Hola Viajeros!
Recien llegada de Napoles, costa Amalfitana y Plugia. Con un sabor agridulce.
Hemos pasado tres noches en cada sitio y otra de vuelta en Napoles.
No hemos tenido buena experiencia ó buena suerte como se quiera ver.
El apartamento que tenía reservado en Napoles desde Enero, nos lo cancelaron una semana antes de llegar (Anima migrante), por lo leído en el foro no soy la única. Lo que nos supuso buscar a última hora otro que nos salio el doble de precio.
Nada mas llegar a Napoles teniamos reservado un coche de Alquiler con Avis desde España, y en la oficina de Avis de Napoles no les aparecía pagado. Nos tubieron dos hora allí, con muchisima gente con problemas similares al nuestro, con 40°, y salimos con coche y un bloqueo en la targeta de 1.300€. El importe que tenia yo pagado en España era de 360 y allí nos estimaron unos 900 €, que finalmente quedo en 680. Es una auténtica Mafia la oficina de Avis en Napoles. En fín..... Ya con estos antecedentes, pues sí la Ciudad tiene un patrimonio impresionante, pero es una ciudad muy sucia y poco amable con el turista.
No he tenido sensación de miedo pero sí de que me la estabán pegando continuamente.
Quisimos coger el ferry para ir a Procida y de las dos navieras que hacen la ruta, ojo están en el puerto a 1 km. Una de otra. Caremar publica los precios en internet y SNAV, los publica 6 horas antes de la salida. Esta última a finales de Julio 40€/persona, otro atraco!!!
Sobre la costa Amalfitana, la hemos podido recorrer con el coche, dejandolo en los parkings que hay en cada pueblo (8 €/hora en Positano, 7 €/h. En Amalfi) y vas al baño del parking y es peor que ir a mear a un tugurio en fiestas.
Sin duda es un sitio precioso, incomodo para moverse por su orografía y la cantidad de turismo que tiene. Nos alojamos en Pogerola, que es como una aldea que pertenece a Amalfi, y se encuentra justo encima a una altitud de unos 500mts. Hay parking gratis en la aldea y también un bus con bastante frecuencia para ir a Amalfi. También aquí tubimos percance con el casero, que cuando nos ibamos dejó de funcionar la bomba del inodoro y nos amenazó con pasarnos la factura del fontanero. Jejeje
La ruta hacia Plugia con el coche, cruzando los apeninos es una maravilla. Unos bosques frondosos, un verde impresionante.
Nos alojamos en Monopoli, y es donde mejor nos hemos encontrado. Pueblos muy bonitos, Limpio, asequible y gente amable.
En su favor tengo que decir, que comimos muy bien y con precios razonables en todos los sitios, incluso en la costa Amalfitana.
Posiblemente poder visitar en otras fechas, fuera de los meses de verano, mejore mucho la experiencia.
Saludos viajeros!!!!
Qué mala suerte, vaya carambolas..
Yo con el tema alquiler de vehículos en países del sur he tenido bromillas de esas, nunca es el precio, nunca está el coche, siempre hay un pero... De hecho esta ves en Lecce nos pedían más por la moto de lo que decían.
Lo que me dejó mosqueada fue el recepcionista del hotel en Nápoles con las tasa, mi reserva ponía que eran 18€ y el decía que 21€, que había subido de 3€ a 3,5€ , pagamos los 3€ por no discutir y porque bueno, recién llegados no sabíamos de que iba la gente, pero es raro que suban las tasas y no lo comunique la agencia, y que no mantengan el precio que te dijeron de inicio, no es algo que se cambie en pleno verano. Así que creo que el recepcionista se saca un extra por reserva...
Recién llegados de Nápoles y Pompeya y vengo a recomendaros una actividad que, sino me equivoco, no he leído por aquí.
Napulitanata: Se trata de un concierto de 1h / 1h15 minutos de canciones tradicionales de Napoles. A nosotros nos encantó, había muy buen ambiente y te dan información sobre cada canción. Además, es participativo y también sale a bailar gente del público! Salímos de allí super contentos y con las canciones en la cabeza durante todo el viaje. Genial para conocer un poco más sobre la historia de Nápoles.
El precio de la entrada es de 15€ y te dan una consumición gratuíta. El sitio está delante de la entrada principal del Museo Arqueológico (se ve rápidamente porque hay unos roll ups de información). Consejo: reservar con antelación ya que la sala es pequeña y se llena rápido!
