Tanzania - Gombe NP, Mafia y safaris del norte ✏️ Blogs de Tanzania

Llegada a las 7:30 de la mañana en un vuelo de Qatar Airways. El vuelo me costó 550€ cogiéndolo con un mes de antelación. Fue bastante improvisado el viaje, cosa que no recomiendo hacer por tema vacunas y más si es la primera vez que se viaja, pues en vacunación internacional me daban cita para dentro de un mes y pico.

Tras hacer escala en Doha, llegué temprano a la capital económica de Tanzania (la política es Dodoma). Es recomendable hacer el visado online, te agiliza mucho el paso de la aduana en el aeropuerto. También rellenar el formulario de salud online (yo no lo hice), y llevar impresa la PCR (no la revisan y diría que no tienen forma de revisarla, pero por 70€ vale la pena no jugarse la entrada al país).
A la salida de la terminal estaba esperándome Yuma, un conductor que en mi primera experiencia en el país nos había hecho de chófer. Nos subimos al coche y me llevó al hotel en poco más de media hora.

Contar como anécdota, que nos paró una policía y comenzó a pedirle documentación. Me saludo en suajili, y yo que me sé un par de palabras le contesté. Le debí hacer gracia y me preguntó que de dónde venía. Al decirle que había volado desde España ese mismo día, se disculpó conmigo infinidad de veces por habernos parado y le dijo al chófer que dejase de buscar papeles y me llevase al hotel que debía estar cansado. Con esto quiero hacer ver cuánto cuidan a los turistas en un país que vive principalmente del turismo.

Tras dejarme en el Chelsea Hotel (30 USD la noche, muy buena habitación, váter y ducha caliente), me dijeron en éste que no podía entrar hasta las 14h. Por lo que dejé las maletas y fui a comprarme una tarjeta SIM.

Por 20000 chelines compré una de la compañía Vodacom con 12GB válida para un mes. Entre medias, como me dijo que no podía pagar con tarjeta, me fui a cambiar dinero. Cambié en la primera casa de cambios a 2600 chelines por euro, lo cual significa una comisión cercana al 2,8%. De otros viajes y otros países tengo al experiencia de que suelen cambiarte entorno al 3,5-4, por lo que me pareció buen cambio. Seguro que si hubiese buscado hubiese encontrado mejor.

Con la tarjeta SIM y con dinero, me fui al Mwenge Woodcarvers market. Por lo que había estado leyendo y lo que conozco de Dar es Salaam de la vez pasada, salvo la lonja de pescado(que quería dejar para otro día) y algún museo, no hay mucho más que hacer.
Me descargué la aplicación Bolt, que es como Uber, para tener precios de referencia y que no me tomasen el pelo demasiado. Para ir al mercado me pedían 15000 TZS y la aplicación me decía 6500. Conseguí tras regatear con varios Tuk Tuk llegar allí tras media hora por 8000.

El mercado consta de numerosos puestos (30 – 40) donde te venden desde la típica máscara de madera, hasta troncos tallados que simbolizan el árbol de la familia (que no se el que lo compre cómo se lo llevará de vuelta) y numerosas pinturas y pulseras.
Los vendedores te invitan a pasar, pero una vez dentro no te agobian como en mercados de Asia o de África del norte. Una vez acabas, les das las gracias y te sonríen aunque no hayas comprado nada.


Tras pasar un rato en el mercado, me fui a uno de los restaurantes indios que recomendaba la Lonely Planet Ali’s Kitchen & Barbaque y la verdad es que cumplió lo que esperaba.
Por 20000 TZS comí pollo en salsa korma, arroz, pan na’am y una botella de agua. Podían haber comido dos personas perfectamente de las raciones, pero al ser uno sólo, hice un esfuerzo por comer todo lo que podía y no parecer mal educado y me fui al hotel a descansar.


