LA ROMA IMPERIAL (I) ✏️ Diarios de Viajes de Italia

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Durante 3 días intentamos "empaparnos" de lo que supuso la Roma de hace 2.000 años. Una Roma que resulta esencial para poder entender la cultura, el pensamiento, las leyes, el arte del mundo occidental. ¡Todo empezó aquí!

¿De dónde vienen los centros comerciales?: de Roma.
¿De dónde vienen los balnearios y spas?: de Roma.
¿De donde vienen los bloques de viviendas con jardincito interior?: de Roma.
¿De dónde vienen los MacDonalds y tiendas fast-food?: de Roma.
¿De donde vienen las estructuras de los grandes estadios de fútbol, de los hipódromos, de los teatros (con el permiso de Grecia), de los grandes puentes, de las canalizaciones de agua, de las basílicas cristianas, de técnicas y materiales de construcción como el hormigón? ... De Roma.
Roma, sin duda, era el Nueva York de entonces. Todo lo que allí sucedía tenía repercusión mundial. Si Roma estornudaba la Hipania de entonces pillaba un buen gripazo.

Lo bueno para el turista es que la mayor parte de lo que hay que ver en la Roma Imperial se encuentra concentrado en un espacio relativamente reducido, en la zona mas céntrica de la ciudad. Inicialmente se desarrolló entre las colinas del Capitolio y el Palatino, para irse extendiendo posteriormente por el Testacio (antiguo puerto fluvial), el Trastevere (barrio de pescadores), el Campo de Marte, el Esquilino ...Todas estas zonas son bastante accesibles en metro o, en su defecto, en bus.

El recorrido a lo largo de estos 3 días tendrá una secuencia cronológica y estará organizado a través de los diferentes emperadores que manejaron el imperio durante más de 400 años. Comenzamos.

LA ROMA REPUBLICANA (anterior al Imperio)

Se trata de la Roma más antigua. Aunque poco se conserva de este período, sí quedan algunos ejemplos interesantes:

EL CIRCO MAXIMO
Enorme recinto para carreras de caballos. Construido hacia el año 600 a.C., fue en época de Julio César cuando llegó a su máximo esplendor con una capacidad para más de ¡250.000 personas!.
Hoy en día poco queda, apenas la base del recinto. Aún así impresiona por sus dimensiones. Hay que imaginárselo con sus gradas, la espina central, los obeliscos, las cuadrigas en acción...


En el Foro Boario, área del antiguo puerto fluvial (río Tíber), nos encontramos con 2 estupendos templos romanos de época republicana.

TEMPLO DE PORTUNO (divinidad protectora del puerto fluvial)

Construido entre los años 80 y 70 a.C., de orden jónico.
Se conserva en excelente estado gracias a que en el siglo IX d.C. se convirtió en una iglesia dedicada a Santa María Egipciaca.



TEMPLO DE HERCULES VICTOR

Fechado en el año 120 a.C.
De planta circular, al estilo griego (los tholoi), con 20 columnas corintias.
Fue convertido en iglesia en 1132 d.C., como Santo Stefano alle Carrozze.
Se trata del edificio de mármol más antiguo de Roma - conservado -, reconstruido por el emperador Tiberio en el año 15 d.C. con mármol pentélico traído de Grecia.


En cuanto a la escultura de este período republicano encontramos estupendos ejemplos en los Museos Capitolinos y en los Museos Vaticanos:

LOBA CAPITOLINA

Aquí comenzó todo.
La loba que, según la leyenda, amamantó a Rómulo y Remo cuando éstos, al intentar ser asesinados por el rey Amulio, fueron abandonados en una cesta en el río Tíber. Una historia que nos resulta familiar ¿no? (Moisés ...).
Del período etrusco, las figuras de Rómulo y Remo fueron añadidas en el Renacimiento, en el 1471.


También destacan por su importancia "El galo moribundo", "El Laooconte" (copia de la griega), el "Torso del Belvedere" u otra copia griega, el "Apolo del Belvedere"...
Se trata de claros ejemplos de admiración del mundo griego por parte de los romanos. Modelos que los artistas romanos copiaban con devoción por esta cultura que tanto les influyó.