Recuerdos del viaje a Nápoles entre el 9 y el 13 de enero del 2025.
Seguro que también os ha pasado a vosotros alguna vez, sentir cómo las estrellas se han alineado en una configuración especial, positiva o negativa y te sientes sumergido en un malestar que se te pega a la piel y no puedes eliminar.
Eso es más o menos lo que nos pasó a Lluïsa y a mi, en el viaje a Nápoles el pasado enero del 2025.
Hacía meses que habíamos contratado a través de eDreams el vuelo con Vueing, el coche de alquiler y el hotel, además de la compañía que recogería nuestro vehículo en el aeropuerto, de esta manera el mismo lunes tendríamos todo el día disponible para turistear ya que llegábamos a Nápoles a las 9:30a.m.
A las 5:30a.m. Nos levantamos según lo previsto, el avión salía a las 7:40 a.m. Y viviendo a 40 minutos del aeropuerto teníamos un margen para imprevistos de media hora que me pareció suficiente ya que a esas horas el tráfico era muy fluido.
Felices como perdices salimos dirección al aeropuerto. A mitad de camino teníamos que llamar a la compañía para que recogieran el vehículo, pero no encontrábamos el número de teléfono y por algún motivo tampoco podíamos buscarlo por Internet. Empezaba la presión. Tendríamos que haber parado, buscado en el equipaje el papel donde estaba anotado y haber llamado, peeero, consideramos que los 30 minutos de margen que teníamos eran más que suficientes para dar tiempo a llegar al conductor, además, mientras Lluïsa esperaba su llegada yo facturaría la maleta y en realidad sólo perderíamos unos diez minutos.
Dicho y hecho, me dirigí a la ventana de facturación y me encontré con que era automática e inflexible con el kilito que llebaba de más la maleta. Abre, reubica cosas en la mochila y ¡ahora sí! la maleta se desplazó por la cinta, rumbo al avión. Y -si la maleta sube al avión- dicen los mitos que tú no te quedarás en tierra, ya que tendrían que descargar la maleta. O los dos o ninguno.
Más tranquilos, me reuní con Lluïsa que ya había entregado el coche y nos dirigimos al control de seguridad, (donde a las 6:20 a.m. Es hora punta). Tardamos más de lo esperado y ya íbamos mirando el reloj, aunque confiando en que si la maleta había entrado nosotros tampoco tendríamos problema.
Pero sí había problema, para llegar al avión había que usar un autobús, que ya había marchado. Al parecer, en esos casos son super estrictos con los horarios. Protestamos, argumentando que la puerta de embarque está entre las más alejadas de la terminal y no habíamos tenido tiempo para llegar, pero no hubo manera.
Nos indicaron que la maleta la deberíamos recoger en una cinta determinada (la número 3), donde esperamos cerca de una hora sin que la cinta se moviera ni una sola vez. Preguntamos a una persona de Vueling y nos dijo que si la maleta no había salido por la cinta es porque se había ido con el avión, independientemente de lo que dijeran en la puerta de embarque, ya que era prerrogativa del piloto del avión cargar o descargar la maleta. Obviamente no nos lo podía asegurar, con lo que nuestra maleta podía estar en cualquier parte.
El problema era que, si la maleta estaba en España y viajábamos en otro vuelo, nos encontraríamos en Nápoles sin maleta y, viceversa, si renunciábamos al viaje (Lluïsa estaba amotinándose) y nuestra maleta estaba en Nápoles nos quedábamos sin maleta.
Como la persona que nos aseguraba que la maleta había volado parecía convincente y había otro vuelo al mediodía, nos arriesgamos y lo cogimos.
Efectivamente allá estaba nuestra maleta, en equipajes perdidos. La recogimos y nos dijimos, ¡ya está, se acabó el problema, empezamos las vacaciones!, (ja, ja, qué risa).
En el aeropuerto había que buscar el P5 desde donde llamar a la compañía para que vinieran a recogernos, pero la señalización era fatal. Al final un militar muy amable (que no nos quitaba ojo, por nuestras idas y venidas de un cartel a otro) nos indicó a lo lejos, un punto, en un aparcamiento, al lado de una marquesina de autobús (la p.ta calle, vamos, pero no nos vamos a poner tiquismiquis,¿no?).
