![]() ![]() Camino de santiago (2014). De León a Finisterre. ✏️ Blogs de España
Mis experiencias y sensaciones en el camino de Santiago que hice en 2014 en Mayo y Septiembre. Desde un punto de vista interior y personal. (Recomiendo la lectura del diario con la opción de "versión imprimible" por el tamaño de las fotos)Autor: BigfooTsp Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (13 Votos) Índice del Diario: Camino de santiago (2014). De León a Finisterre.
01: Día 1: Llegada a León. (A punto de empezar)
02: Día 2: Etapa a San Martín del Camino. (Conociendo esto de hacer camino)
03: Día 3: Camino a Astorga. (Un día tranquilo)
04: Día 4: Camino a Foncebadón. (En la cima del camino Francés)
05: Día 5: Camino a Ponferrada. (Aparece el dolor)
06: Día 6: Camino a Cacabelos. (Necesito un descanso)
07: Día 7: Camino a Ruitelán. (Tengo que aprender inglés)
08: Día 8: Camino a Triacastella. (Recuperando los km pendientes)
09: Dia 9: Camino a Sarria. (Punto de encuentro de varios caminos)
10: Día 10: Camino a Portomarín. (Un pueblo precioso)
11: Día 11: Camino a Palas de Rey. (malas noticias)
12: Dia 12: Vuelta a casa. (Pero volveré pronto)
13: Día 13: De Lugo a Castrelo (De vuelta al camino)
14: Día 14: De Castrelo a Melide (Cogiendo el ritmo de nuevo)
15: Día 15: De Melide a Pedrouzo (Una etapa más)
16: Día 16: De Pedrouzo a Santiago de Compostela. (El show del turigrino)
17: Día 17: De Santiago a Negreira. (De las etapas más bonitas)
18: Día 18: De Negreira a Olveiroa (El país de las moscas)
19: Día 19: De Olveiroa a Muxía (Encontrando el Atlántico)
20: Día 20: De Muxia a Finisterre (En el fin del mundo)
21: Día 21: Vuelta a casa.
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Etapas 7 a 9, total 21
Día 7: Camino a Ruitelán
(22-Mayo-2014) ![]() Me despierto después de dormir profundamente. Me encuentro renovado y con ganas de caminar. Sigo con molestias tanto en las ampollas de los pies como en el femoral derecho. Pero mucho mejor que ayer. El tiempo es nuboso pero no llueve ni hace demasiado frío. Después de que me atracaran con 4,60 euros por un café con leche y una tostada en el hostal empiezo la ruta y salgo de este bonito pueblo. A la salida del pueblo me encuentro una chica joven cojeando y con los talones fuera de las zapatillas. Tiene 3pinta de estar pasándolo mal. Parece habitual esto de encontrarse tullidos en el camino, entre los que me incluyo. ![]() La ruta como de costumbre es preciosa y entretenida, y yo la hago animado. Me llama la atención un grupo de unas 10 españolas casi al final de la ruta que van hablando entre risas y llamando bastante la atención. Los españoles somos pocos pero nos hacemos ver, pienso. Alcanzo a las chicas, las saludo y charlamos un rato. Son simpáticas y algo locas, aunque algo mayores para mí. Me despido de ellas y entro en Ruitelán. Algo más grande que Foncebadón pero del mismo estilo: veinte habitantes, dos albergues y una tienda. Entro en el primer albergue y me registro. Me atiende un hombre muy agradable llamado Luis, pronto aparece el otro encargado y me da la bienvenida, Carlos. ![]() Le pregunto dónde está el cajero más cercano ya que voy algo justo y me dice que en el anterior pueblo. Pero que él tiene que bajar por la tarde a comprar algunas cosas y que me puede acercar. Se lo agradezco y acepto. Me enseñan el albergue. Hay una única habitación con todas las literas en la planta de arriba, me asigna una cama junto a la pared y veo que de debajo de un baúl sale una araña negra enorme. La piso acojonado y se lo comento. Me dice que estamos en el campo y que estas cosas pasan. Le digo que no tiene importancia, pero por dentro pienso que no sé si podré dormir. No tengo especial miedo a las arañas pero me dan un poco de respeto cuando alcanzan ese tamaño de selva tropical… Yo en Valencia no tengo que lidiar contra la naturaleza. Carlos me cuenta que un amigo suyo fue hace unos días a hacerles una visita y que le pico una araña de estas en el cuello. Tuvo que estar unos días tomando antibióticos y fue bastante doloroso, pero que en quince años es la única vez que ha pasado… no me tranquiliza en absoluto. ![]() Salgo cojeando a comprar tabaco y me voy a comer en un bar que se encuentra a la entrada del pueblo. Me tomo una cerveza y un plato de espaguetis buenísimo. Hay unos peregrinos italianos por ahí también. Empieza a llover y me meto dentro del bar. Converso