Dormimos regular entre la preocupación por si no conseguíamos el Grab, el hambre de la otra y que cantaron gallos toda la noche literalmente. El campo es lo que tiene. A las 7:30 ya estábamos desayunando con los señores: fruta y arroz muy ricos, lo malo era el café. Resulta que pedimos el Grab y apareció a os 10 minutos, así que llegamos con demasiada antelación al puerto de Kusamba, donde además no hay bares ni casi nada porque, como decía, no es de los puertos más potentes, es el que vi que nos iba mejor para hacer esa ruta en ese orden. Está en una playa de arena negra muy sucia.
El ferri sale puntual a las 9:30 y son unos 20 minutos solo a Nusa Penida desde allí. Al llegar, nos está esperando el hermano de Made. No sabíamos cómo nos íbamos a mover allí, pero hablando con Made, nos envió con su hermano que vive allí y ya nos recogió en el puerto. Es fácil encontrar conductor y es buena gente. Se llama Nyoman y es un personaje. Nos lleva a desayunar a un bar que resulta ser de su familia, muy rico el café y la bollería. Apalabramos con él lo que queremos ver y el precio, todo muy fácil.
Nusa Penida me sorprende porque pensaba que sería mucho más turístico, y no. Es muy salvaje, apenas hay infraestructuras, las carreteras son terribles y hay poca gente en general. También me habría quedado más tiempo.
Nyoman nos lleva a sacar dinero (sí, otra vez) a la zona más populosa de la isla, porque claro, cajeros solo hay en cierta zona, donde hay más hoteles, restaurantes, clubs... De ahí vamos directamente a la famosa Kelingking Beach, donde sí hay mucha gente, pero es que el espacio físico tampoco es mucho. Se tarda mucho en llegar a todos lados, pero mucho mucho. Hace mucho calor, las vistas son espectaculares, pero bajar es un deporte de riesgo, la gente se desmaya literalmente subiendo. A ver, es que no estamos muy bien de la cabeza, a esas horas de calor, sin agua, sin gorra y con sobrepeso, lo mínimo es desmayarse, pero así somos. Lo vemos desde arriba y no bajamos.
Nyoman nos lleva de ahí a Angel's Billabong y a Broken Beach. Vistas espectaculares, pero como ocurre con Bali, ninguna playa es para bañarse.
Nyoman anda muy acelerado siempre, fuma mucho y tiene las manos un poco largas, pero es simpático, anda encantado con nosotras y nos sacamos muchas fotos con él.
De ahí al hotel hay 10 km espantosos que tardamos mucho en hacer. El hotel es el Ruji Ananta Cottage, donde pasamos dos noches en un bungaló en medio de la naturaleza que fue una pasada. Tenía el desayuno incluido y bien de precio. Os lo recomiendo mucho si vais, eso sí, está en la jungla, no en la zona concurrida, no hay nada a partir de cierta hora.
Siempre vamos de viaje las dos y nos rodean parejas, en los bungalós solo había parejas y nosotras dos, así que siempre nos ponen los detalles románticos también
Comimos allí al lado de la piscina, le pedimos la comida a la señora que trabajaba allí, es que no lo llamaría restaurante, porque era una señora en una cocina. Poquita carta, pero todo muy rico. Nos bañamos en la piscina y dejo ropa para lavar en el hotel. Vamos andando hasta Crystal Bay, por el medio de la selva, hasta una playa con una puesta de sol espectacular, y donde uno sí puede bañarse.
Hay varios bares en la playa, me tomo un zumo de mango que es el mejor hasta el momento, y cuando se pone el sol tomamos unas cervezas en las mesitas en la playa. Vamos a cenar al restaurante de otro de los hoteles cercanos. Son todos bungalós con una cocina y se puede ir a cenar a todos, pero todos tienen la misma carta, la variedad en Nusa Penida es limitada, como es obvio. Se nota mucho tanto aquí como en Uluwatu que se está construyendo mucho y muy rápido, montones de hoteles. Me quedo un rato fuera escuchando los sonidos de la naturaleza, especialmente al gecko, que es un lagarto que hace un sonido rarísimo, que escuchamos por primera vez en Ubud y nos asustamos, porque nunca habíamos escuchado eso. Podéis escucharlo en YouTube, ya veréis.