Tras comer nos desplazamos casi una hora hasta llegar a los dominios de Chambord y visitar el último de los castillos reservados para hoy. Lo primero que toca es pagar por el parking, 6€ creo recordar. Lo segundo es llevarse la desilusión por las obras que se están realizando en todas las torres y que afean las vistas bonitas de este castillo desde el exterior.
Antes de entrar en el castillo en sí llegas a la tienda de souvenirs, la de entradas, un pequeño mercadillo y un restaurante con terraza exterior. Avanzas un poco y llegas al jardín exterior de la entrada. Las entradas ya reservadas valieron 14,50€ cada una y se podían usar hasta el 31 diciembre.
Se entra a un patio interior y de allí al edificio, donde lo primero que te encuentras es la famosa escalera de doble evolución, doble espiral tipo hélice de ADN, y también mucha gente que sube y baja continuamente.
Se entra a un patio interior y de allí al edificio, donde lo primero que te encuentras es la famosa escalera de doble evolución, doble espiral tipo hélice de ADN, y también mucha gente que sube y baja continuamente.
Cuesta un poco orientarse en el castillo y desplazarse a lo largo de las estancias visitables, unas más bonitas y otras más normales, también los brazos que salen hacia las 2 torres laterales y junto a las que suben más escaleras en espiral. Por suerte la guía que te dan en castellano te ubica, y aún así...
Accesible sólo desde el patio hay otras dos estancias, la sala de las carrozas y el depósito de lápidas (estas son muy bonitas).
Al terminar ya no pudimos acceder a los jardines posteriores, que se hace desde el propio castillo, cerraban antes, si bien los vimos desde la cubierta.
Al terminar ya no pudimos acceder a los jardines posteriores, que se hace desde el propio castillo, cerraban antes, si bien los vimos desde la cubierta.