SRI LANKA y MALDIVAS en isla local y con niña (2016) ✏️ Blogs de Sub Continente Indio

Si volviéramos a planificar el viaje, haríamos el itinerario de Sri Lanka en sentido inverso, empezando por las playas del sur y terminando en Anuradhapura, para finalizar en Maldivas. Hacer el Triángulo Cultural de Sri Lanka (Anuradhapura – Polannawura – Sigiriya), en primer lugar, nada más llegar del viaje, se nos hizo demasiado cansado, con lo que hubiera sido mejor dejarlo para lo último, y dedicar los primeros días en las playas del sur para descansar del viaje y aclimatarse.

Hay que tener muy en cuenta que del mes de abril al mes de septiembre son mejores las playas del Norte y Este de Sri Lanka, pues en el Sur de la isla es época de lluvias y viento, y el mar está muy movido, haciendo difícil el baño.

En el caso de Maldivas, pronto desechamos la idea de ir a un Resort para optar por una isla local, y ello, más que nada, por el precio, y porque tampoco creemos que una isla Resort ofrezca al final mejores atractivos que los propios de una isla habitada: con diversidad y libertad en cuanto a la oferta hostelera, de restauración y actividades outdoor (Dhiffushi tiene 5 alojamientos, entre ellos un hotel, 1 restaurante, 2 cafeterías, 2 centros de buceo y varios supermercados), y con la posibilidad añadida de conocer e interactuar con la población nativa del país. Dudamos mucho entre Gulhi o Dhiffushi, y nunca sabremos si la elección fue la más acertada.

Este año nuestra hija Martina ya había cumplido los dos años, así que teníamos que pagar su billete casi íntegro, con lo nos afanamos más que otros años en buscar una buena oferta de vuelo que no destrozara nuestro presupuesto, y vaya que si la encontramos. Qatar Airways por su 30 aniversario sacó enero una oferta de vuelos a Asia nunca antes vista, al menos para nosotros, y eso que llevamos años viajando por Asia y comprando siempre con mucha antelación. Los billetes de ida y vuelta desde Madrid, con entrada por Colombo y salida por Male, nos salieron a 400 € por persona. Con ofertas así es difícil resistirse a viajar a estos destinos. Para evitar imprevistos no planeados al comprar el vuelo con tanta antelación, decidimos, como siempre, contratar un seguro de anulación (Europe Assistance: 36 €).

Acostumbrados a viajar con Etihad, Thai Airlines o incluso Lufthasa, la experiencia con Qatar no nos sorprendió. Buenos y nuevos aviones, correcto catering, atención especial para nuestra hija y muy buena conexión, en este caso de apenas dos horas en el moderno aeropuerto de Doha. Buen detalle la selección gratuita de asiento desde el mismo momento de la compra de los billetes.

[align=justify]En previsión del calor que podíamos encontrarnos, sobre todo el Triángulo Cultural, y teniendo en cuenta lo que disfruta Martina en la piscina, fijamos nuestra prioridad en buscar alojamiento con piscina, al menos en esa zona. Además, era necesario que nos facilitaran alojamiento gratuito para nuestro conductor en los destinos en los que nos acompañaba, y a poder ser, cuna o cama supletoria gratis para Martina. Como de costumbre, reservamos todos los hoteles en Booking con la opción de cancelación gratuita, e hicimos muchos cambios hasta que cerramos definitivamente el listado de alojamientos. Tenía entendido que el Alojamiento en Sri Lanka era malo y caro, pero claro, todo depende de con que se compare. Reservando con tiempo se pueden encontrar buenos alojamientos aptos para todos los bolsillos.

- Transporte:

- Vuelo Colombo - Male: Reservamos con Mihin Lanka, la aerolínea de bajo coste de Sri Lanka Airlines, y el precio fue de 194,00 € los tres, casi la mitad de lo que nos hubiera costado con Qatar. Aviones modernos, y muy puntuales.
- Conductor ruta Sri Lanka (Colombo – Kandy y Ella-Colombo): Después de pedir múltiples presupuestos a un montón de conductores que ofrecen sus servicios por internet, decidimos decantarnos por Manoj (www.manojtoursandtravels.com), y la elección fue todo un acierto.
- Trenes Sri Lanka: Imprescindible. Aunque nuestra primera intención era hacer en tren los recorridos de Kandy a Nuuwara Eliya, y el de Nuwara Eliya a Ella, al final sólo pudimos hacer el primer trayecto en tren, que es del que Manoj nos consiguió con un mes de antelación los billetes en segunda clase con asiento reservado (1.600 LKR los tres billetes).


- Dinero, cambio y Precios

En Sri Lanka: Optamos por llevar euros desde España e ir cambiando allí, y sólo en una ocasión sacamos dinero en un cajero, lo que en nuestro caso con las comisiones al final sale menos ventajoso.

En Maldivas: Como tanto en Male, como en Dhiffushi, es conveniente pagar en la moneda local, decidimos cambiar en el Aeropuerto. El

- Comida:

Habíamos leído, y oído de otros turistas, que la comida en Sri Lanka era horrorosa, muy picante e indigesta, con lo que íbamos algo preocupados, sobre todo por nuestra hija, que aunque come de todo, con dos años no está tan acostumbrada como sus padres a este tipo de comidas. La verdad es que la comida típica Srilankesa no es la mejor del mundo, sobre todo porque es muy limitada al Rice and Curry, ahora bien, está a años luzd e la comida India o Nepalí en lo que a a picante e indigesta se refiere . Además, la oferta culinaria está muy preparada para el turismo, y hay muchos restaurantes enfocados a los gustos occidentales y a precios muy razonables. Quien odie el picante, o no esté dispuesto a mantenerse de Rice and Curry, lo tiene muy fácil para encontrar pizza, hamburguesas, woks, rotis y pescado fresco y de calidad en la zona de playa.


- Perfil y experiencias previas fuera de Europa:

Pareja de 39 y 37 años con nuestra hija de 29 meses. Túnez (2006); Turquía (2007); Norte de la India (2008); Jordania (2008); Myanmar (2009); Vietnam y Camboya (2010); Singapur, Sulawesi y Bali (2011); México (2012); Nepal y Sur de la India (2013); Marruecos (2013); Japón (2014); Tailandia (2015).

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