Una vez allí, llamamos y esperamos. Los taxistas de la zona se ofrecían a llevarnos e incluso uno amablemente llamó a la compañía para ofrecerse, pero al parecer el nuestro ya estaba llegando y así fue. Tras un par de kilómetros de recorrido por un itinerario urbano bastante deprimido, llegamos a una explanada de tierra donde no se veía ningún vehículo para alquilar y donde un contenedor de obra hacía de oficina. El sitio perfecto para hacer desaparecer sin rastro a dos turistas despistados, pero no les hacía falta tanto, son mucho más sofisticados.
Resulta que la contratación la había hecho Lluïsa pero me había puesto a mi como conductor, gran error ya que, a pesar de pensar que lo llevábamos todo atado, bien atado y ya pagado (seguro a todo riesgo con fianza y un seguro adicional que cubría la fianza y las restricciones del primero) por alguna cuestión sutil el cambio de conductor o de pagador nos costaría ¡50€ diarios! o perder el contrato anterior y hacer uno nuevo.
En el fondo creo que es la manera que tienen para convencernos delicadamente de que no usemos coche en Nápoles, y al final se lo agradecimos, el transporte público funciona razonablemente bien (para ir a Pompeya, por ejemplo), para la ciudad las distancias no son exageradas para ir andando y con la debida planificación el autobús turístico nos puede ser muy útil.
Notando el aliento en la nuca que nos indicaba que querían darnos por...ahí... Nos largamos. Nos pidieron un taxi y nos indicaron que el trayecto al centro era de unos 20€.
Ya en el taxi, según se empieza a mover, Lluïsa comentó lo de los 20€ y el taxista nos dijo que no, que serían entre 28 a 30 a los que había que sumar 1,5€ por la maleta, 0,5€ por cada pasajero, más....no pudo seguir , Lluïsa gritó (gritó, pero bien) "pare el coche inmediatamente que nos bajamos". Por lo visto, el conductor estaba más que acostumbrado a esas circunstancias y no se alteró, intentó empezar a explicar no se qué pero Lluïsa ya se estaba bajando, así que intenté zanjarlo ofreciendo al taxista los 20€ y al final acordamos que le pagaríamos 22€.
Reconducida la situación, sobre las 15:00 horas, el taxi nos dejó en la Plaza Bovio, donde se alzaba el bonito edificio de la fotografía del hotel.
¿Hotel?, ¿qué hotel? La planta 3ª del edificio es un alojamiento turístico, desatendido (no hay nadie), en el que tienes que hacer un "autochecking" siguiendo las inservibles instrucciones que aparecen en un cartelito al lado de la puerta, en el teléfono indicado no atendía nadie (¿estarían comiendo?) y tampoco había wifi. Pensamos que quizás fueran nuestros móviles que no activaban el roaming.
A grandes males...
Como en todos los viajes, yo llevaba una tablet con los documentos del viaje, tarjetas de embarque, planos de la ciudad, guías de Pompeya, etc, etc, y sin tarjeta SIM. En otros países como Cabo Verde o Azores, existían tarjetas para datos que por 10€ te daban un buen puñado de gigas, muy útiles (siempre que hubiera cobertura, claro), así que pensé que no habría problema.
No fue fácil, pero tras varios intentos,llegué a una tienda de Vodafone donde, efectivamente, tenían las tarjetas de 10€, peeero...en esta ciudad siempre hay un "peeero", el alta de la tarjeta eran "40€, sólo la primera vez", así que si quería Internet tendría que pagar 50€. No se qué cara pondría yo, pero una compañera de la que me atendía le indicó alguna "oferta de 40€", que con el alta ya incluía datos, poquitos 10 o 20Gb, pero que seguramente me serían suficientes. Como yo estaba "pillado" acepté y, además, no se si voluntaria o involuntariamente, la empleada hizo el alta no para datos, sino un alta convencional de voz y datos que incluía 300Gb y que costaba ¡30€!.
Cobertura 0,0. Aunque en el patio de entrada al edificio (no la entrada que da a la plaza, sino el patio interior desde donde se entra a los distintos portales y rodeado de altos muros por todas partes) e incluso en la primera planta, la cobertura era perfecta, al llegar a la 3ª el medidor de cobertura bajaba a cero. El edificio tiene un guardia de seguridad, así que fui a pedir ayuda, pero de una manera desagradable dicho guardia me dijo que él no trabajaba para esa empresa. Intuyo que esa comunidad está hasta las narices de los turistas (como en muchas otras grandes ciudades) y no podía esperar ayuda por ahí. Llegué a pensar que la falta de cobertura en la 3ª planta podía ser causada por un inhibidor que haya colocado la comunidad.
