Hola
Recién llegado de un viaje de 24 días por diversos lugares de RD y todavía un tanto perjudicado entre el jet-lag y las alergias que me he encontrado al llegar aquí.
La cosa empezó aprovechando una oferta que sacó Air Europa a primeros de año, según la cual comprando antes del 20 de Enero para volar antes del 30 de Mayo había billetes de i/v MAD – SDQ hasta por menos de 500 Euros; en mi caso me salió por 550 con salida de Madrid el 11 de Abril y regreso de Santo Domingo el 4 de Mayo, llegada a Barajas el día 5, un precio excelente.
Programamos una ruta pero en plan flexible, dado que con frecuencia de poco sirve lo planeado ya que después allí las circunstancias siempre terminan cambiando los planes que hayas hecho, aunque en esta ocasión nos prometimos hacer una ruta por el norte que nos quedó pendiente el año pasado, aunque repito, a sabiendas de que casi con seguridad no se cumpliría al 100% lo que llevábamos programado, como así fue.
Este es un resumen de la ruta que hicimos y los lugares en que estuvimos; inevitablemente se escapan muchos detalles, vivencias y sensaciones, incluso con el transcurso de los días siguen aflorando nuevos recuerdos.
Si alguien quiere que le amplíe detalles sobre algo o algún sitio en particular que me lo diga y le contestaré.
Salimos de Madrid casi a las 4 de la tarde, con un retraso de 25 minutos, no se si debido a la enorme cola en el último control antes de embarcar, aspecto este muy mejorable en cuanto a organización y que siempre origina atascos, pero este retraso no impidió la llegada puntual a Santo Domingo, a las 18:30 hora local. Son ya 8 vuelos con Air Europa y considero a esta aerolínea bastante puntual en términos generales. La atención a bordo y el catering correctos, nunca he pretendido que en un avión me sirvan como en un restaurante de 5 tenedores.
Aeropuerto Internacional Las Américas AILA.- Llevamos pagada la Tasa de Entrada por Internet, así que nos saltamos esa cola; los trámites y la salida de maletas en esta ocasión son relativamente rápidos; nos están esperando unos amigos dominicanos. Por el camino una parada en un colmadón de la autopista para la primera toma de contacto con la música a todo volumen y la primera Presidente bien fría, que nos sabe a gloria; tenemos 23 días por delante para disfrutar y gosal!
Boca Chica.- Boca Chica esta bien para terminar de planificar y ultimar detalles de nuestro viaje entre saludos a viejos conocidos, vendedores de la playa, hamaqueros, personal del hotel, etc; evidentemente esta no es la mejor playa de la República Dominicana, pero tiene algunas ventajas que empiezo a considerar para mi probable residencia, al menos para pasar los inviernos europeos al calorcito del Caribe: buenos servicios, ambiente tranquilo, seguridad, todo a mano, cercanía a la capital para cualquier gestión, y a 20 minutos en guagua de playas como Guayacanes ó Juan Dolio.
De hecho al día siguiente tomamos una guagüita y pasamos un primer día de playa y los primeros baños en el mar Caribe en la playa
Los Guayacanes.
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Estos viajes cortos en guagüitas públicas abarrotadas de gente con la música a todo volumen son en si mismos todo un espectáculo y una experiencia digna de conocer… siempre que no te toque encima un chorro de aire acondicionado y no puedas cambiarte de sitio, pues corres serio peligro de perjudicarte la garganta, como fue mi caso.
Santo Domingo.- Paseando por la Zona Colonial me acordaba de aquellos que dicen que la capital se ve en una mañana; cierto que limitándose a un visto-y-no-visto se puede echar un vistazo por encima a lo principal, pero yo es el cuarto año que voy y en cada viaje le dedico 2-3 días casi completos y no dejo de descubrir sitios y rincones nuevos; claro que te tiene que gustar un poco la historia y mentalmente visualizar como estarían hace 500 años esos mismos lugares que tu ahora pisas, para mi un ejercicio fascinante que siempre hago cuando visito ruinas o lugares históricos. A veces termino con dolor de pies, pero para mí un paseo por
El Conde con una cerveza en
La Cafetera, un rato sentado en la
Plaza de Colón viendo el ambiente, una mirada aunque sea por fuera a la
Fortaleza Ozama, al
Alcázar de Colón –sí, una recreación del arquitecto que lo restauró- un paseo por
Las Damas, o una parada de increíble relax en el jardín de la
Quinta de los Dominicos, son de obligado cumplimiento, entre otras cosas y sitios históricos que no por ya conocidos deja de gustarme el volver a ver.
