Como siempre en nuestro viajes, nos levantamos a primera hora para aprovechar bien los días.
En este hotel, fue el desayuno que menos me gustó de todo el viaje, era bastante pobre.
Cargamos las maletas de nuevo en el coche y nos vamos en dirección del parque de Legoland, a media hora de nuestro hotel y a unos 40 kms de distancia.
Aparcamos en el parking casi enfrente de la entrada y bastante cerca, ya que llegamos de los primeros, aún así la afluencia era bastante mayor que Playmobil.
El parking costaba 6€ y las entradas con una comida en el parque nos salió por 128€, las cuales habíamos sacado previamente por internet, con una oferta de venta anticipada.
https://www.legoland.de/en/
El parque para verlo completo con espectáculos y todo, necesitas 2 días enteros, nosotros teníamos uno solamente, así que sacamos el pase express por 20€ cada uno, de esta manera nos centramos en las atracciones que más nos interesaban hacer, sin tener que esperar tanto.
https://www.legoland.de/en/tickets/express-pass/
Subimos en atracciones como Lego Ninjago, Power Builder, Flying Ninjago, paseo en barco y tren, la torre de observación, temple Xpedition, Jungle Xpedition, baño en la zona acuática de duplo y algunas más.
En la parte central del parque tienes varias ciudades en miniatura con Legos, a mi modo de ver la parte más vistosa de todo el parque.
Antes de abandonar el parque, como en Playmobil, pasamos por una de sus tiendas para llevarnos un recuerdo del parque.
A media tarde emprendemos nuestra marcha, en dirección a Singen, nos separaban unos 190 kms y casi 2 horas y media en coche.
Elegí este hotel por su cercanía a las cataratas del Rhin y pensando en adentrarnos en la selva negra.
La habitación para 4 con el desayuno incluido nos costó 103€,a través de la web Hoteles.com.
Cenamos en el mismo hotel unos bocadillos, que habíamos comprado previamente en un supermercado.
Cansados por el atrejeado día en el parque y cargados de emociones,damos por finalizada la jornada de hoy y pensando que nos depararán el resto de días.