Trajano murió en el 117 d.C., con 65 años, y le sucedió su hijo adoptivo
ADRIANO
Para mucha gente, junto con Augusto, el mejor emperador que tuvo Roma.
Viajero infatigable y gran admirador de la cultura griega, intentó dotar tanto a Roma como a su propia figura del espíritu helenístico que tanto le inspiró. Fue el primer emperador romano en llevar barba al modo de los antiguos griegos (los más críticos dicen que era para ocultar las marcas de acné de su cara) y creó tendencia durante los siguientes 100 años.
Fue también el más intelectual de todos los emperadores, destacando su afición a la filosofía y a las artes, en especial a la arquitectura. Encargó obras arquitectónicas no sólo en Roma sino en gran cantidad de provincias del Imperio, especialmente en Grecia (remodeló Atenas), en Britania (con su famoso muro), en Asia Menor, en Egipto ... De todos estos países tomó modelos arquitectónicos y escultóricos que le sirvieron de fuente de inspiración para sus construcciones en Italia.
En Tívoli, población cercana a Roma, diseñó él personalmente lo que iba a ser su residencia favorita. Una serie de eclécticas construcciones imitando descaradamente obras egipcias y griegas. Fue aquí donde se hartó a poner estatuas de Antinoo, su joven amante fallecido en esa época.
Pero bueno, volvamos a Roma.
Aquí mandó construir, entre el 118 y el 128 d.C., lo que, según mi opinión personal, es el edificio más bello de toda Roma, de Italia y, porqué no, del mundo, un templo dedicado a todos los dioses
EL PANTEÓN
Hubo un Panteón anterior a éste, construído en época de MARCUS AGRIPPA, mano derecha de Augusto (hecho que Adriano quiso recordar con la inscripción en el pórtico). Pero nada tenía que ver con éste.
El espíritu que impregna la obra es plenamente de Adriano. Es, al mismo tiempo, simple y complejo; tradicional y vanguardista. Sorprendente edificio donde se yuxtapone un típico frontón de templo romano con pórtico tradicional columnado y recubierto en su momento de bronce (prestado 1.500 años después a Bernini para que construyese su famoso baldaquino en San Pedro) y un innovador y enorme cuerpo cilíndrico construído con hormigón y recubierto de ladrillo en el exterior, claramente heredero de los trabajos del gran Apolodoro de Damasco (caso de los Mercados de Trajano).
Pero la gran sorpresa aparece cuando dejamos atrás el área porticada y pasamos hacia el interior del templo. Nos encontramos con un inmenso espacio circular, cubierto por una enorme cúpula semiesférica de 43 mts. de diámetro, la más grande jamás construída (Miguel Angel, se dice que por respeto y admiración hacia el Panteón, hizo la cúpula de San Pedro unos centímetros menor). Alucinante. Es aquí cuando, como dirían los artistas románticos, lo bello da paso a lo sublime.
Un inmenso espacio circular totalmente recubierto de mármoles de distintos colores traídos de Egipto, Grecia y Asia, tanto en el suelo como en las paredes, donde se van alternando capillas con grandes columnas de granito y capiteles corintios de mármol.
Es la primera vez en la arquitectura romana que se construye un templo donde el pueblo puede estar dentro, con un espacio interior para ellos. La democratización del templo. Hasta entonces el pueblo se quedaba en el exterior del edificio, reservándose la zona de la cella (espacio interior del templo) únicamente para albergar la estatua del dios correspondiente y para ciertos sacerdotes.
La luz juega un papel fundamental en el interior del edificio siendo, a mi entender, la gran protagonista.
La gran cúpula tiene un óculo, totalmente abierto, de 9 mts. de diámetro por donde se filtra la luz, una luz que lo llena todo y que, dependiendo la hora del día, hace que las sensaciones sean cambiantes.
Se trata de una de las construcciones romanas mejor conservadas, salvándose de las garras de los papas al convertirse en iglesia en época muy temprana, en el año 608 d.C., Santa María de los Mártires.
