![]() ![]() LONDRES EN 4 DÍAS ✏️ Blogs de Reino Unido
Nuestro primer viaje juntos, en Abril del 2010. Era la primera vez que íbamos a experimentar volar en avión, estar en un país con otro idioma y tan diferente en tantos aspectos. Aún recordamos los nervios y esas mariposillas en el estómago que se sienten las primeras veces que se viaja. Aunque siempre que tenemos un nuevo destino a la vista la ilusión y las ganas acompañan en todo momento, Londres será siempre especial para nosotros, pues fue ¡el primero de tantos!Autor: Irene7205 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.5 (4 Votos) Índice del Diario: LONDRES EN 4 DÍAS
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Etapas 4 a 6, total 6
Amanecimos un nuevo día en Londres. Nos preparamos y salimos en busca de nuestro desayuno. Volvimos a comprar nuestro desayuno en una tienda cercana a la estación Victoria y nos encaminamos a comprar nuestra Travelcard para acceder al metro.
Cogimos rumbo a la Torre de Londres en una de las dos líneas que unen Victoria Station con esta, la línea Circle (amarilla) o District (verde). Íbamos a ver La Torre de Londres, pero decidimos parar una estación antes y ver The Monument, gran columna que recuerda el Gran Incendio del año 1666, en el cual se destruyó gran parte de la ciudad. Nos debatíamos entre subir o no, ya que sabíamos que las vistas no eran demasiado buenas y los 311 escalones echan un poco para atrás. Al final subimos y podemos corroborar que si tienes intención de montar en la London Eye puedes ahorrarte la escalinata. El precio fue de unas 3 o 4 libras y al bajar nos entregaron un diploma, para acreditar haber subido los 61 metros de altura de este monumento. Una vez habíamos quemado el desayuno subiendo escaleras, nos dirigimos a la Torre de Londres bordeando el río Támesis, aprovechando para ver y fotografiar el Tower Bridge. Una vez llegamos a la explanada de la Torre de Londres nos dirigimos a comprar las entradas. Estas cuestan 24,5 libras (hay descuentos para estudiantes) y entra también en la London Pass. Dentro de la Torre de Londres podemos alquilar una audioguía, esta no estaba incluida en el precio de la entrada, así que nosotros cogimos una y nos la turnamos para escuchar las distintas explicaciones. En la Torre de Londres viven multitud de cuervos, una leyenda dice que si alguna vez dejaran la Torre desaparecería el reino. Por ello los guardias los cuidan y les recortan las puntas de las alas para que no se escapen… Es un edificio con mucha historia, durante mucho tiempo fue una cárcel para todo aquel que ofendiera al rey o fuera acusado de traición. Personajes famosos que sufrieron el encierro aquí fueron Ana Bolena, o su hija Isabel I. Aunque la segunda tuvo más suerte que la primera, ya que no fue ejecutada. Podéis enteraros de muchas más curiosidades históricas en este lugar y también podréis ver las joyas de la corona de Inglaterra, y haciendo gala de un patriotismo bastante exagerado te cuentan también como fue toda la coronación de la actual reina, Isabel II. Como dato curioso, para ver las joyas de la corona tienen una cinta mecánica, de este modo los turistas no se detienen más tiempo del necesario. Para todos los aficionados de la serie Sherlock, como nosotros, en uno de los episodios el genial detective se las tiene que ver con su némesis James Moriarty, quien se introduce en este lugar. Después de nuestra visita decidimos comer en uno de los numerosos puestos de fish and chips que se pueden encontrar justo al lado de donde se compran las entradas. Y es que no nos podíamos venir de Londres sin probar su plato más típico. Sobre este plato hay muchas opiniones, nosotros estábamos hambrientos y nos pareció que no estaba nada mal. En lugar de pedir un postre decidimos entrar a tomar el famoso té londinense en un establecimiento cercano. A mí no me gusta demasiado el té en general y no lo disfruté nada, a mi chico, en cambio, sí que le gustó tomarlo acompañado de unas pastas. Ya teníamos los estómagos llenos, y estábamos preparados para el resto del día. Era hora de cruzar el Tower Bridge. Y eso hicimos, caminamos por la parte más cercana al río hasta llegar al puente y lo cruzamos por ambos lados, contemplando las vistas del río, la City, la Torre de Londres… y llenando nuestra cámara de bonitas fotos. Después de esto fuimos a conocer la zona de Whitechapel y de Spitalfields. Desde el Tower Bridge seguimos hacia el norte caminando por Mansell St., Whitechapel High St. y Commercial St. Es un paseo de unos 20 o 25 minutos hasta llegar a nuestro destino, el pub The Ten Bells. Según dicen, este lugar era frecuentado por las prostitutas de la