3 días en las Islas Caimán desde Miami ✏️ Blogs de Caribe

Este diario es parte de una extensión que hicimos desde Miami a las Islas Caimán, una familia de 3 miembros: papa, mama y una niña de 2 años.

Realizando un viaje por Miami y Orlando en navidades de 2019, teníamos unos días libres para visitar algún territorio cercano a Florida. La primera idea fue realizar un crucero por el Caribe para pasar el fin de año, pero lo descartamos por el elevado precio de éste. La segunda opción era buscar un vuelo económico a alguna isla del Caribe, encontramos una oferta que nos gustó y un destino que nos sedujo.

Se trataba de las exóticas Islas Caimán, territorio inglés de ultramar y archipiélago compuesto por tres islas: Gran Cayman, Cayman Brac y Little Cayman. Destacan las maravillosas playas de arena blanca, nadar con mantas-raya, conocer las tortugas verdes, actividades de buceo y snorkel…

Nos decidimos a realizar este diario para aportar mi granito de arena a la ingente cantidad y la calidad de la información que existe en este foro, para poder realizar un viaje a esta zona del Mar Caribe. Otra cosa por la que me he decantado a realizarlo, es la poca información que existe del destino, al tratarse de una isla minoritaria al haber otras más famosas alrededor. Una vez comprados los billetes de avión tocaba armar un itinerario, lo cual no fue tarea fácil porqué la poca información en idioma en castellano y la escasa que había era procedente de excursiones de un día de cruceros. Gracias al diario de Sloth nos ayudó a realizar el itinerario y hacernos un poco la idea de la sociedad, la forma de vivir, el transporte en el destino.
Para esta extensión a una de las maravillas del Caribe, disponíamos de 3 días completos y 4 noches, ya que lleguamos de noche al destino.

Otra dificultad que encontramos fue en materia de alojamiento, la isla se trata de un destino para gente con un gran poder adquisitivo. Hay una gran variedad de hoteles con playas privadas y packs de todo incluido con un precio desorbitado, y subiendo un poco más la calidad existe una extensa red de pequeños hoteles con una calidad y un servicio solo al alcance de pocos, llamados hoteles botique. Para las personas trabajadoras existen algunos hoteles más “normalitos” pero no nos convencieron por la calidad y las opiniones. Así que nos decantamos por alquiler vacacional, buscamos en varias plataformas especializadas y encontramos una casa de invitados cerca del centro de la capital. Que cumplía las tres bes (Bueno, Bonito y Barato).

Respecto al transporte, en este apartado tenía dos opciones, ir en transporte público o alquilar un coche: conducir por la izquierda (ya lo hicimos en Escocia) y tratar de conducir al estilo caribeño. Al final por precio y opiniones del transporte público, nos decantamos por éste. Que resultó un acierto por frecuencia, precio y alcanzaba toda la isla. Dicho transporte se realiza en vans (furgonetas) las cuales tienen un recorrido determinado, no pasa lo mismo con las paradas ya que suele bastar con parar al conductor y éste detendrá el vehículo para que entres, sin importar como esté de lleno. Una vez dentro le dices el destino y él se encargará de llevarte, siempre se paga en efectivo al abandonar el vehículo. No nos gustó, que siempre que pasábamos por la calle donde paran los cruceros muchos conductores gritaban a los turistas para llevarlos, muchos de éstos asustados se escondían y los que subían los dejaban en la zona más turística y un poco fea de la Seven Mille, creo recordar Public Beach. Recomendamos mucho utilizarlo es muy económico y la vivencia de salirse de la ruta para recoger algo personal del conductor o parar a repostar combustible sin ni siquiera parar el motor.
Muchas veces cuando viajamos nos encantan algunas experiencias que no esperábamos vivir , en este viaje el movernos en transporte público es una de ellas ya que nos mimetizaba con la sociedad y entablábamos conversación con lugareños.

Después de la introducción, solo falta ponernos el bañador y disfrutar del maravillo destino que vamos a relataros.

