Friburgo, Basilea y Europa Park ✏️ Blogs de Alemania

Es el segundo día en Europa Park. Hoy hay muchísima más gente que ayer, que era un día laborable para los alemanes.
Por suerte, nos hemos dejado para hoy la mayoría de atracciones con menos colas y los espectáculos. Aún así, nos dará tiempo de repetir nuestras atracciones favoritas: Voletarium, Wodan, BlueFire, etc.

Hay tres zonas que no tienen nada que ver con Europa. Una de ellas está basada en la película Arthur y los Minimoys. No hemos visto la peli, pero la atracción tiene mucha acción y es divertidísima.

Otra es el Bosque Encantado de Grimm, con casitas con escenas de cuentos tradicionales. Se visita paseando, se ven los personajes de los cuentos a través de puertas y ventanas de las casitas. Algunos son interactivos y puedes escuchar un resumen del cuento en alemán, inglés o francés. Hay cuentos tan típicos como la Bella Durmiente, el Sastrecillo Valiente o la Cenicienta.


Y luego está Adventureland, que viene a representar África.

Hoy comemos en el puesto que está al lado de Voletarium, una nueva atracción que no está en ninguna área en concreto, sino en la entrada.

Como acostumbra a tener una cola muy larga, han puesto unas máquinas en las que puedes coger un ticket con hora, así te ahorras la cola. Nosotros fuimos a buscar tickets pero a la hora de comer ya no quedaban.


Aquí también hay una zona de mesitas al aire libre. Una delicia.

En Inglaterra hay bar de deportes que tiene en su interior unos coches de choque, en forma de zapatillas. Las hay de rojas y de amarillas. Dentro de la pista hay una pelota gigante, la intención es meter gol un equipo al otro, o algo así, pero es demasiado caótico. Nos lo pasamos fenomenal. Desde la calle no se ve, así que ¡no paséis de largo del Sports Bar!


También en Inglaterra, en el Globe Theatre, vemos un espectáculo de acrobacias, danza y magia, es entretenido.

Como despedida del parque queríamos subir por última vez a BlueFire, que tiene una cola especial para “single riders”: personas que van solas o no les importa montar separadas, así que “rellenan” asientos libres.

Estas colas acostumbran a ir más rápido que las colas normales, pero tardamos casi 45 minutos en subir. Aún así, nos da tiempo a subir dos veces más a la montaña de rusa de madera, antes de que cierren.

Cenamos otra vez en el biergarten, porque son las 21h pasadas y pocas cosas quedan ya abiertas.

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El plan de hoy es ir a pasar el dia en Basilea, ya que tenemos el vuelo a las 20:30.

Tomamos el bus de Rust a Ringheim y luego el tren a Freiburg y de allí otro tren a Basilea. En total tardamos un par de horas y pagamos unos 23€. También se puede ir de Rust a Freiburg en Flixbus y allí tomar el tren.

Llegamos a la estación de tren de Basilea, que es una maravilla de piedra y cristal.

En un lateral se encuentra la oficina de información turística. Está abierta cada día de 8 a 18h a excepción del domingo, que cierran a las 15h.

Nosotros la descubrimos demasiado tarde, sino, hubiéramos pedido un mapa. Aquí en Suiza no disponemos de roaming gratuito y por tanto, no podemos navegar con el móvil como en el resto de Europa, sin pagar un precio muy caro.


El centro de la ciudad está a más de un kilómetro, y vamos con la mochila a cuestas, así que tomamos un tranvía. El billete simple cuesta 2,30€, ¡Qué barbaridad con los precios en Suiza! Por lo menos, se puede comprar de unas máquinas que aceptan tarjetas, no tenemos moneda local y aquí no aceptan euros.

Hay un montón de líneas de tranvía que pasan por la estación de tren. Nosotros tomamos el 11 y bajamos en el centro del casco antiguo, esto es la Marktplatz, dónde está el ayuntamiento.

El ayuntamiento o Rathaus, construido en el siglo XVI, es peculiar por dentro y por fuera. Su fachada es roja como el viejo ayuntamiento de Friburgo, pero este es más grande, consta de dos edificios góticos unidos y una torre. La fachada está decorada con ilustraciones de figuras históricas y alegóricas y también lo está el patio, en el que se puede entrar libremente.


Paseamos por las calles peatonales de detrás del ayuntamiento. Es domingo por la mañana y hay poca gente. La iglesia Martinkirche, la más antigua de Basilea, es robusta y austera.

Estamos muy cerca del río, y decidimos cruzarlo. El Rhin, a su paso por Basilea, es caudaloso pero tranquilo. Hoy es un día excepcionalmente cálido y hay locales bañándose en él.

