CANTABRIA Y ASTURIAS ✏️ Blogs de España

Salimos directamente a la cita con la visita a la cueva del Cstillo que teníamos a las 9 y media. La entrada es impresionante donde se han descubierto casi una treintena de niveles de etapas del paleolítico. Hay pinturas ruprestes de animales y unas curiosas manos en negativo.
De allí partimos a Santander, donde un familiar nos esperaba para enseñarnos la ciudad. Empezamos por ver el Faro de Cabo Mayor, dando un paseo hacia los acantilados y donde se veía un panorámica de Santander. Luego recorrimos la playa del sardinero y el Palacio de la Magdalena, donde vimos varias bodas. De allí a un minizoologico junto al mar donde había focas marinas, delfines y pingüinos.
Comimos en el puerto pesquero, en el Restaurante El Vivero, arroz malo y nada barato. Luego un paseo hasta la Catedral.
Y regreso a Puente vuelta a Puente Viesgo, donde cenamos en el hotel y comimos el típico cachopo, parecido al flamenquín pero mucho mas grande (es mas típico de Asturias, pero también lo ponen por estos lares).

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Salimos dirección a Santoña, ya que quería hacer una de las rutas senderistas programadas, la de los faros y acantilados. Pero antes visitamos al ciudad, preciosa y lleno de encanto. Y como no adquirimos sus famosas anchoas, que aunque todas se hagan allí, no todas son del cantabrico.
Empezamos la ruta senderista desde el centro y nos dirigimos hacia el Fuerte de San Martin por el paseo marítimo y de allí al Fuerte de San Carlos y a la estatua Virgen del Puerto, patrona de Santoña. Desde allí teníamos que volver a coger otro camino pero nos equivocamos y seguimos un sendero empinado que debido a la lluvia del dia anterior incrementaron su dificultad, menos mal que habían puesto algunas sogas a las que pudimos agarrarnos para subir. Mas adelante ya retomamos el caminos bueno y nos adentramos en el monte Buciero. Ya el camino es bueno y se divisan unos paisajes espectaculares con vistas al mar con un color turquesa impresionantemente claros. Se bordea la punta del Fraile y se llega al cruce de 4 caminos, hacia la derecha nos fuimos para bajar al Faro del caballo, mas de 700 escalones empinados se dirijen hacia abajo para llegar al Faro, (allí nos comimos unos bocadillos que teníamos preparados) y otros 100 escalones para llegar hasta el mar. Algunos valientes se tiraban. Ganas no me faltaron. Ahora a subir los 800 escalones, casi na jaja. Tras volver al 4 caminos nos dirigimo al Faro del Pescador para seguir con la ruta. Desde el Faro del Pescador ya es suelo urbano hasta el penal de Dueso. Y desde allí vuelve otra vez el camino hasta volver a Santoña bordeando por completo el monte Buciero. Total unos 14 kms. De una ruta que me encanto.
Cuando llegamos a Santoña empezó a salir el sol, que disfrutamos sentados en unos sillones de piedra instalados en un parque frente al mar.
De regreso nos dirigimos a Santillana del Mar, donde nos hospedamos en el Hotel , una casa bonita cerca del centro, pero la habiacion, en la buhardilla, pequeña y falto de encanto, decorado con estilo castellano que no me guata nada. No esta mal de precio, 48 euros sin desayuno la noche. En principio solo teníamos pensado estar una noche, pero al estar cerrado las cuevas de Altamira el dia siguiente al ser lunes, optamos estar dos noches en el mismo hotel.
Visita ya de noche a Santillana del Mar donde comimos el típico cachopo, dos trozos de carne de ternera y en medio ponen jamon y queso y rebozado con huevo y pan rallado. Es mas típico de Asturias, pero también lo ponen por aca.

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Nos dirigimos a Comillas, donde visitamos primero el cementerio, donde se erige una estatua de un Angel exterminador obra del escultor Llimona.
Luego nos dirigimos a la Universidad Pontificia que no visitamos su interior, al Palacio de Sobrellano y como no al Capricho de Gaudi que aparte del exterior, bien merece pagar la entrada para que el guía nos explique todo el interior como el exterior. Es impresionante.
Despues de una vuelta por el centro nos dirigimos al puerto pesquero donde comimos en el Restaurante el Cantabrico donde nos decantamos por el menú. Excelente presentación, y buena relación calidad-precio.
Nos dirigimos luego a San Vicente de la Barquera, donde visitamos el casco viejo donde se encuentran los restos del Castillo, la iglesia gotica que esta a su lado Santa Maria de los Angeles. Luego dirección al faro se encuentra la ermita de la Virgen de la Barquera. Una vuelta por el paseo marítimo y retorno a Santillana del Mar, en la que todavía tuvimos tiempo de acabar de ver todo su impresionante centro histórico, y entrar en el museo de la torturas. Ver como la mente humana es capaz de inventarse las mas crueles maldades a sus semejantes me ponen los pelos de punta.

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