Observando el interior del Panteón nos podemos hacer una idea de la cantidad de belleza y poderío que había en la Roma Imperial con Foros, Templos, Basílicas, Palacios, Anfiteatros y Termas montadas de un modo similar al de este gran edificio. Impresionante.
Otro gran monumento que conservamos de la época de Adriano es el MAUSOLEO que se mandó construir entre los años 135 y 138 d.C. Una gran construcción circular, siguiendo el modelo de mausoleo creado por Augusto, un emperador al que tuvo gran admiración.
Su estructura se mantiene en mucho mejor estado que el de su antecesor debido a su uso contínuo tras la caída del Imperio como castillo. Desde la Alta Edad Media pasó a denominarse CASTILLO DE SANT' ANGELO en alusión al Arcángel San Miguel.
Comunicado subterráneamente con el Vaticano, sirvió de refugio al papa Clemente VII durante el asedio y saqueo de Roma en 1527 por nuestro Carlos I (el papa no supo elegir bien sus amistades y se decantó por los franceses, qué le vamos a hacer).
Hoy en día es un museo. En la cafetería y terrazas de las plantas superiores hay unas magníficas vistas de Roma.
Nerva, Trajano y Adriano inauguraron la dinastía llamada de LOS ANTONINOS. Sin duda la mejor dinastía que tuvo Roma con gobiernos austeros, pacíficos (en Roma, claro) y responsables. El sucesor de Adriano fue
ANTONINO PIO
Quien gobernó el Imperio entre el 138 y el 161 d.C., un largo y extraordinario período de paz de 23 años.
A él debemos el templo mejor conservado del Foro Romano: el TEMPLO DE ANTONINO Y FAUSTINA.
Desde época de Julio César era habitual el convertir en dioses a los emperadores más queridos. Así, una vez divinizados se les construía un templo.
En el 141 d.C. muere su esposa FAUSTINA y, como muestra de su amor (vamos como el Taj Mahal pero en versión romana) la diviniza y construye un templo en su honor. Al morir él en el 161 d.C. el senado también le diviniza e incorpora en dicho templo.
Está tan bien conservado por lo mismo, se salvó de la ruina gracias a que se reconvirtió en iglesia en el siglo XI, San Lorenzo in Miranda. Los añadidos barrocos ajenos al templo romano son del siglo XVII.
MARCO AURELIO
A Antonino Pio le sucedió su hijo adoptivo, Marco Aurelio, otro de los grandes emperadores romanos. El Emperador Filósofo. Gobernante modélico.
Entre el 161 y el 180 d.C. se encargó de dirigir y controlar el vasto imperio, con menos paz que sus antecesores ya que se pasó guerreando la mayor parte del tiempo al no parar las tribus bárbaras de dar la lata en los territorios fronterizos. Murió, como era de esperar, batallando, cerca de la actual Viena.
Mientras, entre guerra y guerra este seguidor de la filosofía estoica tuvo tiempo para escribir uno de los libros más admirados de su tiempo, "Meditaciones".
La ESTATUA ECUESTRE DE MARCO AURELIO, actualmente en el Museo Capitolino es, una más, otra de las joyas que no debemos dejar de visitar en Roma.
Se trata de la única estatua ecuestre de bronce que perdura de un emperador romano. Se salvó de la destrucción en época cristiana al confundirlo la Iglesia con Constantino el Grande, el emperador que dió luz verde al cristianismo.
Una copia de ésta se encuentra en la misma plaza del Campidoglio.
De este importante emperador también se conserva en Roma otra monumental columna, la COLUMNA DE MARCO AURELIO.
Construída entre 176 y 192 d.C., para celebrar las victorias contra los germanos y los sármatas del Danubio.
A semejanza de la columna construída por Trajano 70 años antes, se encuentra completamente decorada por relieves en espiral narrando sus triunfos.
El papa Sixto V, a finales del XVI, retiró la estatua de Marco Aurelio que coronaba la columna y la sustituyó por otra de San Pablo.
CÓMODO
A Marco Aurelio le sucedió su hijo Cómodo.
