¡Buenas!
Acabo de volver de mi maravilloso viaje a Tailandia y Camboya. En 25 días nos han picado a mi pareja y a mí siete u ocho mosquitos a cada uno, y esto teniendo muuuucho cuidado. Nos empapábamos de antimosquitos con DEET (Relec extraforte y, cuando se nos acabó, los que venden allí) y por encima de la ropa nos echábamos Halley; lo llevábamos en la mochila y si veíamos que hacía falta al cabo del tiempo repasábamos; además, compramos en el 7 Eleven un par de antimosquitos eléctricos para enchufar en la habitación (no los tenían por medio y hablaban un churro de inglés, pero con un "mosquitos, electric" nos hicimos entender) y hasta llevábamos espirales, que usamos solo un par de veces.
Hicimos la prueba y después de echarte el mejunje los mosquitos se acercaban pero se quedaban a unos centímetros de distancia de la piel, ¡funciona!
El caso es que te pillan cuando menos te lo esperas: cuando has salido del agua de la piscina o del mar, cuando entras en la habitación del hotel después de todo el día de viaje y te desnudas para ducharte o cambiarte...
Lo de la manga larga y el pantalón largo está muy bien hasta que ya no puedes más del calor. Me acuerdo de haberme puesto la camisa de manga larga antimosquitos para ir a ver el amanecer a Angkor Wat y sudar tanto y pasarlo tan mal que al final dije: "A la porra, que me coman si quieren". El antimosquitos líquido fue suficiente. Lo malo que tiene hacer eso es que si tenéis la piel sensible al final os pasará lo que a mí, que los últimos días de las playas me picaba la piel cuando estaba dentro del agua que era una cosa mala, sobre todo en los brazos, donde más me había estado echando.
Nos llamó la atención que había muchas familias holandesas y francesas con niños y los pobres iban cosidos a picaduras. No le daban la más mínima importancia ni se echaban nada.
Una cosa es no obsesionarse y otra cosa dejar que a tu hija de ocho años se la coman viva, pero, oiga, tiene que haber de todo. Lo cuento porque decíais por aquí que no hay que obsesionarse, y es verdad, aunque entre pasarse y pasar está ser precavido, digo yo...
Las ronchas son aparatosas y pican mucho, pero nosotros encontramos un ungüento mágico que nos recomendaron en Chiang Mai Juanjo y Silvia, una pareja con la que coincidimos, y que verdaderamente funcionó.
(Por si me leen, ¡gracias!). Lo venden en la mayoría de los 7Eleven y tras comprarlo y usarlo la primera vez el Afterbite fue a la basura. Hasta nos hemos traído unos cuantos botecitos. ¡Os lo recomiendo encarecidamente!
PD: Tengo una minimano, la lata es chiquita y aún había otra más pequeña.
PD2: Se me olvidaba. En un minimarket de Khao Sok encontramos un antimosquitos con ¡95% de DEET! Lo compramos, pero solo pudimos echárnoslo una vez. La piel nos ardía.