Teníamos por delante nada menos que 1.700 km con sus correspondientes, paradas, repostaje, peajes, descansos y tentempiés hasta que por fin a eso de las 11:30 de la mañana del 3 de agosto llegábamos a Blienswiller, un pequeño pueblecito vinícola típico de La Alsacia, en el cual teníamos nuestro hotelito reservado.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El hotel pertenecía a una familia de viticultores que poseían en el mismo hotel su propia bodega, en la cual podías degustar con ellos algunos de sus excelentes caldos. El costo de la habitación triple era de 60 € por noche sin desayuno. (el hotel muy recomendable)
El check-in no podíamos hacerlo a las 14:00 así que decidimos aprovechar el tiempo que nos quedaba para ir a visitar el Castillo Haut Königsburg.
Según íbamos de camino al castillo empezamos a “alucinar” con los distintos pueblos por los que íbamos pasando, eran como en un cuento, por sus colores, arquitectura, flores etc...
Para llegar al castillo teníamos que afrontar un puerto de montaña todo lleno de vegetación muy frondosa que una vez conseguías coronar, eras obsequiado con una inmensa mole de piedra roja ( típica de la zona) y unas maravillosas vistas de todo el valle Alsaciano.
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El castillo se encontraba lleno de gente, pero se podía visitar cómodamente, nosotros lo visitamos por dentro, sus jardines exteriores y sus tiendas de souvenirs, al interior no llegamos a pasar, pues por los comentarios no merecía pagar la entrada por lo que había dentro.
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Una vez visto el castillo “ hicimos hambre” y a la bajada, de camino al hotel, paramos en un restaurante bastante conocido, por cierto, en el cual comimos, panecillo casero de la Alsacia, relleno de frutos de la huerta, con su correspondiente “filet” de vacuno de la zona, acompañado de patatas fritas... vale, vale era un Big Mac, pero a que suena bien...Bueno a lo que iba, una vez terminamos semejante “manjar” nos fuimos directo al hotel para hacer por fin el check-in ( jolín con la palabrita) y poder descansar un par de horitas.
Después de nuestra famosa siesta española, decidimos acercarnos a pasar la tarde a Strasburg, ya que desde el hotel nos pillaba a tan solo 40 km . No teníamos nada preparado simplemente lo leído por el foro, pero nos encanto. Conseguimos meternos con el coche hasta en mismo parking del centro de la ciudad, creo recordar que se llamaba Parking Plaza Gutemberg, y desde allí nos pusimos a visitar la ciudad, con su majestuosa catedral, plaza, calles, callejuelas, canales, cafés y su Petit france. Maravilloso.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Después de pasar toda la tarde por allí ( y comerse por la calle pedazo de hot-dog muy recomendable para todos aquellos que vamos con presupuesto limitado) tomamos la decisión de irnos para el hotel, pues aunque la siesta había cumplido con su objetivo, lo que nos esperaba al día siguiente, requería de mas descanso.