferí dejarlo para otro día. Hay que coger los trenes que van a Helsingor y bajarse en la estación de Humlebaek. Desde allí hay un paseo de unos 15 minutos o bien se puede coger el autobús 388 en la carretera que va hacia el museo, si coincide bien con el horario del tren, porque la frecuencia es cada hora. Esta semana, por las vacaciones de otoño, había un shuttle gratuito entre la estación y el museo.
El museo está ubicado a orillas del mar de Oresund, rodeado de bosque, lo que es uno de sus puntos interesantes. Una vez que se entra al museo, se puede dar un paseo por el jardín de esculturas.
En el interior hay diversas colecciones. Por ejemplo, una de ellas está dedicada a África y se pueden ver diversos paneles informativos, imágenes y audiovisuales con información centrada especialmente en arquitectura, arte y cultura en varios países y ciudades del sur de África, Subsahariana y del Sáhara, de cómo vive la gente en cada tipo de espacio arquitectónico. Me resultó la más interesante.
Otra colección, la que me pareció más estrambótica, es la de una artista japonesa llamada Yayoi Kusama, de la que se muestran obras a lo largo de toda su carrera, así como imágenes suyas y paneles biográficos. Parece que se centra en el diseño de espacios, de moda y de escenas en las que el protagonista es el color y la artista también, pero no lo llegué a entender muy bien. Por ejemplo, la sala de espejos con techo, paredes y suelo de color amarillo con lunares negros o la sala de globos rojos.
Otra colección original es la de esculturas de Alberto Giacometti, que comprende esculturas denominadas la "Mujer Cuchara" y la "Mujer Caminante". Un poco esperpénticas sí que son
También vi algunos cuadros de Picasso y de un artista danés del siglo XX llamado Asger Jorn, perteneciente a un movimiento denominado CoBrA.
es.wikipedia.org/wiki/CoBrA
No entendí ni un cuadro de este artista, pero me parecieron bastante llamativos por su colorido.
En resumen el museo me pareció bastante más interesante de lo que esperaba y con calma se puede estar perfectamente más de medio día. En mi caso le dediqué sólo unas 2 horas y media, porque era mi último día de estancia en Copenhague y también me agobió a ratos por la cantidad de gente.
Saludos.