Por cierto, la Quinta de Los Dominicos es un lugar agradabilísimo desconocido por mí que he descubierto en éste viaje, así como el Centro Cultural de la Embajada de España.
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Incluso pasear por Gazcue te permite descubrir casas como esta Villa Hena, la Casa de las Raíces:
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Asimismo sitios de ocio nocturno que tampoco conocía y que merecen mucho la pena, como
La Alpargatería es.foursquare.com/ ...40b/photos
Ó
Lucía 203 www.facebook.com/lucia203 magnífico local con 7 músicos tocando son y salsa cubana en directo, una pasada. Ambos en preciosas casas de la Zona Colonial.
Puerto Plata.- Desde la capital, en Caribe Tours; hay algunas guaguas Expréss –no todas- que hacen solo una parada… en teoría, nunca olvidar que en el Caribe las cosas cambian de un momento a otro. Si cumplen con lo previsto, en 3 horas y 20 minutos te plantas de Santo Domingo en Puerto Plata por trescientos y pico pesos.
Puerto Plata fue el origen de la industria turística en RD, mas tarde eclipsado por el surgimiento de zonas como Bávaro y Punta Cana; merece la pena un paseo por la parte antigua de la ciudad viendo las casas de madera del s. XIX de estilo Victoriano.
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Actualmente hay planes del gobierno para relanzar este destino , construcción de una terminal de cruceros, remodelación de accesos a la fortaleza de San Felipe, creación de calles peatonales en la ciudad, etc. El larguísimo malecón tiene un carril reservado para practicar running y bicicleta y todos los días al final de la tarde hay infinidad de gente de todas las edades haciendo deporte.
En PP conocemos desde hace tiempo a Emilio, un taxista de toda confianza que nos hace no solo de taxista, sino también de guía, acompañante y hasta consejero para movernos por los distintos sitios y ambientes de Puerto Plata y alrededores. Una persona totalmente recomendable y de confianza que si alguien está interesado le puedo pasar su teléfono de contacto.
Por otra parte, de todos los sitios en que he estado puedo recomendar algún hotel de tipo medio con buena relación precio/calidad, si bien en esta ocasión voy a mencionar uno al que yo jamás volveré: el Portofino. Se trata de un hotel al que le están dando un buen lavado de cara exterior, pero con carencias básicas como que cuando se va la luz, cosa muy habitual en RD, la planta de emergencia solo proporciona luz a las zonas comunes, no a las habitaciones, que se quedan a oscuras, cosa que ocurrió dos noches; en otras dos ocasiones tampoco había agua, y otra vez no había agua caliente; esto sin contar una mini granja con animales que te despiertan a las 5 de la mañana todos los días. Pero lo mejor , o lo peor, de todo no es esto, sino que cuando vas a exponerle educadamente tu queja al director del hotel, éste te espeta de mala manera cosas como (literal) “este es un país subdesarrollado” , “esto es el Caribe” , “qué quiere usted por 40 dólares” , “lo que usted me diga a mi me resbala” o lo que menos me gustó de todo: “usted está de vacaciones no?, pues vamos a dejar la cosa así porque se puede poner mucho peor” , lo cual, al no saber yo en qué sentido “se podía poner la cosa mucho peor” puse en conocimiento de la Politur –ahora Cestur- y de un miembro de la Judicatura dominicana con quien tengo relación y amistad, por lo que pudiera pasar; ambos me aconsejaron que lo denunciara, pero finalmente consideré que con no volver mas por allí y continuar mi ruta tenía suficiente.
