Viaje: Siria / Líbano / Jordania OCT-2008 ✏️ Blogs de Asia Central y Oriente Medio

Arranco la mañana en las zumerías cerca del hotel. Una de las cosas que más me gustaron del viaje fueron los desayunos que disfrutaba en estas zumerías: un café turco, un buen zumo de naranja y granada y las flautas con queso de la Vaca que ríe. Esta mañana me encontré de nuevo con mi amigo marroquí y su hija, con los que coincidí el día anterior, y pude invitarlos a desayunar.

Aleppo también tiene muchos lugares encantadores que descubrir fuera de la ciudad antigua. Es encantador pasear por el barrio de Al Jdeida, perdiéndose por sus callejas y descubriendo las tradicionales tiendas tradicionales, la arquitectura tan peculiar de las casas, sus balcones de madera tan preciosamente decorados, pero que desgraciadamente el tiempo no ha querido respetar lo que merece.

Dejé muchas cosas por ver, pero era la primera parada de tantas y ganó las ganas de seguir adelante en el viaje. Cogí un taxi a la nueva estación de autobuses en el extrarradio de Aleppo, cerca de una base aérea militar. Son ~75SYP y unos 15 min de trayecto en taxi. La nueva estación es muy grande, y tiene muchas oficinas. Según entras en la estación, la primera oficina a la derecha es la de la compañía que lleva a Hama -100SYP & 1 ½ h-. El servicio es bueno. Reparten agua durante el viaje a quien desee. En la estación de autobuses de Aleppo, como en el resto de estaciones en Siria, me hicieron un control de pasaportes.

La estación de Hama, también nueva, se encuentra en el extrarradio. Se hace necesario coger otro taxi o bus para ir hasta el centro donde se encuentran la mayoria de los alojamientos económicos. Amablemente una persona me invitó a llevarme con su coche particular. Esta es la hospitalidad que conocí en Siria. Muy buena gente. Me alojé en el Hotel Cairo. Hace justicia la fama que tiene este hotel. El mejor de todos en los que estuve, y a un precio mejor que bueno- 500SYP-. El servicio excelente. Contrato con ellos una excursión para poder visitar al día siguiente, en un mismo día, el Crac de los Caballeros y llegar a Palmyra a tiempo para ver algo y disfrutar de la puesta de sol. Coche con chofer, todo incluido: 5000SYP. ¿Caro? Tal vez, pero luego daré más detalles.

Es domingo y excepto en el zoco la mayoría de los establecimientos se encuentran cerrados. No hay mucha animación por las calles.

Paseando por la parte antigua adivino lo bonito que debió ser esta ciudad antes de los disturbios que acabaron con los bombardeos indiscriminados sobre esta población. Aun hoy está cicatrizando las heridas. Poco a poco se están reconstruyendo nuevos edificios, tirando abajo los que se encuentran en ruinas, y reconstruyendo las norias que le han hecho famosa a esta ciudad.

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Otra de los atractivos de esta ciudad es su gastronomía. Justo al lado de unas de las norias, comí estupendamente en el restaurante Four Norias - 265 SYP-. Probé un espectacular Mezze de crema de berenjena y cordero a la barbacoa. También me dejé pasar para cenar en el animado restaurante Al-Atlal.

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Por un día me convierto en el más chulo del barrio. Montado en un impecable Pontiac Eight 1952 Chieftain, con chofer, voy camino al Crac de los Caballeros. Esta era la sorpresa que me tenían reservada en el hotel El Cairo cuando reservé con ellos este viaje. Un auténtico coche de lujo.

Era la jornada estrella del viaje. El Crac de los Caballeros y Palmyra eran los dos destinos que más me apetecían conocer en Siria. Me levanté pronto para aprovechar el día. Hay una hora de camino desde Hama hasta el Crac -90 km-. Conseguimos llegar justo a la hora que abre el Crac, a las 9:00 -150 SYP-. Dejé mi mochila en el coche y me llevé conmigo la cámara de fotos y el frontal, el cual me vino muy bien. Dentro la única luz es natural. Pasé dos horas descubriendo el enorme castillo por dentro. Es sorprendente el buen estado en el que se conserva. El castillo más bonito que he conocido.

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Fue una jornada contra el reloj. Hay un largo camino desde el Crac hasta Palmyra. Quería llegar a tiempo a Palmyra para la última visita a la torre Elahbel, la tumba-torre más impresionante de Palmyra -16:00-, y después disfrutar del resto del día hasta que cerrase -17:00-, viendo el recinto del Templo de Bel.

De camino sigo flipando con el Pontiac. Vale que el motor no fuera el original, pero que sea un Mercedes Compressor el único que pudo adelantarnos en los 250 km desde el Crac vaya, vaya. Nos llevó 2 ½ h de camino.

Como anécdota curiosa, en un cruce, de camino a Palmyra, un coche se cruzó bruscamente en nuestro camino y dos hombres armados con automáticas nos dieron el alto. Tras comprobar que era un turista, me pidieron perdón en inglés, y nos dejan continuar. Ups! Vaya.

Después de unos 200 km por el desierto llegamos a Palmyra. El chofer conoce bien su oficio y me lleva al mejor mirador para descubrir por primera vez este fantástico lugar: desde el castillo de Qala’ At Ibn Maan. No dejaré ninguna foto de las que saqué en este mirador para no romper el misterio, pero es un espectáculo fascinante! No podía imaginar que fuera tan grande Palmyra.

Encuentro alojamiento en el Hostal Citadel -600 SYP sin desayuno; 700 SYP con él-.

Para llegar a las tumbas se puede hacer dando un largo paseo o mucho mejor en coche, y que mejor que hacerlo montado en un Pontiac. Hay dos tumbas abiertas al público. Primero abren una, la cierran y abren la otra. Hay cierta distancia de una a otra. Andando hay poco tiempo de margen para poder ver las dos.

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En Palmyra no me encontré con mucha gente, y añadiendo que el yacimiento es enorme, más de lo que esperaba, prácticamente puedes sentirte como si estuvieras solo en este lugar. Es un privilegio. Un lugar realmente mágico.

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No hay mucho que hacer por la noche en Palmyra. Merece la pena madrugar al día siguiente y disfrutar del amanecer. Es sin duda el amanecer más bonito que he visto en la vida. Palmyra es muy fotogénico. En pocos sitios he hecho tantas y tan buenas fotos.

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Una opción también muy atractiva para disfrutar Palmyra es pasear tranquilamente por el oasis de palmeras que dio nombre a la ciudad.

Áunque me enamoré de este lugar no paré mucho tiempo allí. Me quedaban tantas cosas por ver y tan pocos días para verlas todas. Al mediodía cogí un autobús para Damasco. La nueva estación de autobús de Palmyra está a las afueras también -225 SYP-.

De la estación de autobuses en Damasco al centro son ~75 SYP en taxi.

Después de buscar mucho, encuentro un hotel. No es el más barato, pero era limpio, el trato amable y las habitaciones amplias. Hotel Yarmouk -800 SYP-. Cerca de la Plaza de los Mártires. Hay un montón de tiendas alrededor con los típicos dulces árabes.

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