época de Jack el destripador. Incluso dos de las víctimas estuvieron allí poco antes de ser asesinadas. Para los interesados, en la zona es posible hacer distintos tours con algunas empresas, para ver los lugares relacionados con este famoso y misterioso asesino. Nosotros no hicimos ninguno, simplemente nos dedicamos a pasear por la zona y tomar algo en el pub. Justo enfrente está el conocido Old Spitalfields Market, por si os interesa echar un vistazo, es bastante famoso y en él podréis encontrar ropa vintage, restaurantes, artículos de decoración, etc. Seguro que merece la pena, aunque nosotros no entramos a verlo ya que no lo conocíamos por aquel entonces. Una vez habíamos saciado nuestra parte friki en lo que respecta a Jack the Ripper, tocaba la parte friki de Harry Potter. Así que caminamos por la City en busca del Leadenhall Market, un mercado cubierto que fue utilizado como escenario para el famoso callejón Diagon de alguna de las películas. Finalmente lo encontramos, aunque nos costó un poquillo, debido a que hay muchos callejones en la zona. Ya se nos había hecho de noche así que las tiendas estaban cerradas, hicimos unas fotos y fuimos a cenar a un Mcdonald que estaba en la zona de la City. En casi todos los viajes suele caer alguno, aunque no es algo que vayamos buscando, pero ya sea por horario o porque salen de debajo de las piedras, raro es el viaje que no acabamos, al menos una vez, comiendo en uno. Una vez habíamos cenado nos sentíamos cansados de todo el día, aun así, fuimos caminando (no le dimos mucho uso a nuestra Travelcard) hasta St. Paul’s Cathedral. Era de noche y las fotos no nos quedaron demasiado bien. Dejaríamos esa visita para futuros viajes, porque en este no daba tiempo. Nota: Como decimos, en este viaje no nos dio tiempo de visitar St. Paul’s Cathedral, pero yo sí lo he hecho posteriormente y merece la pena, sobre todo, subir a la galería de los susurros y visitar la cripta. También es posible subir al exterior de la cúpula, pero cuidado, las escaleras pueden ser un poco peligrosas. En este punto nos separamos de nuestros amigos y en dirección a nuestro hotel decidimos parar en la zona de Covent Garden y dar una vuelta. Aquí hay un mercado bastante bonito, en ese momento estaba cerrado, pero se pueden encontrar muchas tiendas y hay bastante ambiente. Dimos una vuelta para ver algunos de los históricos teatros de la zona, como el Drury Lane o la Royal Opera House. De aquí decidimos ahora sí, volver a nuestro hotel para darnos una ducha y descansar. El día siguiente era el último completo que estaríamos en esta maravillosa ciudad. Etapas 4 a 6, total 6
Nos despertamos y salimos hacia la estación Victoria. Compramos una Travelcard para este día y nos fuimos directamente hasta la estación de Baker St. Allí está el famoso museo de cera Madame Tusseauds. Vimos que no había demasiada cola para entrar y nos fuimos a desayunar a un Nero Café, en concreto al Nero por el que se sale del museo, aunque esto no lo sabíamos entonces.
Después de haber desayunado unos buenos cafés y unos muffins buenísimos, nos acercamos a la entrada y enseñamos los tickets que habíamos comprado previamente conjuntos con la London Eye. En este museo te puedes tirar bastante rato, más que nada porque hay muchísima gente y si te quieres hacer fotos con muchas estatuas tienes que esperar la respectiva cola. Es un pelín agobiante, aunque seguro que también tenía que ver que era justo final de Semana Santa y aquello estaba hasta los topes. Hay estatuas de muchos cantantes, actores, músicos, políticos, deportistas, etc. Está la familia real inglesa, y tienen también el despacho de la Casa Blanca, para que seas el presidente estadounidense por unos segundos. Además, como punto positivo tienen un pasaje del terror con actores, pero no os preocupéis, porque lo avisan y podéis saltároslo si no os gustan ese tipo de experiencias. Cuando salimos del museo, siendo media mañana, la cola para comprar las entradas era larguísima, calculamos que sería de unas 2 horas o así. A esta se añadía la cola para entrar al museo en sí, tened en cuenta que no es la misma. Conclusión: mejor ir con tiempo y a primera hora de la mañana. En nuestra opinión el sitio no está mal pero no repetiríamos, había demasiada multitud y puede ser agobiante en ocasiones. Una vez visto el museo, cogimos el metro y nos fuimos a Candem Town. Teníamos muchas ganas de ver este mercado. Evidentemente, había muchísimos puestos y no podíamos ver todo lo que quisiéramos, pero el ratito que pasamos fue uno de los más agradables del viaje. Hay mucha diversidad en esta zona y resulta fascinante. No tiene pérdida llegar a él porque