![]() ![]() NDIMA NABONÉ (La selva es la madre) ✏️ Blogs de Centro Africa R.
De Bangui (RCA) a Brazzaville (RC). 20 días de viaje y reencuentros con viejos conocidos en la selva del Congo.Autor: JMGT Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (14 Votos) Índice del Diario: NDIMA NABONÉ (La selva es la madre)
01: 1.- INTRODUCCION
02: 2.- BANGUI
03: 3.- EN RUTA HACIA BAYANGA
04: 4.- DZANGA SANGHA, ELEFANTES Y GORILAS
05: 5.- SANGHA BAI
06: 6.- GORILAS
07: 7.- BAYAKAS
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Etapas 4 a 6, total 14
El Parque nacional de Dzanga Sangha forma, junto al parque de la Lobèke en Camerún y Nouabalé-Ndoki en Congo Kinsasa (actualmente esta zona está cerrada a cal y canto) lo que se conoce como el parque trinacional de Sangha.
Este parque trinacional, desde 2.012 declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, forma en conjunto un área de más de 30.000 km2 de selva de bosque primario. Si somos capaces de detener la ciega ambición que caracteriza a la humanidad y dejamos de explotar de forma sistemática esta área, deforestando la selva a un ritmo insostenible y matando a los elefantes de selva para conseguir el marfil de sus colmillos, es posible que aun estemos a tiempo de preservar uno de los pocos pulmones del planeta que aún se conservan. Vamos a pasar varios días en esta zona, nos alojamos en el Doli Lodge, un lodge junto al rio Sangha, a cinco minutos andando de Bayanga, el principal poblado (digamos la capital de provincia) de la zona y junto a las oficinas y cuartel general del parque de Dzanga Sangha. De hecho, el lodge está gestionado directamente por el parque nacional, cuyo director, el español Luis Arranz acude a saludarnos a nuestra llegada. Evidentemente, somos los únicos huéspedes en el lodge, las cabañas elevadas que forman las habitaciones están en muy buen estado, amplias, cómodas y limpias, el único problema consiste en el suministro de agua corriente al lavabo, el cual, la mayoría de las veces es nulo, así que junto a las duchas, encontramos un par de bidones de 25 lts. de agua en cada habitación y un cubo, con esto tendremos que arreglarnos para poder ducharnos y asearnos. Luis Arranz nos comenta que la renovación de todo el sistema de agua corriente y aseos, será la próxima actuación en el proceso de remodelación que se está llevando a cabo en el lodge. Hay que tener en cuenta, en cuanto al estado del lodge, que en el año 2.014, este lugar estaba prácticamente en ruinas, años de guerra y saqueos habían dejado el lugar totalmente inhabitable, que a día de hoy se encuentre en el estado en que se encuentra, puede considerarse casi un milagro. Así que, poder disfrutar de unas habitaciones limpias, con cómodas camas, teniendo en cuenta el lugar en el que te encuentras, en plena selva de la RCA y tras años de conflictos y matanzas, poder alojarse en este lodge es uno de los mayores lujos que uno pueda disfrutar, aunque uno tenga que ducharse tirándose un par de cubos de agua por encima. Una vez instalados, nos acercamos a la terraza comedor sobre el rio, que será el lugar donde pasaremos más ratos durante nuestra estancia en el lodge, esta terraza es un mirador excepcional, desde aquí,mientras tomas una cerveza, puedes ver el inmenso rio Sangha discurriendo bajo tus pies y al atardecer, las puestas de sol de las que disfrutamos son espectaculares. ![]() En el comedor del Doli Lodge Doli lodge será nuestro “campo base” mientras andemos por aquí, pero no todas las noches dormiremos aquí. Al día siguiente a nuestra llegada, cargamos las mochilas con el saco de dormir, la colchoneta y la mosquitera y nos vamos hacia Sangha Bai, donde pasaremos el día viendo elefantes y donde pasaremos la noche. Etapas 4 a 6, total 14
Sangha Bai es un lugar excepcional. Un Bai, es un claro en la selva en el que no crecen árboles debido a las sales minerales que hay en la tierra, ello lo convierte en un lugar donde los elefantes, búfalos de selva, jabalíes y resto de herbívoros acuden a beber en las charcas que se forman para así poder ingerir las sales que necesitan.
