Lobedo
New Traveller
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Buenas a todos, voy a relatar mi experiencia y la de mis compañeros de viaje en un safari al sur de Tanzania que realizamos con Deoadventure, viaje que organizamos con mucha ilusión puesto que para dos viajeros era la primera vez que pisaban el continente africano y otros dos llevan viajando al continente más de 20 años y querían que los nuevos tuvieran la mejor experiencia posible. Por mi parte, también era el primer safari como tal que realizaba, aunque ya estuve en Etiopia en 2016. Finalmente, las cosas no salieron como esperábamos y la experiencia no fue nada buena por graves problemas de organización y comunicación.
El relato del viaje es el siguiente:
Día 17/09:
Llegamos al aeropuerto de Dar Es Salaam a las 02:00 h. Con la idea de salir hacia el siguiente destino (Morogoro) con el Jeep, Deo estaba en el aeropuerto puntual, y después de las presentaciones nos informa de que no se puede circular de noche por lo que tuvimos que esperar hasta las 06:00 h. Para salir, cosa que nos podrían haber informado ya que el día solo era para llegar a Morogoro y podríamos haber hecho noche en Dar Es Salaam para ir más descansados.
Aprovechamos esas 4 horas de espera para comentar los detalles del recorrido, y nos comenta que el safari no lo realizamos con él, que él se dedica a realizar el norte del país y que otra empresa realiza el sur, intercambiando los clientes. De esto tampoco se nos informó previamente y fue la causa principal de los problemas durante el viaje puesto que si yo contrato con una empresa entiendo que es la que me tiene que dar el servicio ya que si hay algún problema, ¿quién responde? En ese momento tampoco pensamos en ello y confiamos en Deo. Todo fueron buenas palabras y que iba a estar pendiente de todo durante el recorrido. Así pues, a las 06:00 h. Aparece un jeep de la empresa Selous Explorer que es con la que haremos el recorrido, un Land Rover de 7 plazas para nosotros, el conductor y el cocinero, antiguo pero aparentemente bien.
Iniciamos el recorrido y a las 07:30 h., el coche hace un ruido fuerte, el conductor intenta meter la marcha y no entra, con lo que el coche se para en medio de un cruce, no recuerdo el nombre del sitio. Intentan arrancar pero la marcha no entra, así que apartan el vehículo a un lado y preguntan a varias personas. Total, que estuvimos una hora y media parados esperando a que repararan el vehículo. Finalmente, arrancan pero la segunda marcha no entra, con lo que realizamos todo el trayecto como buenamente pudimos. Era el primer día y a pesar del cansancio la ilusión puede con todo. Llegamos a Morogoro sobre las 15:00 h. El hotel era el Mid Land hotel, muy básico, un poco sucio y con una comida nefasta, para pasar la noche y nada más. No sabemos si el vehículo se llevó a reparar a algún sitio.
Día 18/09 a 21/09:
Comienza el safari propiamente dicho haciendo el siguiente recorriendo los parques de Mikumi y Ruaha. Sin contratiempos y siguiendo el programa, pero persisten los problemas con el vehículo: problemas al meter las marchas y todas las tardes revisando o arreglando cosas, pero sin llegar a detenernos. Buena predisposición del conductor para salir pronto y recorrer los parques, por lo que esta etapa fue lo mejor del viaje.
Alojamiento en Mikumi: Génesis Hotel, habitación amplia y limpia, buena cena preparada por el cocinero.
Alojamiento en Ruaha: Bandas del parque, muy básicas y sin agua caliente, pero con una ubicación perfecta para visitar el parque. La comida del cocinero simplemente pasable.
Día 22/09: Trayecto Ruaha – Mbeya
Solo transporte para llegar a Katavi, pero nos desplazamos muy despacio, no sabemos si es por no forzar el coche, el cual cada vez da más signos de que no funciona correctamente. Alojamiento en el Beaco Hotel, habitación amplia y limpia, con agua caliente, wifi y buena cena en el hotel.