En la orilla noroeste están los barrios más modernos y hay un bonito paseo para disfrutar de las vistas del casco viejo. Después de descansar un rato (y usar un baño público gratuito, hay varios por toda la ciudad, ¡qué detalle!).


Volvemos al casco antiguo por el siguiente puente y muy cerca nos queda la catedral, o Münster, de estilo gótico y piedra rojiza, dentro (en una columna, a la izquierda del altar) se encuentra la tumba de Erasmo de Rotterdam. Destaca el gran claustro y el parquecito que hay detrás, con vistas al río.


Se ha hecho la hora de comer y no nos podemos permitir un restaurante de los del centro. Finalmente encontramos un supermercado en la plaza Barfüsserplatz que está abierto los domingos y tiene comida caliente preparada. Comemos sentados en las escaleras de la plaza, disfrutando del solecito.


Basilea tiene más de 200 fuentes y por lo que he leído el agua es potable en todas ellas (excepto la de Tinguely, que es más bien una balsa, con figuras mecánicas de hierro). Quizá por ello y para compensar, además de fuentes, hay un montón de baños públicos gratuitos.

Subimos ahora por las empinadas calles con casas de ventanas blancas y porticones de madera, en dirección a la Spalentor, una de las tres puertas medievales de la ciudad. Con una torre cuadrada central y dos cilíndricas en los laterales, no es muy alta, pero tiene pinta de haber sido infranqueable en su día.


Y ahora retrocedemos en dirección a la estación, paseando con calma por las tranquilas y peatonales calles del centro.


Para ir al aeropuerto, en la estación de tren de Basilea tomamos el bus 50 que tiene mucha frecuencia y cubre el trayecto en unos 20 minutos y por 4€.

Una vez en el aeropuerto, habiendo tormentas en Barcelona, nos preparamos para cualquier cosa.

Nuestro vuelo estaba previsto a las 20:30 pero en las pantallas ponía: info at 20:30. De embarcar, nada.

En la app de Easyjet nos ponía: Vuelo retrasado: 2 horas.
Llegan las 20:30 y el móvil nos avisa: Vuelo Cancelado.

Easyjet tiene un sistema super simple, pero en este momento de nervios es fácil equivocarse.

- Lo primero que hacemos es darle al botón de: Solicitar alojamiento. Ponemos nuestros datos y la app nos dice que nos avisarán por mail y sms.

- Siguiente botón: Cambiar vuelo. En la app nos muestra las opciones: para mañana no hay nada. Miramos en Vueling, ¡aquí sí que hay! Compramos.

- Último paso: Solicitar reemborso en Easyjet. En un click.

Al cabo de un rato nos sacan en autobús de la terminal. Recibimos el mail con el nombre del hotel. Está en Saint-Louis, una población muy cercana.
Preguntamos al punto de información del aeropuerto cómo llegar. Les decimos que somos de los que Easyjet ha cancelado. Nos dicen de llamar al hotel. Eso hacemos. Nos mandan un taxi.

En la zona de taxis hay muchas personas como nosotros, que van al mismo hotel. Llegan los taxis a recogernos y en el hotel Ibis nos dicen que no hay plazas. Le dan una dirección al taxista. Nos mandan a un hotel más lujoso, a tres calles.

El hotel Villa K es fantástico, super nuevo y moderno. En recepción nos toman nota de la hora a la que queremos tomar el taxi mañana hacia el aeropuerto.
Hay que cenar rápido que el restaurante (de lujo) está a punto de cerrar. Easyjet nos cubre hasta 15€ por persona.

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Hemos dormido de maravilla, el desayuno buffet es espectacular, variedad y calidad, nosecuantos tipos de quesos franceses distintos. La verdad es que apenas es una molestia esta cancelación del vuelo.

Tenemos un par de horitas antes de ir al aeropuerto así que damos una vuelta por el pueblo. No hay nada de interés. Nada. Lo más bonito es nuestro hotel.


Y a partir de ahí, la vuelta a casa es sin nada destacable. Un retraso de una horita con Vueling no es destacable.

Presupuesto:
Este viaje de 4 días nos ha salido a 502€ por persona.
Vuelos ida y vuelta: 130€
3 noches de hotel Kosel Garni en Rust: 145€
Entrada de 2 días para Europa Park: 94€
Transporte público: 63.50€
Comidas y bebidas: 69.50€

Y aquí mi diario. Lo he escrito con el deseo de animar a algun/a viajero/a que quiera ir a Europa Park, Friburgo o Basilea. Muchas gracias a los lectores y como siempre, a Roger por la compañia y las fotos.

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