AUGUSTO


Cayo Octavio Turino, Augusto, su primer y posiblemente más importante emperador (63 a.C. - 14 d.C.).
Según nos cuenta él mismo, "encontró una ciudad de ladrillo y la dejó de mármol".Tomando como modelo a su admirada Atenas, transformó la pequeña Roma en toda una capital del imperio a base de mucho hormigón (otro estupendo invento romano), la local piedra travertina (tan cotizada antes y ahora) y, sobre todo, mucho mármol procedente de la cantera de Luna (la actual Carrara).

Es una lástima lo poco que ha quedado de las construcciones que se realizaron en Roma bajo su mandato. Construyó un magnífico foro porticado con un templo dedicado a Marte Vengador (del que apenas se conservan 3 hermosas columnas), un estupendo Arco del Triunfo (del que no se conserva nada), terminó un espectacular teatro iniciado por Julio César y dedicado a su sobrino favorito Marcelo (con una estructura parcialmente bien conservada gracias a que se reutilizó posteriormente como palacio y hoy en día como apartamentos para gente pudiente), se edificó un enorme mausoleo de planta circular a base de hormigón que creó escuela (del que conservamos únicamente la base) y un estupendo altar, el Ara Pacis, magníficamente conservado.
Su amigo, mano derecha, consejero y yerno, MARCO AGRIPA, fue el encargado de la supervisión de la mayor parte de los trabajos tanto de reconstrucción (que fueron muchos) como de nueva planta.


El ARA PACIS AUGUSTAE es, para mi gusto, uno de esos "must" que nos podemos encontrar en Roma. A pesar del sablazo que te dan por la entrada (14 € con exposición temporal incluida), no hay que perdérselo.

En el año 13 a.C., para conmemorar el proceso de paz establecido por Augusto en Hispania y La Galia, el senado romano decide dedicarle un altar en el Campo de Marte, donde sacerdotes y vírgenes vestales realizasen sacrificios anuales.
Se trata de una estructura cuadrangular, recubierta con paredes de mármol de Carrara. En su interior se levanta el altar propiamente dicho, donde se realizaban los sacrificios.
El monumento está recubierto en su casi totalidad por relieves muy interesantes: guirnaldas y bucráneos en el interior, procesiones (al modo del Partenón) y alegorías a Roma en el exterior. Una obra de arte magistral.

Tras la caída del Imperio Romano el Ara Pacis quedó abandonado y en estado ruinoso.
Una de las pocas cosas buenas que hizo Mussolini fue el preocuparse por rescatar y recuperar este monumento para el deleite de los romanos, ubicándolo al lado del mausoleo.
En el año 2006 el arquitecto "estrella" Richard Meier se encargó de diseñar un polémico edificio "contenedor" para albergar esta obra de arte. Un controvertido edificio vanguardista, el primero permitido en el centro histórico de Roma desde tiempos del Duce.


LA MODA EGIPCIA

La costumbre de hacerse construir grandes tumbas fue iniciada, como hemos visto, por el emperador Augusto. A éste le imitaron las clases altas de la sociedad romana, con buenos ejemplos como el MAUSOLEO DE CECILIA METELLA en la Vía Apia o la del industrial panadero EURYSACES en Porta Maggiore.

Pero quizás la más llamativa de todas es la tumba en forma de pirámide, a la manera egipcia, que se mandó construir el magistrado CAYO CESTIO hacia el año 15 a.C.
Egipto se había puesto de moda en la sociedad romana años antes. Los vínculos de Julio César y Marco Antonio con este país y con su faraona Cleopatra son una clara muestra de ello. Desde el año 30 a.C., tras ser conquistado por Augusto, Egipto pasó a ser una provincia más del imperio, poniéndose de moda entre las capas altas su cultura y costumbres. Y este monumento, con este toque kitch es un buen ejemplo.