Se había hecho la una ya, y me dejaron entrar en el hotel. Como buen español hice siesta sin despertador, y me levanté a las 16h de la tarde.
Me duché y me fui al puerto a un bar llamado SlipWay Waterfront. El tuk tuk de ida me costó 7000 TZS. Me tomé una cerveza y cogí una mesa en primera fila para ver el atardecer. Me supo mal estar ocupando una mesa toda la tarde y consumir sólo una cerveza, así decidí cenar allí. Mi error fue pedir el T-Bone de ternera. 35000 TZS por un pedazo de carne que no se podía masticar.


Finalmente la cuenta de la cena me costó 50000 TZS, que viendo lo que había cenado, me pareció que me tomaban el pelo, pero que se podía esperar de un sitio tan turístico.
Cogí un tuk-tuk de vuelta al hotel y me fui a dormir que el día siguiente venía cargado de actividades. El tuk-tuk por cierto me costó 9000 TZS. Los conductores sabían que era difícil encontrar tanta oferta por esa zona y se permitían subir precios.

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Despertador a las 5:20h. A las 5:30 viene de nuevo Yuma a recogerme. Hoy toca vuelo a Kigoma, la ciudad a orillas del lago Tanganika, justo en la otra parte del país.

A las 6:00 llego al aeropuerto y a las 6:10 he facturado y pasado el control de seguridad. La terminal es pequeña, y salvo que haya varios vuelos que coincidan, cosa que no creo, no tiene pinta de que se monten aglomeraciones ni en la facturación ni en el control de seguridad.

Tocaba esperar una hora y algo, el vuelo era a las 7:30. Recomiendo llevar una chaqueta aunque haga calor porque ponen el aire acondicionado a 20ºC. En la terminal había buen wifi gratuito así que pasé el rato viendo series. Delante de mí tenía la puerta de embarque 5, y embarcaron por ella todos los vuelos de la puerta 6, y el mío que estaba previsto en esa, embarcó por otra. De todas formas es fácil darse cuenta de por dónde se embarca, hay un vuelo cada media hora y desde cualquier punto se ven todas las puertas de embarque por lo que no tiene pérdida.

Dos horas después llegué a Kigoma en el vuelo de Air Tanzania. El precio ida y vuelta fue de 150€. El aeropuerto, por así llamarlo, de Kigoma, es digno de ver. La cinta transportadora de maletas era esto:


Recogí mi maleta y allí fuera estaba mi amigo y guía Joshua esperándome.

Me llevó a una playa delante de un lodge donde me esperaba un barco para llevarme a Gombe NP. La excursión de 2 noches 3 días (una tarde, un día completo, y una mañana, es decir, 3 trekking) me costó 990 USD.
A priori puede parecer carísimo, pero voy a dar mi punto de vista de por qué no es tan caro cómo parece.
En primer lugar la entrada al parque cuesta ya 100 USD cada día.
Luego hay que añadir el combustible, que fueron 50 USD (fuimos a la gasolinera a comprarlo y vi cuánto marcaba).
Además, al viajar sólo, los gastos del chef, conductor del barco, y guía en el parque corrían a mi cuenta. También estás pagando por lo que llaman “rastreadores”, que viene a ser gente que trabaja en el parque y salen un par de horas antes que tu para buscar chimpancés y que sepa tu guía en que dirección andar y ahorrarte tu la caminata.
Me alojé en una habitación bastante correcta para dos personas (que nuevamente pagué yo solo) con un baño aceptable.
Poco después de llegar, dejé las cosas en la habitación, y Yuma, el cocinero que me acompañaba (y distinto al chófer de Dar es Salaam, pese a que se llamaban igual), me preparó la comida. Una comida abundante en exceso y realmente rica.
Tras acabar, empezaba la búsqueda de chimpancés.

Mi guía Ahadi, (y digo mi, porque nuevamente lo tenía en exclusividad para mi, con lo que económicamente conlleva), me dijo que esperásemos que había un grupo de americanos en el lodge de lujo que contaban con barco, y que pasarían a recogernos para ir al punto donde habían encontrado chimpancés, y así nos ahorraríamos la primera caminata.