Día 23/09: Trayecto Mbeya - Katavi:
Igual que el día anterior, trayecto largo y el coche avanzando a duras penas, con lo que al llegar a Katavi el conductor nos dice que al día siguiente no va a ser posible salir a primera hora ya que tiene que ir a la ciudad más cercana a reparar el vehículo, con lo que quedamos a las 08:00 h., perdida asumible si con ello el vehículo se queda en condiciones para seguir. Alojamiento en las bandas el parque, limpias y con agua caliente. La comida preparada por el cocinero sin nada que destacar, bastante repetitiva.
Día 24/09: Katavi
A las 07:30 h. Vamos a desayunar y el vehículo no estaba. A las 09:30 h. Aparece el conductor y nos dice que no es posible reparar el vehículo, el cual parece ser que rompió la correa de trasmisión e iban haciéndole remiendos hasta que se rompió definitivamente.
Ante esta situación contactamos telefónicamente con Deo para ver que opciones hay, suponiendo que estaba informado de los problemas que había dado el vehículo. Nos dice que no nos preocupemos, que nos traerá un vehículo para poder visitar el parque. Sigue la espera y el vehículo llega a las 11:00 h., pero no es un jeep, sino un monovolumen con los cristales traseros tintados. Ante tal situación y sin más opciones subimos al coche y nos vamos para el parque, pero fue un desastre ya que no había posibilidad de ver nada en esas condiciones, ni fotografiar, ni meterse por caminos, con lo que fue día perdido. A las 17:30 volvemos hacia el campamento llegando a las 19:00 h.
Realizamos otra llamada a Deo para ver que opciones hay y nos dice que no nos preocupemos, que un jeep está de camino. Le comentamos que la idea es que el jeep nos recoja a las 05:00 h., para poder visitar esa mañana el parque en condiciones, de forma que el conductor que traiga el vehículo descanse mientras nuestro conductor no lleva y nos dice que no hay problema, que a las 05:00 h. Está allí.
Día 25/09:
A las 05:00 h. Nos levantamos y el coche no había llegado, preguntamos a nuestro conductor y nos dice que está de camino, que llegará sobre las 08:00 h. Las horas iban pasando y nada, allí esperando y la única información que teníamos era “the car is coming” (frase que se convirtió en el resumen de todo el viaje). Intentamos contactar con Deo y tampoco era posible, no les hacía mucha gracia tener que llamarle. A las 11:00 h. La situación ya era desesperante, así que a base de insistir conseguimos que llamaran a Deo, el cual nos dice que a las 10:00 h. El coche estaba a 40 km del parque, con lo que estaría al caer. Finalmente, el coche llega a las 13:00 h., y para rematar, el vehículo era de 6 plazas y éramos 7 personas, con lo que el cocinero tenía que ir sentado sobre la nevera y con todos los trastos y comida por el medio.
El retraso no solo conllevaba el no haber podido visitar el parque, si no que ese mismo día tampoco podíamos dormir en el siguiente parque ya que teníamos que coger una barca hasta allí y ya no llegábamos. Y la sensación de impotencia al ver que entre unos y otros te están mintiendo en la cara, ya que si el coche no va a estar y te lo dicen hubiera sido posible organizar el día de otra forma, haber realizado algún safari aunque fuera a pie (se podían contratar con los mismo rangers del parque), haber contratado algún coche de los propios rangers o por lo menos no haber estado despiertos desde las 5 de la mañana y haber descansado. Como no había más remedio, subimos al coche y nos dirigimos camino a Kigoma.
