Malasia y Singapur en 12 días. Septiembre 2019 ✏️ Blogs of Asia Sudeast

Nos despertamos en nuestro último día del viaje, y cuesta salir de la cama, pero hay que ponerse en marcha y lo primero es lo primero, disfrutar del primer y único desayuno buffet de todo el viaje.

Era bastante completo y nos gustó mucho todo, además de que el personal era de una amabilidad extraordinaria, tal vez un poco para contrarrestar el hecho de que tuviéramos a dos pasos una piscina infinity que no podíamos usar…



Después de un buen desayuno, nos ponemos a arreglar las mochilas ya que nuestro vuelo sale de madrugada, y las dejamos en la recepción del hotel.

Nos toca visitar las Batu Caves, y se puede ir con la línea 1 de tren, más económico y largo, o en grab, nos decidimos por el grab ya que no vamos muy sobrados de tiempo, y por 16 RM nos deja en la puerta de las Batu Caves. Mucha gente hace esta visita a las 6 o 7 de la mañana para verlo sin gente, yo tenía esa idea para el primer día por si nos afectaba el jet lag, pero como al final se torció no nos íbamos a meter ese madrugón, y también os digo que aunque hay gente como es lógico, tampoco es para tanto.

Las batu caves, son el santuario hinduista más importante de Malasia, y la entrada es gratuita, salvo a unas cuevas concretas, la Ramayana Cave y la Dark Cave, que por lo que habíamos leído tampoco merecían muchísimo la pena. Os tendréis que tapar si vais de corto.

Lo más espectacular del templo es la enorme figura del dios Murugan, dios de la guerra en la mitología hindú, y las escaleras que recientemente han pintado de colores, horrorizando a unos y encantando a otros por igual, a mi me encantaron, y van bien con todo el templo, que como todos los templos hindúes es super colorido.



Por las escaleras os encontrareis un montón de monos, tened cuidado si lleváis algo de comer en la mano.



Cuando llegas arriba también resulta bastante chulo todo el interior de la cueva, y hace un fresquito entre la roca que se agradece después de 272 escalones jeje.




Bajamos y damos una vuelta por los alrededores del templo, en este caso algunas de las zonas estaban en obras, como la Ramayana Cave, que se encuentra a la izquierda según llegas al recinto, así que tampoco podíamos haberla visitado de todas formas, también está tapada la figura que la preside del dios mono Hanuman, pero en condiciones normales está figura podéis verla desde fuera.



Después de un rato de decidimos volver al centro, y cogemos otro grab ya que el tren acaba de salir y el siguiente tardará una media hora, en este enlace podéis consultar los horarios.

http://www.ktmb.com.my/TrainTime.html

Por 15 RM, el grab nos deja en la zona del Central Market, una de las zonas que más nos ha gustado de Kuala Lumpur, y esta vez al ser más tarde con mucho más ambiente que el primer día. Pasamos un buen rato curioseando y hacemos las últimas compras del viaje.

Decidimos comer en un restaurante tailandés en el que el primer día nos tomamos una bebida, aunque mi pad thai resulta un chasco , el plato de mi novio es algo mejor.



Después de comer, volvemos a la zona de Bukit Bitang, donde esta Jalan Alor, ya que además de ser famosa por la noche por los restaurantes, también hay unas cuantas calles con mucho street art.



Una vez más, esta zona sigue sin convencernos, es cierto que los graffitis están bien, pero seguimos sin encontrarnos cómodos, tal vez llevábamos unas expectativas irreales de la zona, ya que había leído en numerosos blogs que era un imprescindible y la verdad es que no acabamos de entender porque, es cierto que por la noche tiene su gracia aunque a nosotros no nos convenciera, pero de día no nos pareció más que el postureo de ir a sacarse la foto a la calle pintada de colores… Nosotros ya que estábamos también hicimos alguna foto, pero si lo hubiésemos sabido, habríamos cambiado esta visita por alguna de las que descartamos por lejanía (la mezquita Wilayah Persekutuan o el templo Thean Hou)

En este momento, nos quedamos un poco chafados ya que pensábamos invertir a tarde en esta zona, pero ni nos sobraba tiempo para movernos mucho, ni nos apetecía tirarnos ahí las horas que nos quedaban, además de que empieza a llover bastante, así que sin mucho convencimiento decidimos ir al Berjaya Times Square, un centro comercial que está muy cerca famoso por tener una montaña rusa y otras atracciones en su interior.

El centro comercial es curioso pero tampoco da mucho más de si, aún así nos damos una vuelta.