con el camarero y un par de hombres del pueblo. Muy agradables y muy buena gente. Voy al albergue, preparo la mochila y Luis, uno de los encargados del albergue, me dice que ya va a bajar al pueblo más cercano a comprar. Así que me voy con él. Es un hombre muy majo y tienen una historia interesante. Tras comprobar con un par de comentarios que no soy un homófobo me cuenta que ellos son de Barcelona, que tenían un bar de ambiente y vivían a lo loco entre fiestas, drogas y rock and rolk. Pero que hace quince años decidieron dejar esa vida y meterse en esto. Me parece muy curioso. Rondan los 60 años y se les ve muy felices. Me cuenta alguna batallita de la transición y el trato de la policía de entonces hacia ellos. Saco dinero del cajero, que es lo que me hacía falta. Luis compra como una tonelada de azúcar y volvemos al albergue. Cenamos a las siete y media, son las cinco. De los quince que somos esa noche en el albergue yo soy el único español, pero siguen dándome buen rollo el resto de peregrinos. Hay una italiana morena y alta de unos veinte años que está tremenda. Se ha puesto a hacer estiramientos y ejercicios similares al yoga en la sala de lectura y casi me da algo. Yo cojo un libro que había en un estante, Edy rock, sobre un tío estadounidense con una vida decadente que decide hacer el camino de Santiago, me leo unas cincuenta páginas y me hace bastante gracia, lo leeré. Sale uno de los anfitriones con cubiertos para poner la mesa y ayudo a ponerla junto a otros peregrinos. Me siento en la mesa y nos sirven la cena. Una estupenda ensalada, puré de zanahoria y unos espaguetis a la carbonara, más espaguetis, pero están buenísimos y me harán falta hidratos extra para el día siguiente. Buen vino y natillas de postre. Hablo un poco con una pareja de 22 años estadounidense que son los únicos que hablan algo de español. Y pillo algo de lo que se conversa en la mesa. No me entiende casi nadie pero me siento muy a gusto. Termino la cena y me salgo a fumar un cigarrillo. Está la italiana gimnasta. Me comenta que es jugadora de vol-ley y que va sola por el camino. Se encontró con los italianos que yo creía eran su familia hace unos días, a los que se ha unido para hacer el camino. Es muy mona, y yo podría ser su padre. Vuelvo al comedor, escribo algo en el libro de visitas y me despido, voy al dormitorio. Hay una terracita junto al dormitorio y me salgo fuera a escuchar algo de música y a fumarme un cigarrillo. No tengo sueño. Al rato sale el chico americano y me pide si puede liarse un cigarrillo. Me comenta que está con Magi, la chica que va con él y que es su novia desde hace siete meses, dice que es la mejor… yo por dentro pienso que el amor es una mierda y un fraude. Conversamos un rato, es un buen chaval. Se acaba el cigarrillo y se marcha despidiéndose. Yo tardo un poco más en entrar. Oigo unos ruidos, me asomo y veo como por la calle empiezan a aparecer vacas. ![]() Recuerdo que la noche anterior soñé con Sara, aunque no recuerdo el qué exactamente. Por el camino me sorprendo fantaseando con que ella me llama y yo le cuelgo el teléfono. Imagino que esto es provocado por el rencor que le tengo por el daño que me ha hecho. Pasará con el tiempo, pero mi sensación actual es que si ella quería desvincularse de mí, pues que se vaya. No la quiero en mi vida, me siento traicionado por ella. Aunque supongo que eso a ella le daría igual… Que patético. Esto es una reacción que me sorprende porque incluso con Ana, que se portó bastante peor conmigo y con la que solo estuve dos meses, quedé al poco tiempo para tomarme alguna cerveza y entrenar juntos, sin que hubiera ningún mal rollo. Supongo que cada caso es diferente. No tengo tanta experiencia en mujeres. Voy a acostarme no sin antes separar la cama de la pared para reducir las posibilidades de una invasión arácnida nocturna. Consigo dormirme. Etapas 7 a 9, total 21
Día 8: Camino a Triacastella
