El último día dedicimos tomárnoslo con calma y fuimos a Barletta. Fue la joya del viaje, una ciudad que recomiendo al 100% por su ambiente y su gastronomía. El trazado medieval se complementa con edificios de la misma época y también renacentistas. El castillo suevo alberga hoy el museo cívico. Se pueden visitar las iglesias de Santa María Maggiore, Sant Andrea, la del Purgatorio, la de los griegos, la Basílica di San Domenico, la Basílica del Santo Sepulcro y la de la MAdonna del Carmine. Además, hay suntuosos palacios como el de Marra, una estatua de la Antigüedad tardía de 5m de altura de bronce (con un defecto importante de diseño en la cabeza o bien con una pieza perdida jejeje), el teatro de Giuseppe Curci, la puerta a la parte industrial de puerto (Porta Marina, medieval pero restaurada en el s. XVIII) y la cercana localidad de Canne della Battalia, donde se enfrentaron cartagineses y romanos, siendo estos últimos masacrados. Hay restos de la ciudad como la muralla, el decumano, algunas columnas, restos del campamento romano, una pequeña basílica y alguna que otra tumba paleocristiana posterior. Recomiendo echar unos eurillos en el proyector de luz del sepulcro de la catedral de Santa María Maggiore y ver los restos de las antiguas iglesias que, tal y como pasa en San Sabino de Bari, hay allí albergados. También hay una impresionante colección de tapas de sarcófagos medievales de piedra. Alucinante.
A mí me ha flipao el coloso
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A la izquierda de la Basílica del Santo Sepulcro de Barletta se encuentra la ciclópea estatua de bronce conocida como el Coloso (Colossus). Esta colosal estatua de cinco metros de altura fue realizada a finales del siglo IV d.C. O principios del siglo V d.C. No hay unanimidad entre los eruditos acerca de quién es el personaje representado, unos estudiosos dicen corresponde al emperador Valentiniano I (364-375 d.C.) mientras que otros ven en ella al emperador Teodosio II (401-450 d.C.), siendo ésta segunda teoría la más aceptada. Lo cierto es que representa a un militar de alta graduación, con la tiara en la corona imperial, y otros símbolos majestuosos, como la cruz en la mano derecha, aunque posiblemente portara un labarum o estandarte en la Antigüedad, y el orbe mundial en la izquierda.
A pocos kilómetros, por la costa y hacia el noroeste, se llega a las Salinas de Barletta, donde se puede aprender sobre el proceso de extracción de la sal en el museo dedicado a este tema que se encuentra en la Torre de Salinas, una construcción de 12 mts de altura levantada para la defensa de la costa.
Andria está situada en el interior de la provincia, en el límite del Parque Nacional Alta Murgia.
El parque estuvo poblado desde épocas muy remotas como lo atestiguan los restos de un homínido de 300.000 años encontrados en la cueva de Lamalunga, el llamado Hombre de Altamura.
A lo largo del territorio que abarca el parque se establecieron, ya en épocas históricas, asentamientos agrícolas que durante siglos han abastecido a las poblaciones circundantes, algunos de ellos incluso fueron fortificados para mantenerlos a salvo de los posibles atacantes.
Una de estas fortificaciones, que ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1996, es el Castel del Monte, impresionante fortaleza medieval cuya original concepción octogonal le otorgan una personalidad única.
Dista tan sólo 18 km de Andria y fue mandada construir por el emperador Federico II entre los años 1240 y 1250, sobre el antiguo monasterio de Santa Maria del Monte. Federico II lo utilizaba a menudo como pabellón de caza y como residencia ya que era una de sus posesiones más preciadas.