Cómo no sería la cosa que la esposa de este “señor”, dominicana, y muy agradable, que contempló la escena, vino a buscarme y a pedirme disculpas disque el buen hombre “tenía muchas cosas en la cabeza”. Juzguen ustedes mismos.
Con nuestro amigo Emilio el taxista fuimos a playa
Costámbar, donde comimos bien y barato
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Y otro día a
La Ensenada, preciosa playa donde por más que camines el agua no te pasa de la cintura, no se si esto siempre será así ó ese día estaría la marea especialmente baja;
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Como íbamos en plan tranquilo parando por el camino a reponer los niveles de Presidente a cada rato, y también en
Luperón y
Villa Isabela, no pudimos hacer la excursión a Cayo Arena porque nos venía muy justo, y por lo mismo también se nos hizo tarde para ver las ruinas de La Isabela –no confundir las ruinas del primer asentamiento hispano con el actual pueblo- pero bueno, son cosas que han quedado pendiente para otra ocasión. En la playa comimos en un chiringuito en la arena una langosta, un pescado al horno, camarones, todo con arroz blanco, tostones y papas fritas, coca cola, café y agua mineral –de cervezas llevábamos abundante provisión en una nevera portátil- por 1400 pesos.
Un consejo es que si os vais a mover por varios sitios y hacer excursiones en jeepeta os hagáis de una nevera portátil, no las rígidas que ocupan mucho espacio, sino de las plegables, las hay baratas y de buena calidad por ejemplo en las tiendas Decathlon, y en cualquier colmado la cargáis con hielo y varias Presidentes grandes que os costaran alrededor de 100 pesos cada una y os permitirán tomarlas en cualquier chiringuito siempre que pidáis para comer, aparte de tener bebida para el camino. Ojo, el que conduce siempre con moderación ehhh.
Aquí un inciso a tener muy en cuenta en cuanto a los precios: en la mayoría de restaurantes, hoteles, y sitios digamos oficiales cobran el ITBIS –el equivalente a nuestro IVA- que es el 18% , más el 10% de propina “oficial”, con lo cual a la cuenta hay que añadirle un 28% más sobre el precio que marca la carta, así que siempre preguntar si cobran o no cobran el ITBIS a no ser que en la lista de precios lo especifique claramente. En el caso de nuestra comida en el chiringuito no lo cobraron, y en general en los chiringuitos de playa no lo suelen cobrar, pero mejor preguntarlo antes.
A la vuelta una parada en la carretera de Villa Isabela para conocer brevemente el
Kiandy Ranch, un lugar con restaurante, barbacoa, piscina, tienda de regalos y una discoteca enorme con un altísimo techo de caña, espectacular, donde en el año que lleva abierto al público ya han actuado artistas de la talla de Frank Reyes o Anthony Santos.
www.elboncheisabelino.com/ ...rsion.html
En PP alquilamos una Toyota RAV4 en Kayac, un sitio que ya nos conocen y nos tratan bien, siete días por 1500 pesos diarios con seguro full, muy buen precio, aunque ya digo que somos clientes de mas veces; con ella íbamos a realizar nuestra ruta del norte.
Río San Juan.- Primera etapa, aunque como nos propusimos para toda la ruta, parando cuando y donde nos apeteciera a estirar las piernas, ver el paisaje, o reponer los niveles de Presidente, que con tanto calor –no nos cayó ni una sola gota de agua en los 24 días, hizo un tiempo espectacular y unas noches en que el mar era como una piscina sin olas, una maravilla- se evaporaba al momento y el cuerpo pedía mas.
Visitas a
playa Caletón y
playa Grande, ambas muy conocidas; en playa Caletón a veces no olía bien, supongo que por aguas residuales que habría por allí cerca.
Estancia en el
Hotel Bahía Blanca en un entorno privilegiado a orillas del mar, ideal para escapadas románticas.