A las 21:00 h., llegamos a Kigoma, 3 horas de conducción nocturna (se suponía que no se podía) y, para rematar el día, al entrar a la ciudad el nuevo coche empieza a tirar humo y se para, aparentemente ha roto la correa del ventilador. A pesar de ello, nos dicen que subamos que el hotel está al lado. Subimos en el coche que estaba muy recalentado y al girar la primera esquina casualmente estaba nuestro hotel. Bajamos y el conductor se acerca a la puerta, habla con el conserje que está allí, vuelve y nos dice que el hotel esta lleno, como no lo entendemos le decimos que como puede estar lleno si se supone que Deo había hecho una reserva. No sabe o no quiere contestar, y nos acercamos a hablar con la persona de la puerta, en ese momento sale disparado hacia nosotros para que no podamos hablar con él y se mete dentro con el conserje. A los 2 minutos sale el conserje y nos dice que el hotel está lleno y que devolverán el dinero de la reserva a Deo. En definitiva, no había ninguna reserva y el conductor iba a buscar un hotel para dormir una vez en la ciudad. Así pues, allí estábamos tirados esperando a ver que pasaba que pasaba. Pararon a un coche, se pusieron a hablar, parece ser que lo enviaron a buscar hotel, ya no entendíamos que pasaba y tampoco nos querían poner al teléfono con Deo. A las 22:30 h., vienen dos vehículos normales y nos llevan a un hotel de la ciudad. Llevábamos sin comer desde las 13:00 h., y a las 23:00 h. Salimos a buscar algún sitio para cenar, difícil a esas horas. Como no encontraban nada, acabamos en una especie de pub con mujeres “llamativas” en el cual nos dieron una especie de tortilla tirada (literalmente) en un plato sin cubiertos ni nada. A las 00:00 h. Llegamos finalmente al hotel, mal cenados y desfondados, sin poder descansar y teniendo que levantarnos a las 05:00 h. Ya que si no al día siguiente no llegábamos al siguiente destino.
Día 26/09: Gombe
Este día no dependemos del vehículo ya que íbamos a Gombe en barca por el lago Tanganika. No tuvimos ningún contratiempo más allá del cansancio que teníamos acumulado y se pudo seguir el planning marcado. Dormimos en las bandas del parque, que eran unas habitaciones pequeñas sin agua caliente, solo funcionales para dormir.
Día 27/09:
Este día teníamos que llegar hasta Tabora y hacer noche allí, un día solo de transporte. Después de un día entero sin usar el vehículo y en una ciudad importante como Kigoma pensamos que le realizarían una reparación en condiciones para por lo menos poder seguir, pero nada más lejos de la realidad.
A mitad camino y en medio de la nada más absoluta, el coche comienza a tirar humo otra vez y se para. Mismo problema que hace dos días. Tres horas parados en las que solo pudimos comer un paquete de galletas y una coca cola durante el día. Iban y venían supuestos mecánicos con gomas a cada cual más pequeña intentando realizar la reparación. Al final le colocan una goma la mitad de ancha de lo que necesitaba la correa del ventilador y para adelante, que remedio. Tuvimos que ir a velocidad reducida para evitar que el motor se calentara lo que sumado al retraso acumulado hizo que, otra vez y con el riesgo que eso conlleva, circuláramos de nuevo por la noche. Finalmente a las 20:00 llegamos a Tabora, pero aun no había acabado el día. El hotel era el Golden Eagle Hotel, hotel infame donde los haya, sin agua, sin ventanas y pegado a una carretera principal, el ruido en la habitación era insoportable y ya teníamos un estado de nerviosismo y cansancio por todo lo sucedido. Otra llamada a Deo pidiéndole que, por favor, nos buscara otro hotel porque aquello era insostenible.
Nos trasladan al Orion Tabora Hotel, el mejor hotel de todo el viaje, habitaciones perfectas y un restaurante con buena comida. Acabamos de cenar a las 23:00 h., y ante la situación en la que se encuentra el vehículo nos sentamos a hablar con el conductor y el cocinero para dejarles claro que con ese vehículo no íbamos a continuar, que llamaran a Deo para informarle o para hablar nosotros con él y decirle que como al día siguiente lo único que teníamos que hacer era llegar a Morogoro nos trajera cualquier coche aunque fuera un utilitario. Nos dicen que Deo no está disponible y que el vehículo está bien y que no había ningún problema. Nos reiteramos en nuestra postura y casi a las 12 de la noche nos vamos a dormir, como todos los días a horas intempestivas teniendo en cuenta que lo normal es cenar sobre las 19:00 h.
