![]() ![]() Italia en 13 días ✏️ Blogs de Italia
Napoles, Pompeya, Roma, Florencia, Pisa, Siena, Venecia, Vicenza, Verona y Milán. En tren y en 13 días.Autor: Ingelmo Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Índice del Diario: Italia en 13 días
01: Resumen del recorrido
02: Día 1: Nápoles.
03: Día 2: Pompeya.
04: Día 3: Roma.
05: Día 4: Roma.
06: Día 5: Roma.
07: Día 6: Florencia.
08: Día 7: Florencia.
09: Día 8: Florencia.
10: Día 9: Pisa y Siena.
11: Día 10: Venecia.
12: Día 11: Venecia y Vicenza.
13: Día 12: Verona y Milán.
14: Día 13: Milán.
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Etapas 13 a 14, total 14
19 de julio de 2007, jueves.
Cuando nos despertamos Yunia ya tenía preparado el desayuno. Sin ninguna prisa nos tomamos el café mientras charlábamos. Quizás tratábamos de alargar lo más posible la despedida; pero finalmente tuvimos que decir adiós. Quedamos en que la próxima vez nos veríamos en Madrid, aunque antes Yunia tendría que resolver algunos problemillas con su documentación. Camino de la estación yo pensaba en el pueblecito cubano que Yunia había dejado atrás, Viñales. Allá quedaban su familia, su colegio y sus amigos de la infancia, el barcito de la plaza, donde se podía bailar casino casi a diario, y las noches locas del Palenque junto a Olguita, Yerenia, Nela y los demás. Había dejado todo aquello y se había venido a vivir a Italia, a una casita rodeada de maizales a las afueras de Vicenza. Era lógico que se sintiera sola, ¿no?. Ni siquiera sabía cuando podría regresar a su país para visitar a su familia. Entonces, ¿verdadéramente le había compensado el cambio? Pienso que tal vez si: al menos ahora tenía la esperanza de un futuro mejor... En la estación de Vicenza tomamos el tren a Verona, donde visitamos el anfiteatro romano Arena di Verona, excelentemente conservado y engalanado para la representación nocturna de La Boheme. Después quisimos visitar la Casa de Julieta o al menos el lugar donde la tradición sitúa el balcón de la tragedia que escribiera Shakespeare. Allí nos entretuvimos leyendo algunos de los mensajes de amor, que los visitantes dejan como prueba de su paso, sujetos con chicles de todos los colores sobre los muros de la casa. Luego estuvimos paseando por los alrededores de la Piazza delle Erbe, la Piazza dei Signori y la catedral, hasta que paramos a comer. Después tomamos de nuevo el tren hasta Milán. Allí habíamos reservado nuestra última noche en Italia en el Hotel Vienna, en Via Astolfo nº 5, muy cerca de la parada de metro de Lambrate (Tel. 02 266.36.26 - 266.32.51). Un hotelucho económico pero muy confortable. Dejamos nuestras maletas y fuimos a conocer el famoso Quadrilatero d'Oro, una pequeña zona de calles peatonales abarrotada de boutiques de los diseñadores más famosos y apreciados del mundo, como: Emporio Armani, Gucci, Prada, Versace, Dolce & Gabbana, Gianfranco Ferré, Chanel, Moschino, Hermes, Kenzo, Trussadi o Paul Smith. Y para los amantes del oro y los diamantes: Tiffany & Co, Cartier y Damiani. Curioseando en los escaparates encontramos zapatos de 500€, bolsos de 1.400€ y chaquetas de 1.500€. Pero lo más increíble fue que nos cruzamos con algunas personas que iban cargadas con varias bolsas de las susodichas tiendas. Diana y yo nos conformamos con tomarnos un granizado de limón bien fresquito en una terraza de la zona. Después nos fuimos a dormir. Estábamos derrotaos. Podéis ver las fotos de esta etapa en: atuaire-ingelmo.blogspot.com/ ...-miln.html Etapas 13 a 14, total 14
20 de julio de 2007, viernes.
Es nuestro último día en Italia. Disponemos de la mañana para visitar los lugares más populares de la ciudad. A la tarde tomaremos el vuelo de regreso a Madrid. Lo primero que hacemos es dejar nuestra maleta en la consigna de la Stazione Centrale, ya que desde allí hacia las cuatro de la tarde tomaremos el autocar lanzadera Malpensa Shuttle hasta el aeropuerto por cinco euros. El aeropuerto de Malpensa está a unos cincuenta kilómetros de Milán y un taxi nos costaría unos setenta euros. Después tomamos el metro hasta Cadorna Triennale. Muy cerca de allí se encuentra una de las obras de arte más famosa del mundo: La última cena de Leonardo Davinci. Este maravilloso mural decora una de las paredes del Cenacolo Vinciano, el refectorio adjunto a la Chiesa di Santa Maria delle Grazie. Nosotros finalmente no pudimos acceder al Cenacolo, pues para poder ver La última cena es imprescindible haber reservado al menos con uno o dos meses de antelación en la web www.cenacolovinciano.org/, ya que el acceso está limitado a veinticinco personas cada quince minutos. Desde Santa Maria delle Grazie caminamos hasta el Castello Sforzesco, en el que destacan sus imponentes torreones provistos de troneras, saeteras y matacanes. El mismo Davinci tomó parte en el diseño de sus defensas. Después, tras un breve descanso en el cercano parque Parco Sempione, recorrimos la Via Dante hasta llegar a la Piazza del Duomo para visitar la formidable catedral del gótico tardío, con su fachada de mármol cuajada de pináculos, estatuas y una telaraña de arbotantes. En su interior se encuentran valiosas reliquias, obras de arte y otras cosas interesantes como una escultura que parece representar una de esas ilustraciones sobre el aparato locomotor que aparecían en los libros de ciencias naturales de la escuela. Salimos de la catedral y camino de la famosa opera La Scala, cruzamos la Galleria Vittorio Emanuele II, un centro comercial del siglo XIX más conocido como il salotto di Milano (el salón de Milán) por sus elegantes cafés. Su construcción es casi idéntica a la de la Galleria Umberto I que habíamos visto en Nápoles y ambos me recordaban -salvando las distancias- al centro comercial Zubiarte, en cuya construcción colaboré durante los veinte lluviosos meses que pasé en Bilbao, entre 2003 y 2005. Los tres centros comerciales se componen de edificios independientes, conformando entre ellos galerías que se cubren con una estructura tridimensional de hierro y vidrio y utilizan elementos decorativos clásicos. Al salir de la Galleria nos topamos con La Scala, probablemente la ópera más famosa del mundo, alojada en un edificio cuyo exterior no la hace justicia -la verdad es que esperábamos encontrarnos con un edificio más imponente-. Se puede visitar el interior pero nosotros preferimos no hacerlo y fuimos a buscar un lugar donde comer camino de la Stazione Centrale. Después de trece intensos días de viaje, con más de 20 horas y 1.500 kilómetros en tren, llegó el momento de regresar a casa. Podeis ver las fotos de esta etapa en: atuaire-ingelmo.blogspot.com/ ...-miln.html Etapas 13 a 14, total 14
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (5 Votos)
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