La pirámide tiene una altura de 36 mts. y está compuesta de hormigón por dentro y travertino por fuera, con su correspondiente inscripción para que quede claro quien lo mandó construir.





DINASTÍA JULIO-CLAUDIA

A Augusto le suceden una serie de emperadores de la dinastía que él comenzó, cuya huella en la Roma actual, por unos motivos o por otros, es bastante escasa. Principalmente pusieron el foco en la arquitectura privada, básicamente palacios.

TIBERIO

Se montó un estupendo palacio en El Palatino, la zona residencial de los gobernantes. Pero el palacio más famoso que construyó fue en Capri, ya de moda por esa época, y donde se retiró a la edad de 68 años cansado ya de tanto guerrear.

CALÍGULA

Su sucesor, como bien sabemos, tuvo un corto reinado de 3 años y, aparte de nombrar senador a su caballo Incitatus, poco hizo en el terreno arquitectónico al margen de su circo en la zona del Vaticano y nuevos acueductos.

CLAUDIO

Se preocupó bastante más por las obras públicas, llevando a cabo programas de reconstrucción de buena cantidad de edificios en Roma y extendiendo la red de caminos por el Imperio. Poco conservamos de su época salvo la peculiar y significativa PORTA MAGGIORE.

NERÓN

También fue un caso peculiar. Pelín egocéntrico, durante los 14 años de su mandato, hasta que se lo quitaron de encima en el 68 d.C., se dedicó básicamente a construirse enormes palacios para su disfrute personal.

Primero fue la DOMUS TRANSITORIA y, posteriormente, aprovechando el famoso incendio del año 64 d.C., se apropió por la cara de 100 hectáreas de suelo público en el centro de la ciudad (entre los montes Palatino y Esquilino) para hacerse construir uno de los palacios más famosos de la antiguedad: la DOMUS AUREA (conocida así por su fachada dorada).
De este legendario palacio poco quedó tras la "Damnatio Memoriae" realizada después de su "suicidio asistido". Esto, por otro lado, era bastante frecuente en la época. Si un emperador era destituído (en el mejor de los casos) o asesinado (en el peor y más frecuente) por decisión del senado se eliminaban todos sus edificios, estatuas o símbolos que guardaban relación con él.

Unicamente se conservan ciertas áreas subterráneas que no fueron ocupadas por construcciones posteriores. Y estas zonas sí pueden visitarse, aunque hay que hacer una reserva previa. Resulta muy interesante y la visita es guiada (cuesta 16 €).

LOS FLAVIOS

Esta dinastía sí que dejó un legado interesante para la ciudad.

VESPASIANO

Alcanzó el poder en el año 69 d.C. mediante una guerra civil (hubo muchísimas a lo largo de los 5 siglos que duró el Imperio Romano).
Y como algo que va a repetirse frecuentemente cuando alguien alcanza el poder por medio de las armas, lo primero que tiene que hacer es ganarse al pueblo, que se ponga de su lado. ¿Y cómo? pues construyéndoles recintos donde se lo pasen bien: anfiteatros, circos, teatros, baños públicos ... Como podemos ver, poco hemos cambiado en estos 2000 años ...

Y Vespasiano no se lo pensó mucho: les construyó el mayor anfiteatro conocido hasta entonces, con una capacidad para más de 50.000 espectadores. Ahora tenemos campos de fútbol, antes la gente iba al anfiteatro para pasar el día viendo combates, caza de fieras, peleas de gladiadores ...




Con las arcas bien llenas gracias al botín obtenido en la campaña contra Jerusalen (miles de libras de oro y plata, inmensidad de joyas y hasta su famoso candelabro de 7 brazos de oro macizo), comenzó la edificación en el año 70 d.C. sobre la laguna artificial - una vez desecada, claro - que el bueno de Nerón se mandó construir como anexo a su palacio. Se terminó en el año 80 d.C., ya con el reinado de su hijo Tito. la fiesta de inauguración duró nada más y nada menos que 100 días.

