Dicho y hecho, ayer visité las cuevas de Undavalli. Fui a visitar el templo de Kanaka Durga pero hacía un sol del demonio y había una cola infinita, así que me retiré y tomé imágenes del ghat: gente refrescándose, niños empujándose al agua, familias honrando la memoria de sus seres queridos...
Las cuevas de Undavalli (100 rupias la entrada) están a algo más de una hora de caminata desde la estación de autobús. Se puede tomar la línea 301, deja en la puerta. Es un entorno pequeño, una cueva principal de cuatro plantas y otra sin ningún atractivo especial a unos 50 metros a la izquierda. Aparte de las figuras que se ven desde la calle, el conjunto más importante se encuentra en la tercera planta. En una zona vallada se encuentra un Vishnú tumbado boca arriba, rodeado de varios seres mitológicos a los lados y por encima. Es un espacio consagrado y hay que descalzarse antes de entrar. La visita no ocupa mucho tiempo.
Vijayawada en general me ha dejado la imagen de ser una simple ciudad de paso, aunque según la Lonely Planet tiene otro complejo budista a 60kms que no me dio tiempo a visitar. La estación de tren es moderna y está bien cuidada y limpia, y la comida del restaurante aceptable y te ponen mucha cantidad (aunque los lassis son de factoría). La próxima vez que me mueva por la zona me alojaré en Guntur o directamente por Hyderabad.