3 días en las Islas Caimán desde Miami ✏️ Blogs de Caribe

Tercer y último día en la isla, nos tocaba visitar otra parte de la isla. Como de costumbre paseamos hacia el transporte público y subimos en la furgoneta que nos llevaría hasta Star Fish Point. Si miramos la ubicación de este destino, se encuentra en la punta norte de la isla, sale un trozo de tierra en forma de apéndice, que forma un pequeño cayo.

Al bajar de la furgoneta nos percatamos que esta zona de la isla es muy diferente a lo que habíamos visto hasta ahora, no habían hoteles o edificios ni existían supermercados ni centros comerciales, nada que pudiera albergar gran cantidad gente. Solo habían mansiones a pie de playa con un terreno de separación con la casa vecina. La playa es muy pequeña, muy salvaje, no hay ninguna facilidad de duchas, servicios, restaurantes…cercano. Hay que caminar o desplazarse un poco más al medio del cayo para encontrar servicios, no hay nada alrededor, todo rodeado de vegetación.
Pero lo mejor es que podremos encontrar estrellas de mar en su playa, solo basta con pasear por la orilla o un poco más adentro, solo cubre 20cm, para ir encontrándolas. Era muy gratificante el poder tocarlas y cogerlas con respeto. Existen carteles donde informan que son animales vivos y que si se sacan del agua pueden morir.


Estuvimos toda la mañana por la playa y los alrededores casi solos, solo en la playa de las estrellas de mar de vez en cuando venia una excursión de barco, estaban 10 minutos y se marchaban. En el resto de la zona apenas estábamos una decena de personas.

Luego dimos un pequeño paseo hasta el puerto de Kaibo donde comimos en un club con mesas en la arena y vistas al mar. Las vistas muy diferentes a la zona de la capital, aquí son zonas muy salvajes con mucha vegetación, el precioso azul pasaba a ser un bonito verde porque las aguas eran más profundas, sin calles ni aceras, tan solo un camino de piedra por el cual transitaban los vehículos y las personas. La verdad que es muy bonito poder caminar por una zona no urbanizada, muy virgen, teniendo la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza. Esta zona tranquila continuará hasta el próximo punto de interés que visitaremos.


Después de comer caminamos por el bonito cayo hasta Rum Point, el cual es un merendero muy bien decorado y acondicionado con puestos de sombra, bar, aseos y con una diminuta playa, que destaca por un bonito muelle. Estaba muy bien decorado como coloridas señales que marcaban la distancia de ciudades importantes o figuras de iguanas pintadas de muchos colores. Esta parte de la isla las playas pasaban a ser diminutas, casi sin arena, pero sin embargo lo ganabas en tranquilidad, quietud y un entorno muy salvaje.


A media tarde tocaba recorrer el trayecto inverso y volver al centro de la ciudad para llegar al alojamiento, hacer las maletas y despedirnos de esta fantástica isla. Nuestro vuelo salía a la madrugada.

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El archipiélago de las Islas Caimán es un paraíso, solo visitamos la isla mayor, nos hubiera gustado descubrir las otras dos islas hermanas. Nos gustó muchísimo sus playas, la riqueza de fauna que vimos en la agua, si os gusta la playa aquí todas las actividades están orientadas a ser realizadas en ella. Para ser la primera vez que disfrutamos de una playa del Mar Caribe, nos impresionó el color tan azul del mar y con tantas tonalidades, el agua cristalina y el color tan blanco de la arena, muy diferente a las playas de Valencia, donde residimos.

La zona de Seven Mille era muy cosmopolita, con grandes cadenas hoteleras como Hilton, Ritz, Westin, Marriot…muchos restaurantes elegantes, pequeñas zonas comerciales donde se agrupaban tiendas de licores, oficinas de excursiones, mini supermercados…pero cuando te alejabas del foco turístico, encontrabas pequeñas iglesias blancas, que se llenaban los domingos de gente autóctona, pequeños barrios de gente trabajadora con casas con su pequeño jardín y el coche aparcado delante, y la ausencia de aceras dentro de las zonas residenciales, solo una calle mal pavimentada.

Al organizar el viaje nos hemos dado cuenta que es una isla con muchos contrastes, el precio del alojamiento era muy muy alto, para buscar precios “normales” estos alojamientos tenían el estándar o calidades muy bajas. Con los bares/restaurantes, descartando unos cuantos muy sofisticados y excesivamente caros, muchos bares estaban muy bien a precios razonables y si acudías a bares más simples llegaban a ser muy económicos. Yo diría que si buscas un poco y miras antes de entrar a un lugar, no tendrás problema de encontrar algo a buenos precios . La compra en supermercados no llegaba a ser alta, comprensible porqué en una isla siempre es un poco más caro todo, pero supongo que comparado con otros destinos del Caribe se tratara de un destino caro.

Estuvimos 3 días completos en los cuales pudimos visitar gran parte de la isla. Como en todos los viajes nos faltó un poco de tiempo para poder visitar algunas zonas como el East End que parecía muy tranquila y podías visitar varias atracciones naturales con una costa muy accidentada, el jardín botánico y una casa histórica que por falta de transporte público y horarios no pudimos visitar. Y una excursión, que por ir con una niña de dos años y realizarse de noche descartamos, era poder nadar en una bahía luminiscente.

Este diario ha sido mi granito de arena a este grandioso foro, que tanto me ha ayudado en todos los viajes, y espero poder ayudar a mucha gente que tenga en mente este fabuloso destino y por falta de información o vivencias, se pueda perder esta parte del paraíso escondido en el mar Caribe.

Saludos, muchos viajes más.

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