Construido con hormigón y recubierto de piedra travertina, contó inicialmente con 3 pisos sucediéndose los estilos dórico, jónico y corintio, cada una de las 3 plantas con 80 grandes arcos y con una escultura en cada uno de ellos. Su 2º hijo Domiciano añadió años después un 4º piso. En días de lluvia o de mucho calor se recubría con una lona, el "velarium".
En el interior los asientos eran de mármol, el suelo (la arena) de madera, la planta elíptica, y debajo, en el hipogeo, toda una serie de compartimentos, pasillos, rampas y salas donde se encontraban los actores principales: gladiadores y fieras.

El Coliseo resulta monumental, deslumbrante, otra de las maravillas de Roma.
¿Y porqué el nombre del Coliseo? Bueno, de la Domus Aurea de Nerón quedó algo más que ciertas zonas subterráneas. También se salvó una colosal estatua de bronce de casi 40 metros de altura, realizada por el famosos escultor Zenodorus, representando a Nerón. Vespasiano, tras la damnatio, modifica la cara y la reconvierte en la estatua del dios Sol, colocándola a las puertas del anfiteatro. Tal fue la fama de esta enorme escultura que con el tiempo el recinto pasó a llamarse El Coliseo.




Punto negativo de este monumento: la masificación turística, colas interminables para acceder a su interior. Para evitar - en parte - estas interminables colas la mejor opción es comprar la entrada con antelación, por internet. También recomiendo escoger una visita guiada y, a ser posible, con acceso a la zona subterránea y al 3º nivel. También da acceso al Foro Romano y al Palatino. Eso sí, la entrada que he mencionado no es nada barata: 30 €.

A pesar de lo imponente que nos resulta, lo que vemos hoy en día viene a suponer ni la tercera parte de cómo fue el Anfiteatro de los Flavios. Tras la caída del Imperio Romano este edificio también fue usado como cantera para la edificación de gran cantidad de viviendas, palacios e iglesias, con los papas al frente de este saqueo.
Hay un dicho famoso que circula desde hace siglos por Roma: "lo que no destrozaron los bárbaros lo destrozaron los Barberini" (conocida saga familiar romana con varios papas en su haber).


TITO


Muy cerca del Coliseo, a la entrada del Foro Romano, por la Vía Sacra (el camino que tomaban los ejércitos romanos cuando regresaban victoriosos de las batallas), nos encontramos con el ARCO DE TITO (hijo mayor de Vespasiano), conmemorando la victoria de Roma sobre el pueblo de Judea.


Fue levantado por su hermano Domiciano hacia el año 82 d.C., poco después de fallecer Tito. Este, a pesar de reinar únicamente durante 2 años, fue un emperador muy querido por su pueblo (¡cómo no, si les montó una fiesta de 100 días en el Coliseo!). Murió con 34 años, de enfermedad natural (raro, aparentemente no fue asesinado). Durante este corto tiempo tuvo que soportar la destrucción de la ciudad de Pompeya por el Vesubio, un serio incendio en Roma (sí, otro más) con plaga de peste incluida ... Vamos que mucha suerte no tuvo el hombre.

Se trata del Arco Triunfal más antiguo conservado en la ciudad, de un solo vano, y con interesantísimos relieves que narran el triunfo de las tropas romanas sobre los judíos levantiscos.
El Arco fue restaurado en el siglo XIX por Giuseppe Valadier, quedando como plenamente original los relieves y la parte central del mismo.


DOMICIANO

Su hermano menor fue emperador 19 años y no fue ni mucho menos tan querido.
De carácter megalómano, tiránico y sanguinario, al más puro estilo Stalin, consiguió, entre otras gestas, desterrar de Roma a todos los filósofos.
Del género de emperadores que "tiraban para casa", con poca obra pública y mucho palacio para su disfrute privado. Para la enorme mansión que se hizo construir en El Palatino contó con uno de los mejores arquitectos que haya contado el Imperio: RABIRIUS, el Frank Gehry de nuestros días, el rey de las formas curvas.

