Hola Mabelm, te contesto en abierto, por si algún compañero le puede interesar nuestra experiencia en Egipto del pasado diciembre. El plan y organización del viaje nos lo montamos con la colaboración de un guía recomendado en este foro, él se llama Mostafa Ahmed Said, nosotros sacamos los vuelos de ida i vuelta desde Madrid y el Cairo, y él ya nos reservó vuelos internos, crucero, hotel, visitas, guías locales, etc, todo hablado y acordado según su recomendación y nuestro ritmo y elección. Ampliamos 2 días nuestros viaje y aún así no nos salió más caro que un "viaje organizado con una operador de España" fue un acierto esta decisión, que la dudamos, pero nos fiamos de este foro y opiniones particulares que contacté.
Nuestro itinerario y recorrido fue el siguiente:
Día 1, salida de Madrid al medio día, llegada a El Cairo y enlace directamente con el vuelo hacia Luxor, alojamiento en hotel de Luxor.
Día 2, Recorrimos el Valle de los Reyes, con visita al templo de Hatshepsut, entrada a tres tumbas incluidas en la visita normal y a parte pagamos para entrar a la de Seti I, cara pero nos gustó mucho. Vuelta al Hotel por la tarde, alojamiento en el mismo hotel.
Día 3, nos fuimos a Abydos y Dendera, hay que hacer bastantes kilómetros, pero merece la pena, sin lugar a dudas, 2templos con mucho que ver y observar si el guía, como fue nuestro caso, sabe de lo que van esos Templos, muchos misterios e historia que contar de ellos. Además durante el viaje se pasan infinidad de pueblos donde se aprecia el Egipto de verdad. Llegamos por la tarde ya al barco, donde pasamos nuestra primera noche a bordo y cenamos allí. Después de cenar, nos dimos una vuelta por La Corniche y vimos el Templo de Luxor iluminado desde fuera. Todo eso está pegadito al barco.
Día 4, Por la mañana hicimos las visitas al templo de Luxor y después al templo de Karnak, maravillosos, los dos. Antes de comer embarcamos y el barco zarpó sobre las 15 h. Como el tiempo acompañaba, nos subimos a cubierta y nos echamos una siestecita en las hamacas al sol. Vimos anochecer y ya de noche (la sorpresa, los vendedores desde las barcas, dignos de ver, comprarles es toda una experiencia, unas risas y unas chilabas tiradas de precio, a mi me empezaron pidiendo 50 € por dos y le acabé pagando 13 €) y a las 12 de la noche pasamos por la esclusa de Esna, no os perdáis el trasvase.
Día 5, amanecimos en Edfu, muy temprano nos recogieron en calesa para ir al templo de Edfu, precioso y lo de calesa, toda una experiencia, unos 15 minutos, más o menos, depende de lo loco que vaya. Volvimos al barco antes de comer y zarpamos río arriba, sobre las 16 h, llegamos al templo de Kom-Ombo, vimos el templo, el museo de los cocodrilos y el amanecer desde allí, todo eso está pegadito al barco. Zarpamos y nos colocamos las chilabas porque esa noche es la cena de las chilabas. Muy divertido, después había fiesta típica, con bailarines e instrumentos étnicos. Nos fuimos pronto porque al día siguiente había que salir a las 4:30, de la madrugada.
Día 6, amanecimos en Aswan y con bolsas de picnic cada uno desembarcamos para tomar camino a Abu Simbel, unas tres horas de carretera, vimos amanecer en el desierto, llegamos a las 8:30 al templo, hicimos una parada para tomar un café y pasar al baño, en un chamizo del camino. Cuando llegamos a los templos, estaban hasta la bandera, no son enormes y no se podía transitar por ellos, allí estábamos todos los visitantes de ese día, juntos, una locura.
Importante, si no váis en época calurosa, insistir al guía para retrasar la visita, 2 horas, salir de Aswan sobre las 6 h, veréis los templos, prácticamente solos. En cuestión de una hora, desapareció todo el mundo, si supiera cómo enviarte una foto, verías cómo la foto de llegada estaba la explanada llena y una hora y media después, cuando nos íbamos, prácticamente vacía. Una pena. Así tampoco habría que pegarse el madrugón ni llevar el desayuno en una bolsa, daría tiempo a desayunar en el barco. La carretera no la cierran a los turistas hasta las 17:00, con lo que dá tiempo de sobra. Comimos en el barco y a las 16:h nos fuimos a ver el Templo de Philae, en una isla cercana a la presa antigua, una preciosidad con la puesta de sol desde allí. Después nos metimos en una tienda enorme y maravillosa de perfumes, antes nos preguntó Mohamed, nuestro guía desde Luxor, si queríamos. Fuimos y nos gustó mucho, compramos, claro. Noche y cena en el barco, la última.
