Gracias octopus, a mí también me gustó mucho, y quiero añadir otro enlace más que se refiere a la colonia de gatos que se puede visitar (a unas horas determinadas) dentro del cementerio de los poetas, también llamado de los ingleses, en el Testaccio. Un lugar que merece una visita en Roma y que a mí me lo descubrió Lecrín.
Hola!! alguien me puede decir que tal el distrito de Testaccio para alojarse??
Tiene su encanto para una visita, pero para alojarse queda bastante lejos de todo, aunque según la zona puedes tener cerca la parada de metro Piramide. Por lo demás es un barrio auténtico donde apenas verás turistas.
Yo buscaría algo más céntrico desde luego.
Abrimos hilo para este barrio romano, al que definen de esta manera por ahí
Testaccio es una Roma sin tapujos. En el límite del casco antiguo, posee una única ruina solitaria que más parece un añadido posterior. Sus abigarrados restaurantes y clubes nocturnos son lo opuesto a las nuevas tendencias, lo cual lo hace tremendamente popular entre los romanos que valoran la comida exquisita y la diversión pura y dura más que las apariencias. .
No es el barrio más bonito ni pintoresco, de hecho es aun un poco decadente, pero es escenario de movidas interesantes que están surgiendo en la ciudad
En Testaccio hay mucha vida nocturna también, con bares y discotecas de estilo más alternativo,y con fiestas muy concurridas. Estos lugares están ubicados sobre todo hacia la zona de la Estación Ostiense.
Testaccio tiene una altura de 54 metros, una circunferencia de más de 1 km de diámetro, fue construido con más de 40 millones de fragmentos de ánforas de aceite. De estas ánforas casi el 85% proceden de una única provincia, la Bética, el resto lo componen ánforas procedentes del África proconsular y de la Tripolitania. Literalmente podemos decir que esa “octava colina romana” es tierra andaluza, pues esos fragmentos de barros y terracotas están moldeados de lodos del Guadalquivir y del Genil y cocidos a sus orillas. Las inscripciones talladas con cálamo en el barro aún fresco del ánfora incluyen masivamente los nombres de Hispalis, Corduba y Astigi. (Sevilla, Córdoba y Écija).
Las modas arquitectónicas han gobernado el mundo, o al menos el de la gente que podía permitírselas, desde hace mucho más tiempo del que solemos pensar. Y tal como hubo el boom de las casas de estilo escandinavo y de los chalets alpinos, en Roma encontramos un ejemplo de hace 2000 años… un ejemplo un poco lúgubre, ya que se trata de una tumba: la Pirámide Cestia, o Pirámide de Cayo Cestio.
A finales del siglo I aC, el Imperio Romano se había anexionado uno de los países más ricos y antiguos del mundo: Egipto. El gusto por lo oriental se extendía en Roma y el magistrado Cayo Cestio Pobilio Epulón, miembro del colegio sacerdotal de los epulones, decidió construirse una tumba como las de los faraones: una pirámide; aunque mucho más modesta que las de Guiza.
La Pirámide Cestia, como así se la conoce, se encuentra integrada en la Muralla Aureliana, que delimita el centro histórico de Roma; cerca de la Puerta de San Paolo y colindando con el Cementerio de los Ingleses. En el momento de su construcción (año 12 aC) se encontraba fuera de la ciudad, ya que estaba prohibido construir tumbas dentro de ella, pero la expansión de la ciudad acabó por alcanzarla.
La pirámide mide 30 metros de lado y 37 de alto; aunque sean unas dimensiones modestas comparadas con las de Egipto, era un mausoleo de dimensiones considerables. Se construyó con ladrillos, aunque está recubierta de mármol y decorada con estatuas para darle un aspecto más monumental. Puede que no sea el monumento más impresionante de la ciudad, pero como tumba no estaba nada mal para la época.
Hasta ahí bien!...de lo que no tenía ni idea es de que se podía visitar por dentro!
Bueno! antes del covid...a ver si se retoman las visitas!