tiene una parada de metro con su nombre en la línea Northern (negra). Comimos por la zona en uno de los puestos callejeros y nos volvimos al metro para ir a visitar el Museo Británico. Después de algún trasbordo llegamos a la parada de Russel Square y nos encaminamos a este gran edificio. El Museo es muy grande, así que teníamos que decidir ver solo una de las zonas y nos decantamos por la más famosa, la del Antiguo Egipto. Y, por supuesto, la parte más impactante de esta galería son las momias. Recientemente hemos visto las momias en el museo de El Cairo, y tenemos que decir que nos gustó más este último, por lo auténtico, que el de Londres. Aun así, la colección del Museo Británico es grande, ya se sabe que, con la excusa de la conservación de las piezas, los museos occidentales se acabaron llevando un montón de material de civilizaciones como la egipcia, en este caso o, por ejemplo, la griega. Después de ver el museo y antes de que oscureciera nos dirigimos hacia Oxford St., puesto que queríamos adentrarnos en el gran Hyde Park. Qué decir de este parque. Nos pareció fascinante, en pleno centro de la ciudad, con el Serpentine (que es el lago que se encuentra en el centro del parque), Rotten Row… no nos dio tiempo a ver, por ejemplo, la estatua de Peter Pan u otros lugares que llevábamos apuntados, pero fue un paseo muy tranquilo y bonito. Además, teníamos que dejar cosas para ver en futuros viajes. ![]() Entramos por la puerta norte, donde están Marble Arch y the Speakers’ corner y andamos hacia el Serpentine. Después bajamos hasta Rotten Row y salimos del parque por la puerta del sur, the Hyde Park Corner, donde se encuentra el arco de Wellington. Rotten Row era una calle que unía el palacio de St. James y el de Kensington y, bajo el mandato de Guillermo III, fue la primera calle del mundo en ser iluminada. Fue utilizada en época de la Regencia para que las personas de clase alta montaran a caballo y hoy se mantiene como un camino de tierra que se sigue usando con este fin. Por otro lado, the Speakers’ corner es un lugar donde cualquier ciudadano/a puede hacer un discurso sobre cualquier cosa que no vaya contra la ley. Aprovechando que no estábamos muy lejos, nos acercamos a Harrods, queríamos ver cómo eran los famosos grandes almacenes londinenses. Entramos, pero no es que fuéramos a comprar nada así que después de dar una vuelta y haber satisfecho nuestra curiosidad volvimos de nuevo hasta el arco de Wellington. A mi me encanta la novela romántica histórica y me hacía especial ilusión dar una vuelta por el barrio de Mayfair, donde tenían sus caserones los duques, condes, marqueses y demás, porque en ese tipo de libros es un escenario recurrente ![]() Decidimos andar hasta Victoria Station, donde compramos algo para cenar y dimos una vuelta. Pero el pateo de todo el día había hecho mella en nosotros y decidimos irnos al hotel. Al día siguiente queríamos levantarnos temprano y sabíamos que el cansancio acumulado nos iba a pasar factura si nos íbamos demasiado tarde. Etapas 4 a 6, total 6
Era nuestra última mañana en Londres. A mediodía teníamos el autobús hacia el aeropuerto. Este salía desde la estación de autobuses de Victoria, que estaba muy cercana a nuestro hotel por lo que decidimos dejar las maletas en recepción. Tened en cuenta que al ser un hotel low cost cobran por todo, por lo que este servicio no fue una excepción.
Nota: También cobraban por la tele y por el servicio de habitaciones. Una vez hecho el check-out y con las maletas a buen recaudo salimos a dar nuestra última vuelta por la ciudad y aprovechamos para hacer las últimas compras y traernos recuerdos de nuestro viaje. Aquí comenzó nuestra colección de imanes y también solemos comprar imanes para nuestros familiares, ya que es algo fácil de encontrar, de transportar, y es una muestra representativa (Sabemos que están muy vistos, pero es lo más asequible. ![]() Con bastante tiempo volvimos a recoger las maletas y acercarnos a la estación. De allí volvimos al aeropuerto de Gatwick, donde nos encontramos que nuestro vuelo estaba retrasado, así que nos tocó esperar más de una hora. En el viaje de vuelta no podíamos dejar de pensar en todo lo experimentado… Nos habían quedado muchísimas cosas por ver, porque Londres tiene mucho que ofrecer, pero para ser una primera escapada a la ciudad estábamos muy satisfechos (Yo he ido dos veces más, ¡y las que me quedan!). Y así nos infectamos, el virus viajero se alojó en nuestro cuerpo hasta el día de hoy. Este fue el primero de todos, el que nos hizo tener siempre un ¡¡¡¡¡VIAJE A LA VISTA!!!!! Etapas 4 a 6, total 6
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