Sacamos una foto del cartel con las instrucciones del "autochecking" y con la tablet -desde la calle- intentamos seguirlas. Pero la clave que nos había enviado eDreams no funcionaba y el teléfono de contacto -aunque ya no era hora de estar comiendo- seguían sin atenderlo. Por este lado, habíamos cerrado todas las puertas.
Moverse en una ciudad que no se rige por reglas racionales sino por reglas depredacionales resultaba mentalmente agotador, pero ahí estábamos Lluïsa y yo (y un maletón enorme) , vapuleados pero no vencidos, sentados en las escaleras y en la puerta de una tercera planta de un edificio de Nápoles.
Buscando en Internet (bendita tablet) y con alguna pista que nos dió eDreams, nos dimos cuenta de que ese "hotel" es una red de alojamientos tipo B&B y que todos los "checkings" estaban centralizados en una oficina a pocas manzanas de distancia, desde donde daban servicio a casi 30 "hoteles". Para nosotros primero era un hotel con su recepción y servicios de hotel, luego era un autocheching y ahora no teníamos claro lo que habíamos contratado.
Ya eran más de las 20 horas y estábamos cansados, pero para allá nos fuimos arrastrando la maleta (que tiene una rueda "pinchada" y mete un ruido que parece un motor a reacción) así que desapercibidos no pasábamos.
Por fin, personas.
El local era algo parecido a una recepción cutre, dos chicos jóvenes atendían el mostrador mientras una tercera persona, de sexo incierto, estaba indolentemente tirada en una silla, jugando con el móvil y ausente de todo lo demás.
Felices de pensar que ya estaba todo camino de resolverse, explicamos lo que nos había pasado a lo que se encogieron de hombros (ingenuos nosotros de pensar que no lo sabían de antemano) y nos dieron una nueva clave para el autochecking. Firmamos el documento de entrada, como que recibíamos las llaves (sin llaves) y ahora sólo quedaba pagar...¿pagar? ¡pero sí tenemos todo pagado! Pues no, resulta que teníamos que pagar 78€ de no se qué , más 24€ por la ¡¡limpieza!! más 200€ de fianza porrrr si pasaba algo... Insistimos en que teníamos todo pagado tal y como indicaba la reserva de eDreams y entonces intervino la mujer que parecía la encargada (la persona de sexo incierto, una vez de pié resultó una mujer mal vestida, descuidada y enfadada por haber tenido que dejar el móvil) indicando que si queríamos reclamar teníamos que hacerlo a otra entidad dándonos un papel con unos datos totalmente desconocidos para nosotros. Cuando le quedó claro que a esa entidad no íbamos a reclamar, empezó a hacer tonterías como si fuera una niña pequeña, "ñañaña ña ñaaña" . ¿En serio? ¡¡¡Nos estaba haciendo un "chincha rechincha"!!!
Eran casi las 9 de la noche, cansados y sin hotel, pero no aceptamos el chantaje y nos largamos.
Me di cuenta de que no había preguntado el nombre de la impresentable y volví sobre mis pasos, al llegar, la susodicha me impidió entrar cerrándome la puerta en mis narices, pero uno de los empleados estaba fumando en la calle y no pudo escapar, le pregunté por el nombre de la "encargada" y me dijo que se llamaba Cristina, pero que no era la encargada, sino una recepcionista normal.
La caña de pescar tenía el sedal muy largo, eDreams nos llevaba al "P.C. Boutique Hotel Napoli Centro Storico", rimbombante alojamiento que luego hemos visto en otros sitios (Trivago) como "casa de huéspedes P.C. Boutique H. Napoli Centro" o incluso como "pensión". Pero en realidad la empresa es otra, Clapa Group, detrás de la cual aún hay una cuarta que es la que gestiona los ingresos (a la que nos negamos a reclamar). Nos hicieron perder el primer día en su afán de e**(AutoEdit)**a.
Buscamos opciones por Internet y vimos que los hoteles de verdad estaban muy bien de precio, así que nos fijamos en el Palazzo Salgar y por el mismo Internet reservamos una habitación. Paramos un taxi y antes de entrar ya fijamos el precio, 10€ y nos dejó en la puerta del hotel, no sin avisarnos de que la zona del hotel (muy cercana al puerto) no era muy segura, especialmente por la noche.
El hotel era de verdad, bonito, con su recepción, su cafetería... De momento con todo lo que debe tener un hotel. Sólo íbamos a contratar una noche, pero le dijimos a la recepcionista que si la habitación nos gustaba -y el desayuno merecía la pena- nos quedaríamos el resto de los días, como así fue, el desayuno ¡incluido en el precio! era muy completo. Además en la habitación había minibar con un poco de todo y a precios correctos, que nos hizo un gran servicio.