Su reinado (entre el 180 y el 192 d.C.) fue bastante desastroso, dejando poca huella en la arquitectura romana. Murió asesinado y el senado le dictó otra "Damnatio Memoriae". Con él finaliza la dinastía de los ANTONINOS.
LA DINASTÍA DE LOS SEVEROS
Tras otro período de guerras civiles llega al poder un militar, arrancando con él esta nueva dinastía.
SEPTIMIO SEVERO
De origen norteafricano (de Leptis Magna, en la actual Libia), Septimio Severo gobernó entre el año 197 y el 211 d.C. Consiguió establecer la paz en Roma y, por ello, fue querido por su pueblo. No tanto por los cristianos que sufrieron fuertes persecuciones durante su mandato, especialmente en Africa.
En Roma el mejor recuerdo que tenemos de él es el ARCO DEL TRIUNFO del Foro Romano, próximo al Capitolio.
Data del año 203 d.C. y fue mandado construir para conmemorar su victoria sobre los partos, pueblo asentado en el actual Irán.
Como ocurrió con Augusto o con Vespasiano, al tomar el poder por medio de una guerra civil necesitaba ganarse de alguna manera al pueblo romano. Que mejor propaganda el construir un estupendo Arco del Triunfo narrando sus importantes victorias militares sobre este pueblo indómito.
Se trata del primer Arco con 3 vanos que se conserva en Roma, el del centro bastante más grande que los de los laterales.
Cuenta con una abigarrada decoración escultórica, dándonos ya pistas de la deriva barroca que va a tener el arte romano en las siguientes décadas.
CARACALLA
A Septimio Severo le sucedieron en su reinado sus hijos CARACALLA y GETA. Pero pronto el primero sacó a relucir su estupendo temperamento y mató a su hermano para quedarse él solito con el poder. Parece que cogió gusto a ésto de matar, practicándolo también con otros 20.000 ciudadanos romanos.
La verdad que para los 5 años que gobernó (del 212 al 217 d.C.) se hizo notar bastante. Y es que le gustaba hacerse notar. Su fama de megalómano y tirano superó a la de Domiciano e incluso a la de Nerón, proclamándose heredero directo del mismísimo Hércules.
Los romanos, entre otros muchos inventos, crearon las TERMAS, vamos, los spas actuales. Un espacio lúdico compuesto de gimnasio, vestuario, piscinas para nadar, sala de agua fría, sala de agua templada, sala de agua caliente ... Esto estaba ya de moda en la época de la República y con el Imperio se fue complicando más y más.
Con Caracalla las termas romanas llegaron a su cénit. Esa megalomanía tuvo aquí su mejor ejemplo: cuanto más grande, mejor.
Se trata de un inmenso recinto dotado no sólo de PALESTRA (gimnasio), PISCINA, APODITERIUM (vestuario), FRIGIDARIUM (piscina de agua fría), TEPIDARIUM (piscina de agua templada) o CALDARIUM (piscina de agua caliente), sino que también contaba con grandes jardines, salas de descanso, bibliotecas, tiendas, etc. con cabida para más de 1.500 personas.
Colosales estructuras formadas por hormigón y recubiertas de ladrillo. La decoración interior fue toda a base de mármoles procedentes de todo el mundo conocido y mosaicos en blanco y negro en el pavimento con figuras geométricas, seres mitológicos, atletas, gladiadores, etc.
Estas termas gigantes se encuentran ya un poco alejadas del área del Foro Romano o del Palatino, al sur del Circo Máximo, a 10 minutos andando de la parada de metro del mismo nombre, al inicio de la Via Apia Antica. La entrada cuesta 6 € y también te permite ver la TUMBA DE CECILIA METELLA y la VILLA QUINTILI, ubicadas en la citada Via Apia Antica.
A pesar de que únicamente vamos a ver ruinas, vale la pena darse un paseo por aquí. Se trata de unas ruinas imponentes y cuentan con unos agradables jardines donde poder pasear al margen de las aglomeraciones turísticas de la zona centro de la ciudad.
Decir que, cómo no, Caracalla murió asesinado, con 29 años.