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Cabrera.- El pueblo de nuestro Josefelipe; mucho ambiente en la plaza principal, aunque se nos hizo un poco tarde mientras buscamos donde quedarnos y nos instalamos, y al poco tiempo pasó una de las cosas que mas me siguen llamando la atención en RD en comparación con nuestras costumbres, y es que en cuanto dan las 12 de la noche –de lunes a jueves, fines de semana algo mas tarde- se corta la música y todo el mundo a su casa, o a donde sea, pero nadie rechista, ni se hace el remolón, ni pide la última copa.
Visitas a
El Caletón de Darío, donde hay que dejar el coche en un punto y acceder a la playa bajando unas escaleras; es una playa amplia, con árboles donde te puedes poner a la sombra, aunque con bastantes piedras, si vais llevad escarpines para el agua.
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Playa Diamante, una pequeña cala, bonita, pero sucísima y con muy mal olor, nos fuimos enseguida de allí.
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Playa La Entrada, es una playa muy grande con palmeras, tipo las de Samaná, desierta, sin nadie mas que dos chamaquitos que acababan de bajar unos cocos de una palmera, nos vendieron dos por 70 pesos y nos los abrieron para tomar el agua, que por cierto en esta ocasión no estaba nada dulce.
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De allí una visita a la
Laguna Dudú, nos bañamos en aquella agua fresquita, aunque en cuanto nadas un poco enseguida te acostumbras; al final llegaron unos chavales que empezaron a tirarse por la tirolina, yo desde el primer momento dije que no estaba por la labor de tirarme desde esa altura, entrar mal en el agua y fastidiarme para el resto del viaje, y le cedí el sitio gentilmente a los chicos, que esos eran de goma. Aparte de la tirolina el único atractivo es una gran cueva disque taína, con un lago de agua limpia y fría. No me pareció un sitio que mereciera demasiado la pena visitar, salvo para quien quiera un subidón de adrenalina lanzándose desde esa altura al centro de la laguna. La entrada creo que fueron 150 pesos.
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Las Terrenas.- Siguiente etapa, saltándonos playas como Los Gringos o La Poza, pero había que seguir el programa; parada en el Choripán de Nagua a comer y repostar. Oscurecía y decidimos ir por el Bulevar del Atlántico en vez de subir la loma de Sánchez, que la veríamos al regreso, de día. El peaje carísimo, 525 pesos para un tramo de no mas de 22 Km. Que además no es ni autovía y te encuentras motos y de todo, pero bueno, se hacía de noche.
Alojamiento en el
Hotel Casa Robinson, muy buena relación calidad/precio, sobre todo si te dan una de las habitaciones remodeladas, que están fenomenal.
Las Terrenas de noche está muerto; han hecho una especie de puente de madera que permite llegar al Pueblo de Pescadores directamente caminando, sin el rodeo que había que dar antes, pero me dicen que desde que ardió el original ya nada tiene que ver con lo que era aquello.
Algo de ambiente nocturno en
La Bodega y en algún sitio concreto donde le tocara estar esa noche a un grupo de animación –profesores y profesoras de una academia de baile- que se encargaban de sacar a bailar a la gente que veían aburrida, y muy poco mas. Los que han conocido Las Terrenas en otra época no la reconocen en la actualidad de decaída que está; ha quedado para tenerlo como base y punto de partida para recorrer las playas solamente, según me dicen.
En dos días visitamos, aparte de la playa del pueblo,
Las Ballenas,
Playa Bonita y
Playa Cosón, posiblemente esta última la que a mí mas me gustó, una playa enorme casi virgen, con el agua cristalina sin olas, una delicia.
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El problema fue dar con el acceso, pues nos perdimos varias veces ya que, cosa habitual cuando preguntas una dirección en RD, nos dieron varias indicaciones que no tenían que ver unas con otras; la cosa creo que viene de que uno de los antiguos accesos está hoy bloqueado por una construcción, y solo se accede por donde indica al famoso chiringuito de Luis, pero que yo viera no hay otro acceso; por supuesto aquello está impracticable, si no vas con un todoterreno casi seguro te quedas por el camino.