Se conserva la planta de lo que fue su obra pública más famosa: el ESTADIO DE DOMICIANO, amplio espacio rectangular con un lado recto y otro curvo, donde se practicaban carreras de caballos. Hoy en día es conocida por otro nombre: la PIAZZA NAVONA, renovada en su totalidad en el siglo XVII, en tiempos del papa Inocencio X.


Por cierto, Domiciano tuvo un final similar al de Nerón. Aún hay dudas si murió apuñalado por miembros de la corte o si fue invitado a suicidarse. También hubo "Damnatio Memorae" con él, lo que explica que apenas quede nada en pie de lo que mandó edificar, incluidas cientos de estatuas en su honor distribuidas por toda la ciudad.


LOS HISPANOS


España ha mantenido, desde siempre, estrechos vínculos con Roma y su historia.
Nuestro país tiene el dudoso honor de contar con 2 de los personajes más odiados por los romanos: el papa Alejandro VI Borgia (posiblemente para muchos italianos el peor papa de la historia, no así para los españoles que alguna manilla echó a los Reyes Católicos) y Carlos I, el artífice de la destrucción de la ciudad en el año 1527, en el famoso "Saco de Roma".

Pero también hay que decir que 2 de los personajes más queridos por los romanos fueron de origen español. Se trata de los emperadores Trajano y Adriano, naturales de Itálica (población cercana a Sevilla).


TRAJANO

Fue emperador entre los años 98 y 117 d.C. Durante su mandato el Imperio Romano alcanzó la máxima extensión de toda su historia, con significativas victorias sobre el reino de Dacia (actual Rumanía), el reino Nabateo (actual Jordania) o el reino de Partia (actual Irán).

Pero no sólo fue admirado por sus magníficas campañas militares sino también por la gran cantidad de edificios públicos que mandó construir en Roma. Para ello se valió del, posiblemente, el mejor arquitecto que haya dado el Imperio: APOLODORO DE DAMASCO. Si Domiciano tuvo a su Frank Gehry, Trajano tuvo a su Norman Foster.

Así edificó el foro más grande de todos los que han existido en Roma, con una gran plaza rectangular porticada repleta de esculturas.


Entre ellas se encontraban las de dignos prisioneros dacios (algunos tomados prestados por Constantino el Grande 200 años después para incorporarlos a su famoso Arco Triunfal).

Transversalmente a este foro incorporó una magnífica basílica, la BASÍLICA ULPIANA, con más de 170 mts. de largo y 2 plantas, donde se realizaban actividades comerciales (una especie de Bolsa) y se impartía justicia.


Desgraciadamente poco queda del Foro y de la Basílica, gracias entre otros a don Benito Mussolini que se empeñó en abrir una Avenida por esta Zona, resultando muy difícil el hacernos una idea de cómo eran en realidad estas magníficas construcciones repletas de mármoles traídos de todas partes del mundo conocido, de magníficas esculturas y pinturas.

Lo que sí se conserva en muy buen estado es la gran COLUMNA TRAJANA, ubicada en la zona trasera del Foro, a continuación de la Basílica. Se trata de otra de las joyas que nos podemos encontrar en Roma.



Formada por 18 cilindros de mármol, tiene 30 mts. de altura y 4 mts. de diámetro, con un relieve en forma helicoidal de 200 mts. de longitud narrando las victorias de Trajano en las batallas contra los Dacios. Coronando la columna se encontraba la estatua del emperador (el papa Sixto V la sustituyó en 1587 por otra de San Pedro). Su interior está hueco y tiene una escalera que te permite llegar hasta arriba. En su momento estuvo pintada y, posiblemente, Trajano fue enterrado en su base.


También se conserva en relativo buen estado lo que vino a suponer el primer Centro Comercial de todos los tiempos: LOS MERCADOS DE TRAJANO.
Una de las obras maestras de Apolodoro de Damasco. Enorme construcción de hormigón recubierta de ladrillo, albergaba 150 tiendas organizadas en varias plantas.



Trajano murió en el 117 d.C., con 65 años, y le sucedió su hijo adoptivo


ADRIANO

Para mucha gente, junto con Augusto, el mejor emperador que tuvo Roma.

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