Valderrobres es un pueblo singularmente bonito en la comarca y una buena base para descubrirla por sus comunicaciones y su posición centrada.
Alojamiento: Como queríamos salir mucho a explorar, elegimos
Hotel El Salt, en la zona nueva pero a un paso del núcleo tradicional y de las principales carreteras. El establecimiento tiene su propio (pequeño) aparcamiento pero, sobre todo, hay un aparcamiento municipal gratuito al lado. Así pues, es fácil entrar, salir y aparcar. El segundo punto fuerte del alojamiento son las vistazas y aquí mejor os dejo foto. Merece la pena contratar habitación en la parte delantera. Un valor más es el precio contenido para tan conveniente ubicación y un local renovado. Reservamos directamente en su web lo que supuso desayuno incluido sin coste extra en relación con la oferta en buscadores. Desayuno variado y bien provisto, por cierto. Nos ofrecieron preparar en el momento algún plato caliente como una tortilla o unos huevos revueltos.
Vamos con la
visita. Había presupuestado una hora para el
conjunto castillo-iglesia y se me hizo corta. No contaba con el museo ni con las dimensiones del castillo. Diría que al menos hora y media y, si son dos, mejor. Se puede comprar entrada anticipadamente on-line pero no siendo posible seleccionar hora, no le encuentro ventaja. En el museo se puede descargar mediante un código la aplicación "Castillos y Palacios de España" con audioguías para un buen número de ellos. Las pistas se corresponden con la numeración de las salas lo que hace la visita más interesante a la vez que autónoma. Me he servido de ella posteriormente en otros monumentos. En el
museo descubrimos otras muestras de gótico mediterráneo para explorar en la comarca.
Compras en Valderrobres: En la misma calle del hotel compramos aceite y vermú de Bodegas Carrera. El aceite es más claro y suave de lo que acostumbramos en Andalucía pero bien, hay que probarlo y descubrir su toque particular y más cuando estamos viendo tantos olivares en el paisaje.
En el cruce de calles donde se sitúa la oficina de turismo (av de la Hispanidad con carretera A-231) nos hicimos de unos patés de aceituna y fruta de fabricación propia en Casa Giner. Justo en frente cayeron unos casquetes de calabaza y chocolate más una coca de almendra que llevé al trabajo para acompañar el café y voló. Todos estos dulces en Horno Casalduc y todo en la zona nueva, a dos pasos del hotel.
Comer en Valderrobres: En lunes y martes había muchos bares y restaurantes cerrados. Buena parte de ellos se concentran en la plaza y la calle a su derecha, según se cruza el puente. Mala experiencia en Bar Regis, donde nos ignoraron durante un buen rato. Dime que no puedes o no te viene bien atender y no me hagas perder tiempo, pero ignorar a las personas me parece un pésimo recurso. Regular en el Casino, cuyo ambiente estaba muy cargado. Buena en
Fonda La Plaza, con menú suculento de la tierra y a buen precio en un edificio histórico. Para algo sencillo, cristales y trenzas (variantes de bocadillos y tostas) en
bar Pipin's junto al puente de piedra. Simpática colección de relojes en el interior y se debe estar muy bien en verano en la terraza junto al río Matarraña.
Las vistas prometidas:
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Valderrobres, pueblo bonito: Qué ver - Matarraña, Teruel
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