Día 28/09: Tabora-Morogoro
Lo de este día ya fue para desquiciar a cualquiera. Nos levantamos a las 07:00 h. Para desayunar y a las 07:30 h. Ya estábamos preparados. Preguntamos al cocinero por el supuesto nuevo coche y directamente se hace el loco y no quiere hablar con nosotros. Esperamos un poco y volvemos a preguntarle, nos dice que para que queremos un nuevo coche si el que tenemos no esta roto. La cosa ya empieza a caldearse porque el coche no está y no nos quiere decir que está pasando. Teníamos que llegar a Morogoro y el trayecto eran unas 10 horas, con lo que el retraso ya estaba siendo peligroso. Ante la situación y visto que no nos hacen ni caso, pensamos en alquilar un coche por nuestra cuenta, cosa que gestionamos en la recepción y nos dicen un precio de 300 dólares, lo cual viendo el panorama casi estuvimos a punto de pagar.
Sin embargo, al ver que la cosa iba en serio, de repente Deo está al teléfono, ya que seguramente le habría llamado el cocinero. Nos dice que el coche está en el mecánico, cosa que negaban. Comienza una discusión en plan serio, pues le decimos que como es posible que nosotros seamos capaces de gestionar un vehículo para llegar al siguiente destino y él no haga nada. Nos sale con que es mucho dinero alquilar un nuevo vehículo y que no nos preocupemos que acaba de hablar con el conductor y que el coche está de camino desde el mecánico ya arreglado. A todo esto ya eran las 10:00 h. Y las opciones se reducían, así que, le dijimos que muy bien, que le íbamos a creer su palabra, pero que una vez que llegáramos a Morogoro habría un vehículo en condiciones para poder continuar con el último parque y que si el coche no estaba en condiciones y volvía a fallar se comprometía a darnos una compensación económica, cosa a la que accedió insistiéndonos hasta la saciedad de que estaba todo solucionado.
Así pues, se calman un poco los ánimos y nos sentamos a esperar. Las 11:00 h., las 12:00 h., las 13:00 h. El coche llego a las 14:40 h., creo que no hace falta comentar más. Imposible llegar ya a Morogoro, con lo que ya la única opción es llegar hasta Dodoma que está a mitad camino, hacer noche allí y levantarnos prontísimo para intentar llegar a Morogoro, hacer el cambio de coche e intentar llegar a Selous para dormir dentro del parque aunque el día ya lo habíamos perdido. Todo esto ya teniendo asumido que por lo menos un par de horas tendríamos que circular de noche.
Pero el día no había terminado, iniciamos la marcha a las 14:40 h., circulando lentísimos lo que ya daba síntomas de que el coche no lo habían arreglado. A las 15:15 h., primera parada ya que el motor se recalienta, les decimos que vuelvan a Tabora que es imposible circular con este vehículo, hacen caso omiso e insisten en seguir. A las 15:30 h, empieza a salir humo del capo del coche y se para definitivamente. Otra vez tirados en medio de la nada, otra llamada a Deo y otra vez desesperados e impotentes.
A las 18:30 h., y ya anocheciendo, aparece un vehículo utilitario para recogernos, teniendo que meternos 6 personas con todo el equipaje dentro de él, embutidos como latas de sardinas y con todas las mochilas encima nuestro. Yo no se como no nos matamos en este trayecto, no se veía nada, íbamos a toda velocidad por caminos sin ninguna iluminación y tuvimos más de un frenazo por los baches cayéndonos todo el equipaje encima. A la 01:30 h de la madrugada llegamos a Dodoma, nos meten en el hotel Dear Mama, sin cenar y ni siquiera nos dieron toallas para poder ducharnos, el hotel con cucarachas y demás fauna, hecho una chabola, se ve que lo único que pudieron conseguir a esas horas. ¿Por qué este vehículo o cualquier otro utilitario no lo utilizamos para hacer el trayecto por la mañana y llegar a tiempo? Todo por ahorrarse el dinero de pagarlo, no hay otra explicación.