Como sigue lloviendo y con bastante intensidad, decidimos ir a cenar a la zona de las torres petronas, así que cogemos el metro hacia allí.

Íbamos con la idea de cenar en el DIN By Din Tai Fung, un sitio muy famosos por sus dumplings, pero no sabemos muy bien que nos pasó que no dimos con el sitio, y al final nos vimos en medio de un food court de comida occidental así que decidimos cenar allí.

El rumbo que había tomado la tarde había sido un poco de bajón, sabiendo además que era el último día, y a mi me daba pena que lo último que me había comido en Malasia fuera una pizza, así que envalentonados porque deja de llover, nos ponemos en marcha hacia la zona de hotel decididos a encontrar un sitio donde comernos un roti y un teh tarik.

La tarea podría parecer fácil pero no lo fue en absoluto, la mayoría de los lugares que aparecían en google estaban cerrados (los roti son sobre todo para desayunar), o no tenían roti, habíamos casi desistido cuando casi al lado del hotel nos encontramos uno que no aparecía en el mapa, con solera y también con una cuestionable apariencia de limpieza jeje, pero por supuesto nos sentamos y nos pedimos 2 teh tarik, 1 roti boom, 1 roti tisue, este es una variedad más fina y crujiente que aún no habíamos probado, os puedo decir que fue de los mejores del viaje junto con el de Georgetown, y todo por el módico precio de 8RM, o sea, ni 2 euros al cambio. Fue increíble como una búsqueda por un montón de calles vacías y dos rotis nos cambiaron la sensación del final del viaje, ahora si podía irme feliz.


Además podemos hacer unas cuantas fotos chulas por la zona, el rascacielos con el graffiti es nuestro hotel.



Nos acercamos al hotel y que aún nos quedan unas cuantas “pantallas que pasar” antes de subirnos al avión. Decidimos ir en bus al aeropuerto ya que tenemos tiempo y nos sale mucho más económico, para ello cogemos un grab hasta la estación de bus, 7RM, y de ahí vamos al andén 5, tal y como hicimos hace ya unos cuantos días. Pagamos los 12 RM por persona que cuesta el bus y nos toca esperar unos 15 minutos.

Llegamos al aeropuerto con tiempo, pero aún tenemos que organizarnos para cambiarnos con ropa para el avión, y cambiar algunas cosas a una mochila de mano y facturar las grandes, ya que como os conté, aunque aquí se acaba la aventura principal, aun nos queda el bonus track de las vacaciones, una parada de 9 horas en Dubai.

¡Hasta siempre Malasia!

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Después de un vuelo perfecto con Emirates, llegamos a Dubai a las 5 de la mañana.

Hago un pequeño paréntesis para explicar cómo nos planteamos nosotros esta escala en Dubai. Teníamos 8 horas y 40 minutos, que quitando los tiempos de aeropuerto se nos quedaba en unas 6 horas, y lo que nos interesaba ver era, el Burj Khalifa (sin subir), el Burj Al Arab y dar una vuelta por algún zoco, y la máxima duda que se nos planteaba era cómo movernos, tienes la opción de taxi o metro, y el tema del dinero, ya que había leído que los taxis no aceptaban tarjeta, mientras que el metro si. En este hilo del foro https://www.losviajeros.com/foros.php?t=191696, me hice una idea de cuánto costaban los trayectos en taxi, donde además podéis leer otras experiencias con escalas cortas, y decidimos hacer una combinación entre metro y taxi, sacamos lo justo para saber que teníamos para pagar una pequeña carrera de taxi entre el metro y la playa del Burj Al Arab, y haríamos el resto de trayectos en metro.

Ahora si, volvemos al relato, sacamos 100 dirhams en un cajero del aeropuerto, que más o menos equivale a 25 euros, y nos aseamos un poco para empezar nuestra pequeña incursión en Dubai. El aeropuerto es todo un lujo la verdad, con palmeras incluidas.


Vamos a ir primero al punto más lejano, e ir acercándonos para estar lo más cerca posible del aeropuerto cuando se acerque la hora, así que en las máquinas nos hacemos con dos tarjetas ilimitadas de metro, 5 euros cada una, para bajarnos en la parada más cercana al Burj Al Arab. Ya desde el metro se pueden apreciar los enormes edificios de Dubai.