Día 7, dejamos nuestra maletas en la recepción del barco y nos fuimos a hacer la excursión más especial que tuvimos en ese viaje, con una barcaza para nosotros sólos, éramos seis, nos acercamos al pueblo Nubio, al turístico, como era muy temprano, aún no había turistas y los vendedores de los ciento de puestos, no estaban, por lo que nos dimos un relajado paseo por las cuatro callejuelas del poblado, una gozada.
Pero para disfrute lo que hicimos después, embarcamos otra vez y nos dirigirnos a la orilla de enfrente, allí nos esperaba un Nubio que nos guío con orgullo por su poblado auténtico, nos encontramos con sus vecinos jugando en la puerta de sus casas, mujeres a sus labores, entramos la única tienda del poblado, sus pequeños en la escuela, donde nos regalaron unas canciones hermosas, cómo disfrutamos. Después el lugareño nos invitó a tomar un té en su casa y ver cómo vivía con su familia, también. Esta visita será una de las vivencias de este viaje a Egipto que no olvidaremos, por auténtica y agradable.
Aún no ha terminado, de regreso a la barcaza para volver a Aswan, nuestro Mohamed nos sorprende haciendo un trasbordo en medio del río, a una faluca, sí los barcos típicos del Nilo, los de la vela, enorme, pues así llevados por la suave brisa y el buen hacer del marinero que gobernaba la faluca, llegamos al puerto de Aswan, donde nos esperaba el vehículo ya, por lo que rápidamente recogimos las maletas del barco y nos llevaron al aeropuerto, despedida sentida de nuestro guía y mil agradecimientos, le dimos una buena propina ya que nos había acompañado mucho y bien, quedamos encantados con Mohamed, no tengo más datos de él.
Al cabo de una hora y poco de vuelo, llegamos a El Cairo, donde nos esperaba ya Mostafa con un conductor y un minibus para los ocho que íbamos, aquí también venía la pareja de argentinos. Alojamiento en el hotel, en el centro de El Cairo, el Ramses Hilton, ya hice una valoración en el foro, un 5 estrellas que en España sería un 3 estrellas, las instalaciones están algo viejitas, las vistas espléndidas y el bufet muy bueno, si es que llegáis con el estómago en condiciones de disfrutarlo, nosotros, el que más o el que menos, andábamos un poco tocados, por lo que moderamos mucho lo que comíamos. Después de acomodarnos y antes de cenar nos "atrevimos" a dar una vuelta por la zona para ver si encontrábamos algún lugar donde cenar, ya que en la ciudad ya no teníamos la cena o almuerzo incluidos, QUÉ LOCURA¡¡¡¡¡¡ el tráfico en la ciudad, todo lo que os cuente es poco, hay que vivirlo, para cruzar las calles que por todos lados rodean el hotel, hay que echarle mucho, mucho valor y arrimarse a algún lugareño y lanzarse con él a la calzada y seguirle el ritmo, al cabo de un par de días le coges el aire y hasta te diviertes. No existen semáforos ni paso de peatones, aunque dudo que los respetaran, si lo hubiese.
Día 8, nos recoge nuestro guía durante los dos días que estaremos en El Cairo, José, una persona cordial, muy cercan y con muchos recursos fotográficos, si vais con él ya sabreis por qué os lo digo esto último. Pero sin embargo echamos de menos a nuestro Mohamed y sus conocimientos, en algunas ocasiones y preguntas que le hicimos a José.
Lo primero que visitamos fue el Museo, muy cerquita del hotel. Nos dejó sin palabras por varios motivos, todo el arte que tiene allí recogido, su valor, su importancia y su forma de exponerlo, le hace mucha falta una buena limpieza y mucho espacio para apreciar todo lo que allí tienen, eso se solucionará con la apertura del Gran museo que están preparando en la zona de Giza.
Después nos llevó a recorrer la Ciudadela, su mezquita y el mirador de esta hacia la ciudad, magnífico. Después nos fuimos a la zona de las iglesias Coptas, vimos tres y una sinagoga, muy bien conservadas todas. Después nos llevó a comer a un sitio preparado para turistas, el bufé típico, sin más.
