Isfahán es un ciudad que he oido hablar desde pequeño, que deseaba conocer desde hacía mucho tiempo...
¡Pues no!Eso no puedo decirlo yo. Hasta no comprar el billete de avión en octubre del 2018 no sabía nada de esta ciudad. Y eso que había visto la película del Médico, una adaptación del libro de Noah Gordon. Pero, como muchas veces me ocurre, el nombre de la ciudad pasó desapercibido para mí mientras veía el film.
El Médico narra la historia de un joven londinense que se desplaza hasta Isfahán en el siglo XI para estudiar medicina en una de las famosas madrazas de la época a cargo del personaje histórico Ibn Sina.
En la época que está ambientada la obra literaria no existía ninguno de los puntos mas interesante de la actualidad. Aun así recomiendo leer y ver la película del Médico antes de ir.
Taxi del casco viejo de Yazd a la estación de autobuses: 150,000 riales.
Autobús de Yazd a Isfahán 200.000 riales.
Muy frecuentes y no hay necesidad de reservar siempre que no haya una festividad por medio.
Quienes deban luchar para mantener a raya el colesterol y su debilidad sean los dulces tendrá un pequeño problema cuando viaje en autobús, pues siempre ofrecen bollería y zumos artificiales gratuitamente.
A las 13:30 h llego a la estación de Isfahán. Un taxista que practica el intrusismo laboral me lleva hasta el hotel por 250.000 riales.
Me alojo tres noche en el Hotel Isfahán: 1 noche sale por 2150000 riales
Salí de él con unos cuantos chichones. Los marcos de las puerta están muy bajos. Y cuando me distraigo acabo golpeándome.
Son las 15:00 h y tengo hambre. Salgo dirección a la rambla peatonal de Chahar Bagh Abbasi. Cuando llego busco cualquier sitio para comer. Y que mejor opción que elegir dónde va Vicente que no es otro donde va la gente. Entro en un local lleno " de gom a gom" ( como suelen expresar los catalonoparlantes: Lleno hasta los topes) y me pido un pizza de grandes dimensiones y refresco por unos 120.000 riales.
Uno de los empleados utiliza una de las expresiones más recurrentes cuando encuentran a alguien de nuestra nacionalidad: Del Barça o del Madrid.
Llego al final de la rambla peatonal que muere en una rotonda congestionada de tráfico, al lado el lecho seco del río Zayandeh, el cual más que río llamaría riera. Aquí hace meses que ya no baja agua. Los ciudadanos cruzan indistintamente por el lecho como por el bonito puente Si-o-Seh Pol. Hay algunos grupos de jovenes sentados en algunas de las bases de sus 33 arcadas. El tiempo gélido y ventoso no acompaña. No es la mejor época para visitar esta zona que en primavera y con agua debe cambiar radicalmente su imagen.
Los sendos paseos ajardinados que flanquean el río serían muchísimos más placenteros de pasear si el estruendo provocado por los vehículos no llegaran hasta él.
En treinta minutos a pie llego al puente Pol-e Khaju. Le saco varias fotos desde el centro del cauce seco del río.
Las luces públicas ya tomaron el relevo al sol.
Curiosamente, ni este puente lo cruzó Rob J. Cole ( el personaje principal del Médico) pese a ser el más viejo.
En la calle Ferdosi , desde una burguesía take-away uno de los trabajadores con el pelo emblanquecido y ralo me exhorta con simpatía a que pruebe sus hamburguesas. No, gracias. No como carne. No hay problema, éste de aquí no lleva carne. Así que al final acabo comiendo un inmenso bocadillo con una coca-cola por 70.000 riales (50 céntimos de euro).
¿Puedes hacerme una foto del local conmigo dentro de la ventana desde donde sirves a la gente? Duda un momento. Pero al final me la hace. Se nota que él no es el jefe.
A las 21:00 h me voy a la habitación a leer un poco y descansar. Mañana me toca visitar la segunda plaza más grande del mundo.