Lo que convierte este Bai en particular en un lugar tan especial, es el hecho de que sea el día que sea, tienes el 100% de seguridad de que podrás ver a montones de elefantes aquí. Es tal la regularidad con la que acuden los elefantes a este lugar, que hace ya muchos años, Andrea Turkalo, una naturalista considerada como la especialista número uno a nivel mundial en el estudio de los elefantes de selva, construyo una especie de tarima elevada en uno de los bordes del Bai y desde esta tarima podía observar a los elefantes entrando y saliendo y estudiar su comportamiento. Por desgracia, la guerra y las posteriores matanzas a principios de década en la RCA, expulsaron a Andrea de este lugar y aunque allá por el 2.015 regresó, ya no ha vuelto a establecerse aquí. Aunque Andrea ya no esté aquí, la tarima que ella construyó sigue aquí y nosotros la podremos aprovechar para observar a los elefantes y pasar la noche. Salimos de Doli lodge en coche, el cual nos acerca hasta las proximidades del Bai, una vez aquí, dejamos los vehículos y empezamos a andar, una media hora después de andar por un rio y por la selva, llegamos al Bai y nos encaramamos a la tarima y nos instalamos para pasar el día. El hecho de estar en una tarima elevada, no es para poder tener una mejor visión del Bai (que también), sino que básicamente es por seguridad. En Sangha Bai, constantemente entran y salen elefantes y encontrarse de golpe con un elefante de selva es una experiencia poco recomendable. En primer lugar, estas en la selva, eso significa que la vegetación es densa y difícilmente podrás ver al animal hasta que no te encuentres muy cerca de él, por otro lado, el elefante hace rato que te huele y que te oye, así que si le parece que estas en su camino o que te acercas demasiado, inicia una carga. Que un elefante aparezca cargando a pocos metros de uno, es bastante delicado y a poco que dudes en apartarte de su camino y esconderte detrás de algún árbol, te pasará por encima como una apisonadora, así que bueno, mejor estar en un sitio elevado al que no lleguen. ![]() Vista de Sangha Bai Pasaremos toda la tarde viendo las idas y venidas de los elefantes, además de poder ver también algunos búfalos y jabalíes y es al atardecer cuando el número de elefantes en el Bai llega a su máximo, en un momento dado, uno de los compañeros de viaje se dedica a contar todos los elefantes que podemos ver y llega a más de cien. Machos, hembras, jóvenes, viejos, crías…. Estar aquí arriba, mientras estos magníficos animales entran y salen, se discuten por el derecho a beber de una determinadapoza… bueno, es algo difícil explicar la sensación que tienes cuando estás ahí, pero sin duda una de las sensaciones que si tienes es que es un auténtico privilegio el poder disfrutar de un espectáculo como este. ![]() Al caer la tarde, cuando empieza a oscurecer, comemos algo y preparamos las colchonetas para pasar la noche, aunque eso no significa que duermas. Durante la noche, la actividad en el Bai aumenta aún más si cabe y los constantes bramidos de los elefantes, en sus “discusiones” mientras tú estás tumbado, dentro del saco de dormir crean una atmosfera difícil de olvidar. Finalmente el cansancio vence y dormimos unas pocas horas, hasta que el cielo empieza a clarear, nos levantamos y desayunamos y pasaremos el resto de la mañana, hasta el mediodía disfrutando de las increíbles vistas desde lo alto de la tarima. Una anécdota que me ocurrió en el Bai es que sin querer, provoqué una estampida de elefantes. Como ya he dicho antes, todo el tiempo que estas en el Bai, lo pasas en lo alto de la tarima, pero claro, de vez en cuando la llamada de la naturaleza aprieta y no hay más remedio que bajar de la tarima para poder hacer tus necesidades, intentando alejarte lo menos posible de la escalera de la tarima. En una de estas ocasiones, mientras subía por la escalera, estornudé. Durante el día, en el Bai reina un silencio absoluto, solo interrumpido por el bramido ocasional de algún elefante y en lo alto de la tarima, se procura no hacer ruido y hablar solo en susurros para no molestar a los animales, así que en medio de este silencio, el estornudo resonó como un cañonazo, lo que hizo que los elefantes más cercanos a la tarima salieran huyendo a toda velocidad en dirección a la selva. Afortunadamente, el susto les duró poco y rápidamente regresaron para continuar abrevando en las pozas. ![]() Finalmente, después de comer a mediodía, bajamos de la tarima e iniciamos el regreso hacia los coches que nos llevarán de nuevo al lodge. No sin una cierta tristeza dejamos atrás el Bai, pero nos llevamos con nosotros el recuerdo de una experiencia increíble y el resonar de los bramidos de los elefantes por la noche. Etapas 4 a 6, total 14
Con el nuevo día iniciamos una nueva visita “especial”, hoy nos acercaremos a visitar a una familia de gorilas.