Día 29/09: Morogoro – Selous.
A las 06:00 h., y después de dormir solo 4 horas y no haber cenado, desfondados y desesperados, desayunamos e iniciamos la marcha, esta vez en una especie de autobús pequeño que utilizan en el país como transporte público, el cual por lo menos tuvieron la decencia de contratarlo para realizar este tramo. Lo único en lo que pensábamos ya era en poder llegar al parque y que apareciera un nuevo jeep con el que poder acabar el viaje.
Sin contratiempos, llegamos a Morogoro a las 12:15 h., comimos y a esperar el siguiente vehículo, que apareció a las 13:45 h. No teníamos muchas esperanzas de que apareciera, pero allí estaba, un vehículo de la empresa Watusafari y a pesar del retraso, era posible llegar a Selous ya que estaba a unas 4 horas de camino y podíamos llegar a dormir dentro del parque antes de que se hiciera de noche. A las 13:55 h., iniciamos la marcha con ánimos renovados, pero estaba claro que no era nuestro viaje.
A las 17:10 h., en medio de un poblado, el conductor para y empieza a ir marcha atrás. Pensamos que se había equivocado de camino, pero cuando llega a un cruce más amplio nos dice que ha pinchado una rueda y que bajemos del coche. Bajamos y nos dice que se va a apartar a una explanada que hay delante para cambiar la rueda. Estábamos a 20 minutos de la entrada del parque. En ese momento pensamos que cambiar una rueda son 10 minutos a lo sumo, por lo que bajamos del coche sin coger nada. El coche se aparta un poco, lo perdemos de vista y allí nos quedamos esperando.
20 minutos después no aparecía, por lo que preguntamos al cocinero y nos dice que no sabe nada. Le insistimos para que llame al conductor a ver qué pasa, intenta llamarle y no coge el teléfono. Seguimos esperando y comienza a anochecer. A las 17:50 h., volvemos a insistir al cocinero diciéndole que no es normal que tarde tanto en cambiar una rueda, por lo que vuelve a llamar y parece ser que habla con el conductor, el cual le dice que no está cambiando la rueda, si no arreglando el pinchazo, no nos da ninguna explicación más. Anochece y seguimos insistiendo, el cocinero solo nos dice que no sabe nada y que no sabe porque no vuelve ni donde está, por lo que habla con una persona, se sube a una moto y se va a buscarlo a la supuesta explanada donde estaba cambiando la rueda. Vuelva a los 10 minutos y nos dice que no sabe dónde está ni porque se ha ido, así que solo podemos esperar. Se hace noche cerrada y allí tirados sin saber nada.
A las 19:30 h. Aparece el coche, le pedimos explicaciones y nos dice que no había podido cambiar la rueda y que se había tenido que ir a otra población a reparar el pinchazo, que ya era muy tarde y que el parque cerraba a las 18:00 h, que no podíamos entrar y que tendríamos que dormir fuera. Nos lleva a un campamento que está a 2 minutos de donde estábamos parados.
Al llegar, como es lógico, pedimos explicaciones ya que no tiene sentido lo que ha pasado, estando a 20 minutos de la entrada del parque no es posible que ocurra esto, pero todo son evasivas para no contestarnos. Al final pensamos que la única explicación es que no llevara ruedas de repuesto, así que inspeccionamos el coche, y efectivamente, las dos fundas de las ruedas de repuesto vacías, por lo que seguramente pensó que si entraba al parque ya no tendría posibilidad de arreglar el pinchazo y le tocaría volver a salir y entrar durante la noche, es decir, dejarnos a nosotros y él salir de nuevo para recogernos por la mañana. Cualquier vehículo nos podría haber llevado a la puerta del parque para no quedarnos fuera, pero entonces nos hubiéramos dado cuenta de no llevaba las ruedas de repuesto, así que para que no nos diéramos cuenta mejor dejarnos tirados al lado de un campamento fuera y ya está.