Después nos dejó en el hotel y parte del grupo nos cogimos desde allí un taxi hasta el Zoco, Khan Al-Khalili, nos divertimos un montón regateando por unos manteles y unos frascos de perfume, he decir que nos sorprendió que aquí fueron bastante menos agobiantes los vendedores que hasta lo visto en las zonas del crucero. Vuelta en taxi al hotel donde nos esperaban el resto del grupo para ir a cenar a un restaurante por la zona del hotel que José nos recomendó, todo un acierto, a 15 minutos andando por zona auténtica de allí, pero que en ningún momento nos sentimos perdidos ni amedrentados, llegamos a un restaurante llamado Abou Tarek, un lugar totalmente de autóctonos (éramos los únicos turistas) donde solo sirven koshari, un plato egipcio consistente en una mezcla de pasta, arroz y lentejas, al que se le añade cebolla crujiente, tomate frito, limón y salsa picante (opcional, claro). Estaba bastante rico, pero además es baratísimo: por 2€, plato grande, botella de agua y pan de pita. Con la panza llena nos fuimos a dormir que el día siguiente nos esperaban las estrellas del viaje, las grandes pirámides.
Día 9, José nos recoge a las 7:30 del hotel y nos vamos a Menfis, donde vemos la gran estatua de Ramsés II tumbada y el pequeño museo al aire libre, con un aire fresco y desagradable. Nos vamos hacia la zona de Saqqara, aquí vamos a ver por fuera la pirámide escalonada, entramos al complejo funerario de Zoser y entramos a la tumba de Unas, nos gustó mucho, su angosto acceso, no se hace largo y es muy transitable. Después a petición nuestra y pagando las entradas a parte, 8 €, nos fuimos a ver algo que teníamos mucha curiosidad, El Serapeum, unas tumbas soterradas con grandes sarcófagos de basalto, que tienen muchos misterios por resolver, ¡cómo echamos de menos a nuestro Mohamed del sur¡ José, ni sabía ni quería saber; el guarda que nos acompañó en todo momento por las enormes galerías de este recinto, nos decía cosas señalando inscripciones de los sarcófagos, pero José no nos tradujo en ningún momento, se ve que el tema no le mola. Se me olvidó comentar que José, los dos días, buscó momentos para ir a hacer su oración.
Lo del Serapeum, yo lo recomiendo mucho, además estuvimos prácticamente solos con el guía y el guarda.
Después por fin nos fuimos a ver las grandes Pirámides, todo lo que os diga es poco, si os las imagináis grandes...lo son más. Increibles. No entramos en la de Keops, había larga cola y además con lo ya visto nos dijeron que no merece la pena y es muy agobiante el acceso con tanta gente. Dimos un paseo e hicimos fotos cerca de la de Mikerinos, vimos los sillares del revestimiento que aún conserva esta en la parte inferior, impresionantes.
Después nos fuimos al mirador donde se aprecian las tres pirámides juntas. Muchas fotos y después nos fuimos al recinto donde está la Esfinge, me decepcionó un poco, porque está como muy encajonada, también es que había mucha gente allí, en ese momento, era viernes, día festivo para ellos.
Para terminar por allí nos llevó a comer a un restaurante cercano, también preparado para turistas pero esta vez estaba bien la comida, solo podía elegir pollo o cordero a la parrilla, perdonad pero no me acuerdo del nombre.
Después de comer nos llevó al Hotel y nos despedimos de José no sin antes recomendarnos un estupendo restaurante para cenar esa noche, así que después de descansar un rato, rehacer nuestras maletas porque al día siguiente nos vendrían a recoger temprano para llevarnos al aeropuerto, nos fuimos al restaurante egipcio llamado Felfela, con una gran variedad de platos típicos. Os recomiendo probar cualquier variedad de Falafel y también un postre llamado Omm Ali.
De vuelta al hotel andando y por la mañana temprano nos recogería el conductor de hoy para llevarnos al aeropuerto.
Día 10, vuelo a España y fin de nuestro maravilloso viaje a Egipto de lo que tiene mucha, mucha culpa nuestro amigo Mostafa, que nos hubiera gustado poder estar más con él, pero sólo nos acompañó en la llegada del primer día y en la llegada a El Cairo cuando regresamos de Aswan, no volvimos a verlo, pero en todo momento contactamos y nos contactó por wassap o llamada y todo el recorrido fue como lo habíamos planeado y programado, no falló nada, todos los guías y coches super puntuales, las citas y entradas acordadas, estaban a punto, un 10 para nuestro organizador local, Mostafa Ahmed Said, sólo agradecimientos para él.
Espero no haber cansado mucho al personal con este relato tan extenso, pero es que me pierde, nos gustó tanto este país, nos queda tanto por ver...volveré seguro.
De todos modos, os dejo el enlace a un diario que mi hija hizo del viaje donde también incluye fotos.
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