(23-Mayo-2014) ![]() ![]() A la mañana siguiente nos despiertan a las 6:00 con música. La italiana empieza con sus eróticos estiramientos y ejercicios, yo me visto, ya es normal estar en calzoncillos delante de desconocidos. Un italiano cuarentón, en buena forma, que va con su familia y a los que se le unió la chica italiana le comenta algo a ella que no entiendo. Ella responde riéndose y diciendo – si que noto cierta tensione – ¿Cómo no quiere que haya tensione? Desayuno con los peregrinos del albergue en el comedor, me despido e inicio la marcha. Hoy toca compensar esos Km que me faltan y empezar con una fuerte subida. Me siento física y anímicamente preparado. Llueve, hace frío. Me coloco el poncho como puedo, no me favorece demasiado la verdad. ![]() A pesar del clima atravieso un paraje lleno de castaños preciosos con nudosas ramas y mucho musgo en sus troncos. Ha cambiado el aspecto del entorno respecto a las etapas anteriores. Me duele la pierna. Cojo una rama de castaño que me encuentro al margen del camino, me valdrá como apoyo para acabar la etapa. Resulta que encuentro bastante alivio en ella, cada vez voy pareciéndome más a un peregrino, ahora entiendo lo del cayado ese que llevan en la típica imagen medieval del peregrino. Continúo avanzando. ![]() Más adelante entro en otra cafetería, me meto en el aseo y me cambio por tercera vez los empapados calcetines. Hay una señora muy agradable con la que comento la cantidad de extranjeros que hay en el camino de Santiago. Ella me dice que también le sorprende, y que no tiene ni idea de inglés. Me cuenta que al principio veía como entraban y le hacían todos una pregunta que ella no entendía, hasta que supo que lo que le preguntaban era si hablaba inglés – Do you speak english? – ella, al próximo que entro tras saber esto, le respondió con un – ¿Voste fala galego? Me comenta que hace nada habían pasado por ahí una pareja de españolas morenas que rondaban los treinta. Le digo que creo quienes son. María y Yaira. Continúo caminando…Esta ruta se me está haciendo eterna. ![]() Por fin, sobre las 16:00 llego a Triacastella. Un albergue muy bonito con un restaurante que hay nada más entrar. Me dan la última plaza que tienen reservada por si hay algún error, supongo que me ven cansado y me comentan que ya que encuentran un español, que somos minoría, lo cuidan. Son muy amables. Dejo mis cosas en una habitación muy confortable, con unas 8 literas (16 camas) y me doy una ducha calentísima. Al volver a la habitación veo al grupo de italianos con la muchacha de ayer. Les saludo y me voy a comer hambriento. Al entrar en el restaurante me encuentro a Victor y Camilo, con una copa en la mano y que me reciben con una gran alegría. – ¡Pedro! creíamos que no te veríamos más, que alegría me das, tomate un chupito (me dice Camilo) – Le digo que no riéndome, que voy a comer… Camilo ya está lanzado. Me saludan Victor y “el cuñao”… hablo con ellos un rato y me voy a comer. Dentro del comedor está el grupo de españolas eufóricas al que vuelvo a saludar. Me siento en una mesa y me como un enorme plato de callos, media botella de vino y de segundo unas costillas a la plancha. La mejor comida de todo el camino. Que hambre que tenía. Aparecen María y Yaira y de nuevo las saludo, acaban de llegar. Les recomiendo el restaurante y vienen a comer con una chica argentina que se llama Carmen. Me fumo un cigarro fuera con el café, el grupo de chicas españolas terminan ese día el camino, me comentan que solo han podido escaparse cuatro días y van quedando y haciendo el camino a tramos juntas cuando pueden. Son muy majas. Nos despedimos con besos y abrazos. Muy buen rollo. Me meto un poco en el albergue a descansar. Por la tarde me voy a la terraza del bar del albergue a hacerme una cerveza. Me encuentro con Yaira, Carmen, María y Noemi. Me siento con ellas a hacerme una cerveza. Yaira tiene los ojos rojos y está algo triste, es su tercer día de ruta y tiene muchas molestias, no sabe si continuar o dejarlo. Me recuerda a cuando estaba yo en Ponferrada, aquel día que no tenía ganas de nada, y el día siguiente, cuando había descansado, me encontré mucho mejor y pude continuar. Le comento mi experiencia ese día y le digo que tranquila, que se le pasará. Carmen y María le comentan que a ellas también les ha pasado, me sorprende que esto sea algo habitual. Parece un estado anímico o una etapa frecuente por la que puedes pasar por el camino. Esto es más duro de lo que parece y hay momentos en los que te hundes un poco y te sientes así. Al poco rato y tras conversar todos y hacerla reir un poco se la ve mucho más animada. ![]() Esta es la etapa más dura que pasé en el camino en cuanto a exigencia física y de voluntad. Pero acabo el día muy contento de volver a ver a esta gente. Me lo he pasado muy bien y me voy a dormir. Etapas 7 a 9, total 21
Dia 9: Camino a Sarria.