Fue desembarcar, andar cinco minutos literalmente, y encontrar a nuestra primera familia de chimpancés. Tuvimos mucha suerte, pues se estaban alimentando y se desplazaban de árbol en árbol muy lentamente, dando tiempo a fotografiarlos y verlos con calma.
En teoría se tiene que estar como máximo una hora con ellos y mantener una distancia de 10m. Y digo en teoría porque hay veces que este tiempo es mayor, si los guías te lo permiten y ven que los chimpancés están cómodos con los turistas, y hay otras veces que la distancia no se cumple. La mayor parte de las veces es porque el chimpancé pasa por el lado del turista como si este no existiese, teniendo en ocasiones que desplazarse para no ser arrollado por el animal.



Tuve así la inmensa fortuna de poder ver chimpancés el primer día, y de no haber invertido prácticamente esfuerzo en llegar a ellos.
Me contaría Ahadi en días posteriores, que en ocasiones hay grupos de turistas que han ido 2/3 días, y pese a haber andado 9 horas en su búsqueda se fueron de Gombe sin haber visto uno solo.

Os dejo también una foto del atardecer:

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Amanecí a las 7 am, desayuné y a las 8 estábamos Ahadi y yo buscando chimpancés. Era el único turista en todo el lodge (los americanos estaban en uno distinto de lujo).
Esta vez, comenzamos a andar y a las primeras de cambio empezamos a subir, todavía con el desayuno en la garganta. Por el walkie talkie le iban diciendo a Ahadi donde se encontraban los chimps. Nos metimos por caminos que cada vez eran menos caminos, tuvimos que pasar por debajo de raíces de los árboles arrastrándonos como en el ejército americano. En una de esas sin darme cuenta se me cayó el teléfono móvil. Me di cuenta al cabo de un rato y le dije al guía lo que pasaba. Dejó las cosas en el suelo, me dijo que esperase, y volvió a los cinco minutos corriendo con el móvil en la mano.

Seguimos el camino que no era para nada fácil. Tuvimos que pasar por al lado de barrancos, y en una de esas, me resbalé y me quedé agarrado a una roca, sin poder subir. Tuvo que ayudarme Ahadi con la mano a retomar la senda. La caída era de unos 3m colina abajo. No era para matarse pero alguna rotura si que se podía uno hacer.
Tras esto, y salir de nuevo a la senda principal, me confesó que era la primera vez que metía a un turista en esa senda (aunque la senda a mi parecer no existía).

Mientras se sucedía todo lo que acabo de contar, íbamos al lado de chimpancés, que hoy no se alimentaban como el día anterior, sino que estaban cambiando de zona, y por eso llevaban un ritmo más acelerado y difícil de seguir, De ahí las prisas al pasar por el barranco y la caída. No pude disfrutar mucho durante ese tiempo de verlos, ni sacar la cámara por lo complicado del terreno.

Sin embargo, al salir al camino principal de nuevo, tuve la suerte de que pasaron delante de mí y se pusieron en unos árboles a comer, y pude disfrutar de ellos durante más de una hora.





Había merecido la pena la caminata para verlos en esas condiciones.
Tiempo más tarde aparecieron los americanos, que por la media de edad del grupo y sus condiciones físicas doy por hecho que había tomado el camino principal.

Una vez aparecieron y ante el número de personas, los chimpancés comenzaron a moverse. Al ir solos Ahadi y yo, nos movíamos más rápido que el otro grupo, por lo que los seguimos y estuvimos con ellos caminando por el camino un buen rato más. Alguno de ellos incluso me rozó el pantalón al pasar por mi lado.


Tras esto, y llevar ya caminando casi 4h, volvimos por la playa al lodge, sin más subidas, cosa que mis piernas agradecieron.
Esa tarde llovío con fuerza en el parque natural, así que me quedé en el comedor con internet, series, y editando fotos.

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