Y aquí viene la anécdota del viaje, y es que posiblemente hayamos dado por casualidad con el taxista más tonto de Dubai. Nos subimos y le decimos que queremos ir a ver el edificio del Burj Al Arab en la playa, nos dice que si super convencido.
Al poco vemos que cuando parecía que estábamos llegando, gira y se va hacia un lado, pienso, bueno, será que no se puede ir por ahí, pero el tío sigue y sigue andando, y como a los 10 / 15 minutos lo oimos resoplar varias veces, y nos dice que no sabe como llegar, que la playa está ahí… Y nosotros le ponemos el mapa en el móvil (llevaba descargado un mapa sin conexión) y le intentamos guiar, pero no sabemos en qué atolladero se ha metido que sigue dando vueltas y vueltas… Llevamos unos 35 minutos perdidos así que le digo que pare, porque en el mapa veo que la playa está al lado y ya llegaremos andando (tonta de mí …), pero no se acaba aquí, porque le voy a pagar, el infructuoso viaje nos sale a 20 dirhams, y no tiene cambio de 100, me ofrezco a pagar con tarjeta porque veo que tiene un datáfono, pero dice que ahora ya no se puede porque ha seleccionado pago en efectivo al principio ¿?, así que otra vez se pone a dar vueltas… Encuentra una especie de tienda y se baja para conseguir cambio.
Conseguimos bajarnos del taxi del demonio, y nos vamos hacia la playa, y vemos que estamos lejísimos del Burj Al Arab y encima hemos perdido mucho tiempo, nos ponemos a andar porque allí no hay nada y de momento el calor es soportable, y para que os hagáis una idea, llevábamos unos 20 minutos caminando y esto es todo lo cerca que estábamos del Burj Al Arab, y os aseguro que se parece más cerca de lo que estaba en realidad…



Decidimos salir del paseo de la playa, y ver si hay una carreta por la que pase algún taxi, cuando llegamos a una con circulación veo que a lo lejos viene un taxi así que levanto la mano y se para, menos mal… Esta vez nos toca un taxista que entiende a la perfección lo que queremos, se ofrece a darnos una vuelta por donde está la palmera pero le explicamos que no tenemos mucho tiempo, nos lleva a la playa y también a la parte de delante del hotel que se ve muy chulo, y nos va señalando otros lugares por el camino…




Este segundo taxi nos cuesta 28 dirhams y aunque de manera muy rápida, al menos podemos ver lo que queríamos, nos deja de vuelta en el metro y nos vamos hacia la siguiente parada, el Dubai Mall. Para llegar desde el metro tenéis una pasarela interior que conecta directamente con el centro comercial, y por cierto, es una pasarela larguísima, se nos hace muy raro todo, en la calle no se ve a nadie, en la pasarela tampoco (aun no son ni las 9 de la mañana), casi parece una ciudad fantasma. En el Dubai Mall las tiendas están cerradas, pero podemos ver alguna de las zonas típicas.



Queremos desayunar algo así que nos vamos a la zona de la comida, y buscamos un sitio en el que no nos peguen el sablazo del siglo, y diréis ¿y eso existe en el Dubai Mall?, pues si, encontramos un Tim Hortons con un precio asequible comparado con el resto de cosas que se ven, y nos tomamos dos cafés y dos donuts por unos 12 euros, obviamente no es barato, pero os aseguro que en los demás sitios el precio se duplicaba. Justo al lado del Tim Hortons, hay una salida a una placita que es un buen lugar para ver el Burj Khalifa, ahora sí que notamos que el sol ya empieza a picar de lo lindo…



Tengo que confesar que no tuve la sensación de estar ante el edificio más alto del mundo, supongo que el hecho de ser estrecho y acabar en una aguja contribuye a ello, y la verdad es que estando allí debajo no da la sensación de ser prácticamente el doble de altura de las torres Petronas que habíamos visto hacía apenas 24 horas….

Decidimos ir tomando el camino al metro, ya que no queremos perdernos los zocos, y cuando llegamos al metro, salimos a la calle un momento para ver otra perspectiva del Burj Khalifa y ahora si el calor es tremendo.


Cogemos el metro y nos dirigimos hacia la zona vieja de Dubai, para ello tendréis que hacer un cambio de línea, nosotros nos bajamos en la parada Al Ras, y fuimos caminando hacia el zoco del oro.

Según vais caminando veréis otros zocos pequeños, que para nosotros tenían más encanto que el de oro, así que fuimos callejeando un poco sin alejarnos demasiado y sin perder de vista el reloj.