En la zona cercana a Sangha Bai hay dos familias de gorilas habituadas a la presencia de personas, no porque haya muchas visitas a la zona, sino que son los ranger que están en esta zona al cuidado de una estación de investigación de primates los que diariamente se acercan hasta ambas familias para recoger datos y no dejar que los gorilas se deshabitúen a la presencia humana. Cuando estuve aquí en 2.014, era mi “primera vez” en la observación de gorilas. Recuerdo los nervios que tenía pensando en cómosería aquello. En aquella ocasión visitamos a la familia cuyo espalda plateada es Makumba. Esta vez nos acercamos a ver a Mogambe, el macho dominante de la otra familia. Cuando en 2.014 fui a visitar a Makumba y su familia, era mi primera experiencia con los gorilas. Recuerdo perfectamente los nervios que tenía y el miedo a que, por esperar demasiado del encuentro con un gorila en plena selva, pudiera salir desengañado. Dicho de otra manera, que las grandes expectativas que tenia de poder pasar un rato observando a una familia de gorilas, no se cumplieran. Evidentemente, como cuento en el diario de ese viaje, no tan solo se cumplieron, sino que las superaron ampliamente. Así que esta vez ya sabíamás o menos lo que iba a ver, con lo que llegue al lugar mucho más relajado. ![]() Mogambe Al igual que en la otra ocasión, nos dirigimos en un coche hasta la estación donde se encuentran los ranger y los investigadores locales que siguen a esta familia y una vez allí, antes de dirigirnos al encuentro de los gorilas, nos dieron unas breves instrucciones de cómo proceder durante el encuentro. En esta ocasión, a diferencia de la vez anterior, nos dieron unas mascaras de esas que llevan los médicos en los quirófanos, para prevenir posibles contagios de los animales, pero aparte de esto el resto de la experiencia fue igual de apasionante que en la primera ocasión. Tras una caminata de, aproximadamente una hora, finalmente empezamos a oír el ruido de la familia de gorilas moviéndose entre la maleza. Están moviéndose arriba y abajo buscando frutas y comida. Muy despacio vamos acercándonos a donde se encuentran, aunque debido a la espesa vegetación de la selva, se hace complicado poder seguir su paso y ver a los animales con claridad. Por suerte para nosotros, Mogambe ya ha comido bastante, por lo que finalmente, busca un pequeño claro y se sienta a descansar y es entonces cuando podemos disfrutar realmente de la situación. Tener a un espalda plateada a tres o cuatro metros de ti, en mitad de la selva, es una experiencia que, por mucho que sea repetida, no deja de producir una fascinación especial. Aunque en esta ocasión, a diferencia de la primera vez en que crías y hembras iban andando a nuestro alrededor, casi no tenemos posibilidad de observarles, ya que tanto hembras como crías, prefieren alejarse un poco de nosotros, así que nos quedamos “a solas” con Mogambe, el cual, sentado nos observa con una curiosidad, yo diría que parecida a la que nosotros tenemos por él. ![]() Después de un rato, que a nosotros nos parece un instante, pero que en realidad dura más de media hora, Mogambe decide que ya ha satisfecho bastante su curiosidad y se levanta para dirigirse al encuentro del resto de la familia. Nosotros intentamos seguirle, pero al parecer, a él no le atrae la idea, por lo que acelera la marcha y se pierde entre la frondosa vegetación de la selva, ya que somos incapaces de seguir su ritmo. Además, los ranger que nos acompañan, nos dicen que ya es hora de regresar, en teoría, el tiempo máximo que puedes estar visitando a una familia de gorilas es de una hora y nosotros llevamos ya allí bastante más de eso, así que damos media vuelta e iniciamos el camino de regreso a la base de los ranger, donde nos espera el vehículo que nos devolverá a Doli lodge. Como en la anterior ocasión, el regreso se hace mucho más liviano que la entrada, ya que mientras vas andando, vas “digiriendo” la experiencia que acabas de vivir y antes de que puedas darte cuenta, ya has llegado a la estación científica donde te espera el coche. Si tuviera que decidir cuál de las dos ocasiones me ha gustado más la experiencia de ir a visitar a una familia de gorilas, la verdad es que no sabría qué decir, ambas ocasiones han sido muy especiales, cada una con sus particularidades, pero lo que si se seguro, es que de surgir una nueva oportunidad para repetir la experiencia, no dudaría ni un segundo en aprovecharla! Etapas 4 a 6, total 14
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