Otro camino que hoy está bloqueado para coches y solo se permiten bicicletas y motos de dos ruedas es el que transcurre paralelo al mar en playa Bonita, todo ya linda con hoteles y villas.
Por la tarde escapada al pueblo de
El Limón para visitar a un amigo y tomar algo en el
Arroyito, donde había animación pero no excesiva, gracias a que era día entre semana, los domingos aquello se pone a tope. La excursión a la famosa cascada quedó pospuesta para otra ocasión porque el día siguiente estaba dedicado a visitar Santa Bárbara de Samaná, Playa el Valle y Cascada Lulú.
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Día siguiente, parada breve para repostar en la capital de la península de Samaná, fotos en el malecón y Pueblo Príncipe, y seguimos camino a El Valle. Parada y camino a pie para ver
lo que fue la Cascada Lulú, y digo bien, porque aquello está completamente seco –ya nos lo habían advertido pero quisimos comprobarlo- y al parecer lleva así 8 meses. La culpa al parecer es de las escasas lluvias y sobre todo de una presa que han construido río arriba, que hace que únicamente cuando llueve mucho y suelta agua la cascada se parezca algo a lo que fue, así que a los que piensen ir yo les recomiendo que no pierdan tiempo en eso.
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Eso sí, no se si porque ese era el único acceso a la cascada o porque aprovecharon que había visitantes, una señora que nos hizo de guía nos llevó de camino a conocer un hotel en plena selva, con habitaciones entre las ramas de árboles gigantes, un sitio espectacular para quien quiera estar en pleno contacto con la naturaleza y pasar al menos una noche allí:
Dominican Tree House Village www.booking.com/ ...ge.es.html
Algo mas adelante se llega a
playa El Valle, espectacular, ya conocida por fotos, agua limpia aunque empezando a subir la marea estaba un poco revuelta. El camino esta bastante mejor que el de Cosón.
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Comimos en el chiringuito de Miguelina, buen pescado fresco, buen marisco y buen precio, no recuerdo exactamente cuanto fue pero sí que no nos pareció caro. Declinamos hacer una excursión en lancha a playa Ermitaño con su marido porque ya no íbamos a poder estar mucho tiempo y porque se levantó un fuerte viento que hasta arrancó de cuajo la rama de una mata, y no nos pareció buena idea hacer una travesía en esas condiciones, otra cosa que ha quedado pendiente.
La idea era al llegar de vuelta al pueblo de El Limón llegarnos a playa Morón, pero la visita al hotel ese de las habitaciones en los árboles nos entretuvo demasiado y nos quitó tiempo para todo lo demás, una de tantas cosas que sobre la marcha te cambia los planes; así que directos de El Valle a Las Terrenas intentando que no se nos hiciera de noche por el camino, justo 1 hora y 20 minutos del tirón. Playa Morón quedó pendiente junto con playa Ermitaño y la cascada de El Limón, así hay una excusa para volver por Samaná. Aparte de eso Las Galeras y playas de aquella zona como Rincón, Madama y Frontón, estaba casi descartado para este viaje, otra excusa para volver.
Al siguiente día tocaba entregar la jeepeta; de Las Terrenas a Puerto Plata, parada técnica en Nagua para reponer fuerzas y nivel de Presidente en el Choripán, retención cerca de Gaspar Hernández por una huelga , con cientos y cientos de metros de carretera regados de piedras y cristales rotos, la policía fusil en mano y todo el mundo con cara de pocos amigos, se palpaba la tensión en el ambiente. Había que entregar el coche antes de las 5 de la tarde, llamamos de camino para decir que íbamos muy justos, nos dijeron que no había problema, que fuéramos tranquilos. La jeepeta se portó fenomenal y gastó poca gasolina, cosa que me sorprendió lo bien reglado que tenía el consumo, que otras veces no ha sido así.
Noche en PP y salida nocturna a cenar y un poco de desmadre en
Pure, discoteca de moda.
