Recientemente he recorrido a pie este paraje por sendero.
El vehículo quedó estacionado en el
aparcamiento público de la playa El Cañuelo al que se accede por la
N-340. Desde ahí a la playa se puede bajar por sendero y por pista. Elegimos el sendero, después de acercarnos a la diminuta ermita de San Judas Tadeo, donde sorprendimos a unas cabritillas montesas. Vimos unas cuantas durante el recorrido, lo que es indicio de su buena recuperación en estas sierras.
Recorrimos la
playa de El Cañuelo y aquí, me parece a mí, está la mayor dificultad de la ruta para remontar el
Pico del Fraile por un sendero empinado de tierra suelta y pinocha. Tanto fue así, que parte del grupo volvió sobre sus pasos por la playa El Cañuelo hasta la pista, donde hay indicaciones de senderos hacia las calas de las Doncellas y Cantarriján. Más adelante nos reencontramos y dijeron que la alternativa es buena.
La
Cala de las Doncellas tiene una bonita vista aérea y una mala bajada, así que nos conformamos con la primera.
Desviamos del sendero principal (
GR-92) para llegarnos a la
Torre de la Caleta. Esto no presenta dificultad y sí unas buenas vistas.
Encontramos la
Playa de Cantarriján encantadoramente desierta, batida por las olas ¡Y con el chiringuito abierto! Tiempo para la merecida cerveza.
Ni rastro de las cuadrículas de hamacas ocupando la arena que, en calas de esta belleza natural, me parecen una asombrosa falta de conciencia de lo que se tiene. Algunas autocaravanas a la entrada, que esa es otra
Desde aquí se puede ascender a
Cerro Gordo por camino asfaltado en su mayor parte. Nosotros regresamos al aparcamiento por el arroyo primero, y por sendero más adelante. Tampoco esto tuvo dificultad, salvo estar atentos al momento de abandonar el arroyo y remontar la ladera a nuestra derecha. Un track puede venir bien en este momento. El resto se sigue bien, con el GR-92 como referencia.
En esta Semana Santa de tiempo revoltoso, encontramos el paraje muy tranquilo ¡Más cabras que personas! El encuentro entre las sierra y el mar deja una belleza de calas, cuevas, panorámicas...Quedamos encantados (Y eso que venimos de otra bonita, agreste costa y tenemos el nivel alto
)
En agosto, debe ser otra cosa.