(24-Mayo-2014) ![]() ![]() Tras estar preparado por la mañana me voy a desayunar al bar. Ya están todos ahí. Desayuno, converso un rato con ellos, Yaira está mucho mejor. Termino el desayuno e inicio la marcha. En Sarria se espera bastante presencia de gente ya que mucha gente empieza desde ahí por ser la distancia mínima desde donde te dan la compostelana y porque se unen en ese punto varios caminos. ![]() Me siento como si llevara toda la vida con esta rutina y me encanta la sensación. Sigo con molestias en la pierna derecha y las ampollas pero me encuentro mejor. El palo me ayuda bastante. En el camino hay una variante pasando por la población de Samos, Que tiene un gran monasterio según me han comentado. Tiene algunos Km más pero dicen que vale la pena. Me decido por esta ruta. Es preciosa y en absoluta decepciona. A un par de horas del camino atravieso un pequeño puente sobre un río… todo está tranquilo, solo se escucha el agua del río. Decido pararme a almorzar ahí. Saco un trozo de salchichón y un pequeño pero compacto pan de hogaza y empiezo a almorzar, disfrutando del momento. De repente, empiezan a aparecer de una curva tras el puente un montón de vacas que se disponen a atravesarlo. Yo no sé si estos bichos muerden pero me llama mucho la atención la curiosidad con la que me miran. ![]() ![]() ![]() Van guiadas por una pareja de ancianos armados con unas varas que son muy agradables. Me llama la atención que se dirijan a las vacas por sus nombres. Las vacas pasan mirándome y olisqueándome a mí y a mis cosas. Que situación tan poco habitual. Me hace mucha gracia. Continúo en el mismo sitio dis6frutando del momento y aparece Camilo. Nos fumamos un cigarrillo y continuamos el camino juntos. Llegamos a Samos y nos hacemos unas fotos. Tomamos un café en una cafetería donde nos atiende una chica muy agradable y continuamos. El camino es largo, estoy sin agua y sediento. El anterior restaurante estaba a unos nueve km hasta que aparece una indicación a un bar a 50 metros. Mataría por una cerveza. Nos dirigimo a este y yo me engullo una jarra de 400 ml mientras nos sentamos en su terraza y descansamos un rato. No queda mucho para llegar. Sigo con sed y me pido una caña más, unos 600 ml en total. No es nada para mí pero tras descansar un rato y empezar a caminar me noto mareado y con malestar en el estómago. Ahora caigo en que había tomado ibuprofeno por los dolores de la pierna y de los pies y creo que me ha sentado mal. Tengo que dejar de tomar ibuprofeno. ![]() Llegamos al albergue que ya nos había reservado plaza con anterioridad Victor y me me pego una ducha. Organizo un poco mi llitera y salgo, me como una hamburguesa en un bar cercano. Luego me doy una vuelta por el pueblo, Pequeño y bonito, pero sin que me llame nada especialmente la atención. Me tomo un té por ahí, en algún sitio donde puedo cargar el móvil. Me acerco luego a una cafetería junto al albergue y me encuentro sentadas a Yaira y María. Hoy es su último día y cogen un autobús a las 20:00 para marcharse a casa. Me tomo unas cañas con ellas y charlamos un rato hasta que se tienen que marchar. Nos pasamos los teléfonos y nos despedimos con besos y abrazos. Son gente genial, de la mejor que conocí por el camino. Les comento que cuando pasen por Valencia que peguen un toque que ahi tienen un amigo y así quedamos para hacemos unas cañas. Me gustaría seguir en contacto con algunas de las personas que voy conociendo. He quedado con el resto para ver el fútbol en ese mismo sitio. Voy al albergue a abrigarme un poco más y al volver al bar ya están todos ahí. Camilo, Victor, Emi, unas chicas de 27 años que vimos el día anterior en el albergue de Triacastella, una chica canaria de 42 años que se llama Sandra y que empezaba hoy, y a la que Camilo no deja de golfear. Y alguno más. La canaria dice que tiene novio, pero le gusta acercarse bastante. Yo no le hago demasiado caso pero a Camilo lo tiene como una moto. A Camilo desde Ponferrada lo llaman “El Templario”, se compró una camiseta blanca con una cruz roja en el pecho. La verdad es que me empieza a cansar un poco el rollo borrachín cebolleta de Camilo, aunque le tengo cariño. Me hago unas cervezas sin alcohol y me tomo una hamburguesa sentado fuera con ellos. Luego me meto en el bar cuando empieza el fútbol y me pongo cómodo. Mientras me tomo unas patatas fritas y un par de vinos… Me sientan muy bien. Sigue sin gustarme demasiado el fútbol pero se respira muy buen rollo en el bar. Destacan un grupo de malteses bastante escandalosos y está todo lleno de gente que parece feliz. Por fin en este punto de la etapa empiezan a verse más españoles. Lo paso bastante bien durante el partido, me río bastante. Continuamente durante el camino vas conociendo gente nueva con la que te encuentras y estas con ellos un rato, luego te despides y puedes que los puedas a volver a ver, o no… pero no importa nada en absoluto, solo se hace lo que te apetece en cada momento. Sin ningún tipo de compromiso. Tras finalizar el fútbol me voy a dormir. Etapas 7 a 9, total 21
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