Al día siguiente vuelta en Caribe Tours, enorme tapón al llegar a Santo Domingo en hora punta y asombrosa manera de abrirse paso un mastodonte de ese tamaño entre tal cantidad de coches, cambiando de carril a cada momento como si tal cosa. Tarde y noche en la capital con visita a algún local de moda, música tecno house, demasiado ruido, pronto de recogida, que al día siguiente queremos salir pronto para apurar los dos últimos días en Boca Chica esperando la salida de nuestro vuelo de vuelta.
Nos lleva Jesús, taxista de confianza súper honrado servicial y amable, coche hasta las trancas de maletas, él paga el peaje de la autopista y nos cobra 1000 pesos, le dimos una buena propina. Por el camino, como la autopista de Las Américas bordea el mar, vemos flotando enormes manchas marrones que una de dos, o son fugas de combustible de algún barco o son bancos de algas; efectivamente, son algas que tienen completamente impracticable la playa de Boca Chica, entre las que hay en el agua y los enormes montones acumulados en la arena. Nos dicen que lleva casi una semana así, pero nadie se preocupa, es un fin de semana largo porque la fiesta del 1 de Mayo la han trasladado al lunes 4 y la playa está abarrotada de gente, ambiente dominicano total, las familias se llevan grandes ollas con la comida y pasan el día en la playa, es un maremágnum de gente, música, jaleo, menos mal que un hamaquero que ya nos conoce nos reserva siempre un sitio algo reservado de tanta bulla y podemos estar medio tranquilos viendo el ambiente y tomando nuestras Presidentes bien frías.
Al día siguiente lunes las algas han desaparecido como por arte de magia, se ve que ya tocaba un cambio de dirección de las corrientes marinas y se las llevaron a otro sitio; el ambiente y la algarabía siguen igual o mas que el día anterior.
Nuestro vuelo de vuelta había atrasado su salida hasta las 21,25 cosa ya sabida desde hacía un mes que lo comunicó la agencia de viajes, nos vino bien porque ganamos una hora y pico mas para preparar las maletas y apurar hasta el último minuto, lo que a su vez nos costó sufrir un enorme tapón camino del AILA por la gente que regresaba del puente, menos mal que el que nos llevó era un avispado que ni sé como se las arregló para metiéndose por sitios inverosímiles llevarnos a tiempo a la terminal de salidas.
El vuelo salió con mas de media hora de retraso, pero se ve que el comandante pisó el acelerador a fondo porque no solo recuperamos ese tiempo sino que llegamos a Madrid con tanta antelación que tuvimos que estar casi 20 minutos dando vueltas en el aire esperando autorización para aterrizar, pero bueno, todo se desarrolló con normalidad, el equipaje no tardó en salir tanto como otras veces –los vuelos procedentes de Santo Domingo son de los considerados “calientes” y a veces los equipajes los deben mirar con lupa y tardan mucho en salir las maletas- y fin del viaje, aunque no del todo porque por mi parte todavía me quedaban unas horas hasta mi casa.
Ese fue a grandes rasgos mi cuarto viaje por libre a la RD; viajar por libre a la República Dominicana es una de las cosas que se debería hacer al menos una vez en la vida, por muchos motivos que van mas allá de sus bellas playas y su verde naturaleza, aunque no discuto que una o dos semanas de relax en un Resort también esté muy bien, pero indudablemente no se conoce la auténtica y verdadera realidad del país. En ningún momento de ninguno de mis cuatro viajes me he sentido en peligro, si bien es cierto que siempre actúo con unas elementales y básicas medidas de seguridad. Mi idea es mas pronto que tarde pasar un invierno al calorcito del Caribe y probar lo que sería la vida de residente, que quieras o no siempre es distinto a ir de vacaciones.
Termino copiando lo que alguien escribió en este foro hace tiempo, que para mi es digno de ser enmarcado porque resume a la perfección como son las cosas:
"La RD es como es. Ni bueno ni malo. Simplemente es otra cultura que no podemos comparar con la nuestra porque se ha desarrollado por un camino distinto y ajeno al nuestro. Solo debemos tratar de entenderla despojándonos de nuestros arquetipos occidentales. En la medida que nos resulte posible".
Amén.