La diferencia de precio con el alojamiento inicial era de poco más de 15€ por noche pero si añadimos lo que nos querían obligar a pagar de más y tenemos en cuenta el desayuno del hotel, el hotel era mucho más económico que la "pensión".
Por fin, tumbados en la cama, decidimos que el plan para el día siguiente sería Pompeya, sí o sí, y tenerla visitada por si decidíamos salir "por patas" de aquella ciudad plagada de ladrones y e**(AutoEdit)**a.
El primer día de vacaciones había sido "intenso" no por todo lo que habíamos visto -nada- sino por habernos sentido durante todos los minutos del día como pescadillas a las que iban echando la red allá por donde pasábamos.
El resto de los días, visita a Pompeya, el Museo y los subterráneos, no se distinguió de los relatos de otros viajeros así que, a sus relatos me remito, el mio acaba aquí.
Recién llegados de Nápoles. Mis conclusiones: es una ciudad apasionante, de esas que odias o amas. Yo soy del segundo grupo. Es ruidosa, caótica, sucia, desordenada, desorganizada y aún así, es difícil sustraerse al inmenso encanto que tiene. Cosas que creo que pueden ser útiles para los que, como yo, llegan a Nápoles por primera vez:
- hemos utilizado la Campania Arte Card 3 días. En principio sólo te permiten 2 accesos gratis pero como todo funciona como funciona en Nápoles, hemos entrado a 3: Pompeya, Herculano y Museo Arqueológico. Yo la recomendaría sin duda.
- gracias a la ArteCard no hemos pagado ningún transporte, más que los ferrys a Capry desde Sorrento y de Capri a Nápoles. El autobús no lo paga NADIE. Bueno, los turistas.
- las iglesias son increíbles. Increíbles.
- es imprescindible reservar en San Severo. Nosotros no lo hicimos y nos quedamos sin poder entrar
- las catacumbas de San Genaro son maravillosas. Visita totalmente recomendable. Con descuento si tienes la artecard y el ticket te permite también entrar en las catacumbas de San Gaudioso.
- Sorrento y Capri me dejaron bastante fría. Creo que no volvería en el futuro.
- nos alojamos en un sitio encantador, en Capodimonte, con unas vistas increíbles y un precio estupendo. Si alguien está interesado en que le dé los datos, que me escriba por privado.
Ahora mismo no se me ocurre más. Si alguien tiene alguna pregunta y yo la sé contestar, lo haré de mil amores.
Recién llegada de Nápoles,dejo aquí alguna información y advertencia que puede ser de interés para futuros viajeros a esta caótica pero increíble ciudad.
Empezaré con el tema TRANSPORTES:
Transporte desde/hacia el aeropuerto: Nosotros para la llegada utilizamos el ALIBUS ,se encuentra fácil, según sales del aeropuerto todo recto se ven las marquesinas, tiene 3 paradas, Garibaldi, otra intermedia (porta Masa) y puerto, dónde nos bajamos nosotros,ya que es la que mejor nos pillaba del apartamento.
Yo tenía cierto reparo en coger este medio de transporte, porque llegamos a las 10 de la noche y ví en Maps que la parada estaba un poco desangelada, en una explanada en el puerto, pero todo fue bien, se bajó otra pareja y nosotros,y enseguida sales a la avenida principal, aparte de que vimos vigilancia en un coche dando vueltas por allí.
Cuesta 5€ y salen cada 15 minutos.
Lo que si hay que tener en cuenta es que para la vuelta hacia el aeropuerto la primera salida desde el puerto es a las 5:30 y nuestro vuelo salía a las 6:50 ,nos pareció muy justito y decidimos coger un TAXI,y eso nos costó un quebradero de cabeza ,porque necesitábamos que nos recogieran a las 5 de la mañana y por tanto reservar el servicio.