A esta hora ya hacía mucho calor, pero los zocos son cubiertos y la verdad es que se aguantaba bien, tengo que decir que esta parte fue la única en la que tuvimos la sensación de estar en una “ciudad de verdad”, por así decirlo, y pese a que me gustó la experiencia de haber visto, aunque fuese muy por encima, un sitio como Dubai, no creo que vuelva, y quizá con lo que más me quedo es con este paseo por el zoco.



Lo que os aviso es que los vendedores son muy amables, pero muy muy pesados, me ponían pashminas encima, nos daban especias para oler… Yo llevaba idea de comprar algo pero me agobie un poco, y mi novio aún lleva peor eso así que muy pronto nos salimos de allí, también es cierto que había poquísima gente y todas las energías se concentraban en nosotros. Yo un par de meses después viajé a Marrakech y después de esta experiencia iba muy mentalizada, y aunque parezca mentira, me agobiaron más los vendedores de Dubai.

De camino al metro, vemos una tienda con bastantes cosas, y como llevo algo de pena por no comprarme nada entramos, aquí sí que había bastante gente, nos vinieron a preguntar pero no nos agobiaron nada y además se podía pagar con tarjeta, así que después de un buen rato elegimos una pequeña lámpara tipo Aladdin, y unos cuantos bombones de chocolate y dátiles, que por cierto, estaban riquísimos. Todo nos costó unos 11 euros, así que nos pareció bastante bien de precio para ser Dubai, no se si nos timaron o no, pero no se regateaba.


Decidimos dar por finiquitada la visita e irnos hacia el aeropuerto para no agobiarnos con el tiempo.
Por cierto, había leído que hay gente a la que le ponen problemas en el control de aeropuerto por entrar y salir en el mismo día, a nosotros nadie nos dijo nada.

Aún nos da tiempo a dar una vuelta por el aeropuerto, así que como veis, en una escala de este tiempo podéis salir sin problemas, obviamente no te puedes dormir en los laureles, y no hay que correr riesgos al ser un vuelo internacional, pero es perfectamente factible.

Aún me queda una pequeña ilusión para el final del viaje, y es que, aunque el vuelo de ida solo podía escoger asientos en el piso de abajo del avión, en este caso había asientos disponibles en la planta de arriba, y si os gustan los aviones como a mi entenderéis mi emoción jeje.

Si tenéis la oportunidad, no dejéis escapar volar en la parte superior, los asientos de ventanilla son de 2, hay más espacio, e incluso tenemos un pequeño cajón para guardar cosas. Os puedo decir que ha sido el vuelo más placentero de mi vida, que maravilla de avión.



Llegamos a Madrid sin incidentes, y muy felices de lo que ha sido un viaje increíble.

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El viaje, creo que se ha notado, nos ha gustado muchísimo, y además todo nos salió muy bien, incluso íbamos mentalizados de posibles problemas estomacales y estuvimos genial todos los días .
Tenía algo de dudas ya que en el sudeste asiático hay países que a priori tienen un potencial mayor turísticamente hablando como Indonesia o Vietnam, pero no podría recomendar más este viaje, y si tenéis más días y podéis meter algo más de Malasia como el Borneo para ver los gorilas, Malacca o las Cameron Highlands, seguro que quedáis super contentos, es un país muy completo con una gastronomía increíble. Es cierto que Kuala no nos conquistó como Bangkok por poner un ejemplo similar, pero tiene cosas muy interesantes para ver y hay gente a la que le encanta, así que para gustos los colores.
En cuanto a Singapur, nos dejó alucinados, si disfrutáis de las grandes ciudades, seguro que no os va dejar indiferentes…

En cuanto al presupuesto, aquí os lo dejo todo desglosado con el cambio del momento, como habéis visto durante el diario, nosotros ni derrochamos ni cortamos de algo si nos apetece, pero obviamente algunos gastos cambian mucho de unas personas a otras:

Vuelo internacional : 993€
Vuelos internos : 230€
Seguro de viaje : 115,65€
Alojamientos : 470,90€ (media de 42,81€ por noche)
Comidas : 297,56€
Entradas y excursiones (incluye taxiboats en Perhentians) : 89,24€
Transporte : 144€
Compras : 60,20€
Otros gastos (tarjetas sim, lavandería, tasas islas…) : 26,36€
Gastos en Dubai : 48,77€

TOTAL : 2.475,68 €
TOTAL POR PERSONA : 1.237,84 €

¡Muchas gracias si has llegado hasta aquí! Si te interesa puedes leer alguno de mis otros diarios:

Berlín 2014
[url=https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=12359 ]Nueva York 2015[/url]
Japón 2017
Tailandia 2018
Nueva York 2019
Marrakech 2019
Menorca 2020

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