Desayunamos en el hotel temprano y nos recoge Nyoman para llevarnos al puerto. Puntualizo que Nyoman habla mejor inglés que su hermano Made y es fácil entenderse, solo que también trabaja en un club por las noches y anda un poco desnortado por las mañanas. No consigo recordar lo que nos cobró por los dos medios días de excursión y llevarnos al puerto, y no lo debí de apuntar, pero sí que fue menos que los otros dos chóferes, quizás entre 1,5 y 2 millones de rupias me parece.
Teníamos el ferri desde un puerto distinto al que llegamos a las 10:30. Todo bastante bien organizado y salimos puntuales. El barco/lancha es pequeño, yo no me fijé en las compañías, sino en los horarios que nos interesaban. Deberíamos haber llegado a las 12:15, pero nos encontramos con atasco de barcos en Gilli T, probablemente debido a la limitación de infraestructuras que comentaba. Llegan muchos barcos a esa isla y no tienen donde amarrar, por lo que hay muchas esperas. Ahí mucha gente se empezó a agobiar, porque hacía calor, nos cerraban las ventanillas porque si no entraba agua, una chica vomitó y era muy pequeño y mucha gente. De todas formas, no creo que sea un problema del barco en el que vayas, es de organización y falta de infraestructura para tanto tránsito. Lo que sí, unos son más cómodos que otros y este fue el peor en el que montamos.
En Gilli T se bajó un montón de gente y se subió otro montón (todos españoles, entre de resaca y todavía pasados de rosca) porque los barcos hacen recorridos circulares y vuelven a Bali. Al final llegamos a puerto a las 14:30, ojo a la diferencia, dos horas. En Gilli Air nos bajamos cuatro contados, entre ellos una americana muy maja, hay pocos americanos por allí, me dijo que había atravesado el Pacífico en uno de los vuelos más largos del mundo, aún me acuerdo de eso a menudo.
Si no me equivoco, el barco seguía hasta Lombok y luego volvía para Bali y así sucesivamente. A Gilli Meno había que ir desde una de las otras islas. Me hubiera encantado ir, pero no pensamos en ir a Gilli T. Con más tiempo, iría a Meno.
Caminamos hasta el hotel porque llevábamos mucho sentadas y es un paseo, a ver, un poco pesado con las maletas grandes y sudando y hambrientas, pero yo no iba a cargar a los caballos con mis bártulos. El hotel era el Unzipp Bungalows, lo recomiendo mucho, con el baño con la ducha en el exterior y el mejor desayuno incluido de carta que tuvimos en el viaje, aunque seguro que el resto de hoteles de Gilli Air es igual o mejor. De precio, estupendo tres noches. Nos ofrecen una especie de piña colada de bienvenida.
Dejamos las cosas y nos fuimos a comer al restaurante de otro hotel, están todos dispuesto de la misma forma, con el restaurante mirando hacia el mar con tumbonas y mesas bajas con cojines, el camino circular que da la vuelta a la isla en el medio y el hotel detrás. Comimos en las tumbonas como marajás, estaba todo bueno.
Procedimos a buscar una playa en la que bañarnos, pero empezó a llover, así que fuimos a otra terraza a tomar algo y cuando paró nos fuimos para los pufs que tenían fuera a ver la puesta de sol, un momento muy chulo.
Cuando se hizo de noche (muy temprano para lo que estamos acostumbrados aquí en verano), nos dimos la vuelta a la isla caminando, no sé qué se puede tardar, unos 50 minutos. También se puede atajar por el medio. Me pareció que había poquísima gente, la isla medio vacía, o más de medio. Nos paramos en otro bar a tomar algo y yo después me compré una crepe porque hay varios puestos donde las hacen con Nutella y otras cosas. Hay mucho pescado y marisco fresco que te hacen allí mismo en una parrilla. Nos lo apuntamos para otra noche.
Gilli tiene una atmósfera distinta porque la población es musulmana, desaparecen los templos y "templitos" por todas partes y la gente a mí ya no me parece tan simpática como en Bali, más cerrados quizás.