Si preguntas en Corea acerca de cual es el deporte nacional, algunos responderán que el fútbol, otros que el taekwondo o el béisbol, pero lo cierto es que a partir de determinada edad, el deporte nacional es el excursionismo.
Es domingo y es temprano. El metro que nos ha de acercar al templo de Beomosa está completamente lleno de numerosos abueletes coreanos y familias enteras que, calzados con poderosas botas de montaña, equipados con prácticas mochilas y provistos de bastones de montaña, se disponen a practicar su deporte favorito, la conquista de la montaña.
El templo de Beomeosa esta situado en la montaña de Geumjeong, en el extremo norte de la ciudad, y es un popular lugar para practicar el excursionismo. Allí se inician numerosas rutas de montaña que son las que los dispuestos abueletes que nos acompañan en el metro se aprestan a conquistar.
A unos doscientos metros de la estación de metro de Beomeosa (línea 1) se encuentra la parada del autobús 90 que, por 1.000 W, te acerca a la entrada del templo. También se puede llegar caminando, son unos tres kilómetros a través del bosque.
Cuenta la leyenda que en la cima de Geumjeong había un manantial del que salía un agua dorada que tenía propiedades mágicas y que un día un pez dorado vino del cielo y vivió allá desde siempre. Por ese motivo la montaña se denominó Geumjeong (manantial dorado) y el templo Beomeosa que traducido literalmente sería Templo del Pez del Nirvana. Beom (범;梵) = nirvana - eo (어;鱼) = pez - sa (사;寺). = templo.
El camino del templo está franqueado de estatuas de tortugas gigantes y un pequeño río atraviesa la montaña. Allá, grupos de amigos y familias se instalan para comer y bañarse en sus aguas.
Las instalaciones del templo ocupan una larga extensión de terreno. Lo que vemos no son las edificaciones originales, que fueron destruidas durante el Imjin Waeran, la invasión japonesa de 1592, cuando los monjes de Beomeosa se enfrentaron y derrotaron a los invasores japoneses que en su retirada incendiaron el templo. La reconstrucción de 1713 es la que podemos disfrutar en la actualidad.
El templo de Beomeosa fue también un centro destacado de la resistencia coreana durante la ocupación japonesa entre 1910 y 1945 y durante muchos años albergó los secretos del Sunmudo, el arte marcial zen nacido en el Templo Golgulsa que también se desarrolló en Beomeosa y que ahora el monje Ando enseña por el mundo.
Disfrutamos plácidamente de la visita al templo, en donde numerosos coreanos se dedicaban a la plegaria. Pero se acercaba la hora de partir y nos encaminamos al aeropuerto de Gimhae donde debemos tomar un avión de Asiana Airlines que nos trasladará a Fukuoka.