Uber , es prácticamente testimonial en Nápoles, en la aplicación solo da opción para cogerlos en la estación central, hay otra aplicación "FreeNow", pero en este caso, solo ofrecían sus servicios a partir de las 7 de la mañana...hay paradas de taxi en los principales puntos de la ciudad,pero claro a las 5 de la mañana improbable que hubiese alguno, y yo me quedaba más tranquila si lo dejaba cerrado con anterioridad, nos quedaba la opción de ir a buscar un taxista a las paradas y negociar directamente con él, pero no me daba mucha confianza este sistema ,al final encontré la aplicación GOXGO ,y es la que nos salvó la papeleta, pude reservar el taxi para el día siguiente por la aplicación y a los 3 minutos me llamaron por teléfono para confirmarlo, el día de la recogida 10 minutos antes me avisaron que ya venía y podía ver en un mapa como se iba acercando hasta nosotros, ya solo me quedaba fijar el precio con el taxista,cosa que prefería para evitar sorpresas y la cosa quedó en 28€,que es lo que había visto en las tablas oficiales de precios de taxi desde nuestra zona,así que nos pareció correcto, y llegamos sin más novedad.
METRO: Sólo usamos la Linea 1, que es la que tiene paradas en los principales puntos turísticos de la ciudad, no hay ningún tipo de bono de viajes, el billete cuesta 1,50€, y lo único que hay es un billete por 4,50€ diarios, que te sirve para viajes ilimitados, pero en el mismo día.
Y aquí viene una recomendación, consultad esta página oficial del transporte de Nápoles (ANM) cuando tengáis pensado usar el metro o cualquier otro medio de transporte, ¿por qué?, pues porque te puedes encontrar que de repente deciden cerrar la línea antes de tiempo, o cerrar cierta estación durante unas horas.
Y eso lo sufrimos en nuestras propias carnes, después de venir cansados de una excusión a Caserta,sacamos el billete del metro en Garibaldi y sorpresa! La bajada a los andenes cerrada, nos tuvimos que ir andando hasta el apartamento, y luego ya consultando esta página, vimos un aviso que decía que durante 3 días la línea 1 cerraría antes (tampoco ponía a qué hora ni el motivo ) ,luego nos fijamos al día siguiente y había unos pequeños avisos en las taquillas y en los luminosos de los andenes,pero claro, sino te fijas...por megafonía no dijeron nada.
Os dejo el enlace en cuestión, dónde publican todas las incidencias
El metro funciona bien, está limpio y tiene bastante frecuencia, no había demasiadas aglomeraciones tampoco,de hecho nos pudimos sentar en casi todos los viajes.
Autobuses no os puedo decir, no los usé.
TRENES REGIONALES - CIRCUMVESUVIANA
Los billetes se pueden sacar o en taquillas o en las máquinas (hay opción de poner el idioma en castellano) así es que sin problema, había leído que no funcionaban bien,que eran impuntuales e inseguros por los carteristas ,pero no ha sido mi experiencia.
Los trenes que cogí a Caserta,Pompeya y desde Sorrento fueron puntuales y no percibí inseguridad,aunque siempre con precaución y estando atento claro, por si acaso.De los que cogimos uno era muy antiguo y el otro no tanto, ninguno con aire acondicionado.
Y aquí tengo que dejar un aviso, en la circumvesuviana no todos los trenes paran en todas las estaciones, y lo malo es que una de ella es HERCULANO,esto trastocó nuestros planes, pues teníamos pensado ver Pompeya y Herculano en el mismo día y dado los horarios nos fué imposible, por lo que si lo queréis hacer así tenéis que mirar muy bien la tabla de horarios, (adjunto enlace) ,en ella se puede ver cuáles son los trenes que paran y cuáles no, el Campania Expres (en rojo en la tabla) si para en Herculano, este es más caro, cuesta 15€ y si tiene aire acondicionado, el otro no llega a 5€ el billete.
Cogimos el primero que sale en la mañana a la 8:35 hacia Amalfi, importante, solo hay ese de la compañía NLG el siguiente sale bastante más tarde, así es que llegamos con tiempo suficiente al puerto para comprar los billetes ,y todo estuvo bastante organizado y puntual.
Después de visitar Amalfi cogimos otro ferry a Positano, en este caso en el mismo puerto compramos el billete , y por último, en Positano cogimos otro a Sorrento, nuestra primera idea era volver también en Ferry a Nápoles pero el último salía a las 17:30h, eso hay que tenerlo en cuenta, porque todos los ferrys de vuelta a Nápoles salen aproximadamente a esas horas, entre 17 y 17:30 con lo cuál si te quieres quedar por allí para aprovechar la tarde,no tienes otro remedio que ir a Sorrento a coger el tren , ya que tiene unos horarios más amplios y el último sale a las 22:00h
Y con esto resumo más o menos el tema transportes en Nápoles, en otro post relataré otros aspectos del viaje que hemos disfrutado mucho.