carolco Escribió:
Nueva Zelanda: su aislamiento seduce en una era de agitación
Su ubicación remota se vuelve un activo en tiempos del Brexit, Trump y del terrorismo global; el país al fin logra atraer talentos para ser polo tecnológico.
De pronto, por innumerables razones, la opción Nueva Zelanda tiene sentido. El costo de vida es menor que en San Francisco, viajar al trabajo es menos agotador y la política norteamericana, el Brexit y Estado Islámico están en la otra punta del planeta. "Es uno de esos momentos en los que se alinean las estrellas", dice David Jones, director general de la Agencia Regional de Desarrollo Económico de Wellington.
Los recién llegados describen Nueva Zelanda como un lugar más idealista y menos frustrante que otros. "En Estados Unidos me siento totalmente desconectada -dice Alanna Irving, de 33 años, que vino de San Francisco para abrir dos empresas-. Allá veía todo el tiempo cosas con las que no estaba de acuerdo o que me parecían malas para la gente, pero no había forma de cambiarlas."
Es la segunda vez que Nueva Zelanda intenta servirse de Silicon Valley para darle un empujón a su ascendente economía tecnológica.
Nueva Zelanda tiene una población de menos de 5 millones de habitantes y recibe unas 30.000 solicitudes de ciudadanía al año, de las que suele otorgar apenas un puñado.
Todo eso es cierto, pero también te digo que hay mucha gente que no se adapta. NZ tiene muchas cosas buenas pero también tiene muchas (muchas) cosas malas, como cualquier sitio.