Al decirle que no llevaba ruedas de repuesto, la situación ya se puso tan tensa que ni siquiera nos querían poner al teléfono con Deo. El desánimo y el cansancio ya eran insostenibles. Nos fuimos a dormir y se les dice que al día siguiente esté el vehículo preparado para salir a las 05:20 h., y llegar al parque a las 06:00 h., y no perder el día.
Día 30/09 a 01/10: Selous
El vehículo llega a las 05:35 h. A recogernos, y llegamos a la puerta del parque a las 06:20 h., pero a esas horas no había nadie en la puerta, así que otra vez a esperar 45 minutos a que apareciera alguien, no eran capaces de decirnos que hasta las 07:00 h., no era posible entrar. Tuvimos que hacer el safari directamente sin ir al campamento. Y para rematar, el coche se quedó parado un par de veces sin arrancar, teniendo que bajar a empujarlo nosotros mismos en medio del parque. Del cansancio que teníamos, a las 15:00 h., decidimos ir a descansar porque ya no estábamos disfrutando.
El día que quedaba hicimos un safari a pie y en barco, sin incidencias.
Y hasta aquí llega el relato, el día 02/10 ya continuamos por nuestra cuenta en la isla de Mafia. Al volver a Dar Es Salaam, Deo vino a recogernos al aeropuerto para intentar excusarse por lo ocurrido y tuvimos una conversación de media hora con él exponiendo todos los problemas del viaje. El nos decía que el conductor y el cocinero no le decían la verdad cuando hablaban con él, que solo nos decía lo que le trasmitían, cosa que nadie se cree ya que no es solo el cúmulo de incidencias, es que por ejemplo, nos mentía en las duraciones de los trayectos, cosa que él debería saber con seguridad para organizar las cosas. Toda la culpa se la echaba a las otras empresas y asumir responsabilidad ninguna, que le sabía muy mal y todo lo que quieras, pero a los que las vacaciones se convirtieron en una pesadilla fue a nosotros.
Le decimos que nos tendría que dar una compensación por todo lo ocurrido, ya que además se comprometió y dio su palabra de que no habrían más problemas después de Tabora. Nos dice que si volvemos a hacer otro safari con él que no nos cobraría algunos días como compensación, pero le decimos que no, que cualquiera vuelve a confiar en él para hacer otro viaje. Le exigimos que, si los problemas habían sido provocados por la otra empresa, ya que visto lo visto su verdadero trabajo es hacer de intermediario entre los distintos operadores, que les exija responsabilidades a ellos y se pongan de acuerdo para compensarnos por lo menos por los días que no hemos podido visitar los parques, ya ni siquiera teniendo en cuenta ni exigiéndole compensación por la peligrosidad, falta de sueño, falta de comidas, nerviosismo y fastidiarte las vacaciones. Se compromete a hablarlo con ellos y a contestarnos en una semana. Otra mentira más ya que hasta el día de hoy no sabemos nada,
En conclusión, NI SE OS OCURRA hacer un viaje con Deoadventure ni con cualquier empresa que trabaje con ellos como Selous Explorer o Watusafari, nula organización, nula comunicación, vehículos lamentables, ninguna experiencia tratando a turistas, ante cualquier problema, mentiras y más mentiras y no asumen ninguna responsabilidad, si hace falta trastocan todo el viaje para no gastarse ni un euro más de lo presupuestado ante cualquier incidente, pasándose la culpa unos a otros y dejándote la sensación de que te han tomado el pelo en tu propia cara.
Espero que esta experiencia sirva para que otros turistas no tengan que pasar por lo mismo.
Un saludo.
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