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Llegamos un 30 de diciembre a la capital de la isla más grande y poblada de las que componen este archipiélago. El aeropuerto era muy pequeño, casi hecho para las operaciones de Cayman Airways, previamente en el avión rellenamos la típica hoja para declarar y salimos del avión caminando por la pista. Sin ningún control pasamos a la terminal y salimos a la zona de taxis. Era nuestra primera vez en el Caribe y ya empezamos a ver que la gente se toma la vida con otro ritmo. Dicho esto, no quiere decir nada negativo, ya que le dimos la dirección y enseguida se puso en marcha.

Cuando llegamos al barrio el taxista no encontraba la casa, después de un par de vueltas nos paró en una casa que habíamos pasado varias veces, resultaba ser la nuestra ya que la anfitriona estaba esperándonos. Nos saludamos, entramos en nuestra casa y después de unas pequeñas explicaciones nos acomodamos en el alojamiento. Éste era una casa adjunta a la casa principal con entrada propia y el ventanal de la habitación accedías al jardín. El diseño de la casa era de techos muy altos, todas las estancias con ventiladores en el techo y un potente aire acondicionado que repartía frescor por todas las estancias. Todo con el claro objetivo de paliar la sensación de calor en los meses más calurosos.

Durante la primera noche pudimos comprobar la cantidad de gallos que existen en el barrio, ya que mucho antes de que saliera el sol iban cantando. Nos costó acostumbrarnos un poco ya que estuvieron cantando toda la noche. Al final nos acostumbramos en pocos minutos. Pensábamos que eran domésticos, pero tiempo después comprobamos que habían muchos gallos salvajes por la isla.

Después de descansar tocaba pasar nuestro primer dia en el destino, realizamos una de las actividades más solicitadas en la isla, tendremos la oportunidad de nadar con mantas rayas. Salimos del alojamiento para ir a buscar la estación de autobuses que estaba a 10 minutos a pie. De camino encontramos un banco en el cual sacamos efectivo, hubo muchas bromas con familiares y amigos con respecto a visita al banco por tratarse de un paraíso fiscal. Aunque en la isla está generalizado el uso de tarjeta, en el transporte público se necesita efectivo.

Paseamos por el puerto viejo, el centro de la ciudad y fuimos a la estación. Preguntamos que furgoneta realizaba la ruta que pasaba por la oficina local en la que contratamos la excursión. Cuando la furgoneta se llena, o el conductor se cansa de esperar, empieza el recorrido. El conductor nos dejó justo delante de la oficina donde contratamos la excursión.

A la hora determinada nos llevaron a un pequeño puerto, situado en un humedal donde subimos al barco, navegamos hasta un banco de arena que une la punta de West Bay con Rum Point.




En este banco se reúnen muchas embarcaciones de excursiones, todas con la intención de poder nadar con mantas rayas. El banco tienen una profundidad de 1 o 1,20 metros aproximadamente y el color del mar en este punto sorprende por su tonalidad, la tripulación de las embarcaciones esparcen restos de pescados con los cuales atrae a las mantas, al bajar y acostumbrarnos a ellas llega la oportunidad de poder tocarlas, cogerlas, darles de comer y hacerte fotos, que después podrás comprarlas en el barco de regreso al puerto a un precio bastante alto.





De camino al puerto pararemos en un par de zonas donde podremos hacer snorkel y tener la oportunidad de poder ver muchos pececillos de colores.




Regresamos a las oficinas y era hora de comer, buscamos por los alrededores y encontramos un restaurante japonés que resultó ser un acierto.
Después de comer y descansar un poco fuimos a la playa Seven Mille, una de las atracciones más importantes de Gran Cayman, como su nombre indica es una playa tan extensa (7 millas =11 km) como preciosa, arena blanca, mar con tonos azules, verdes y aguas muy cristalinas.

Concretamente fuimos a la zona de Governor’s Beach, que se encuentra justo enfrente de donde comimos. Esta es la típica playa caribeña que todo el mundo espera encontrar, arena blanca, aguas cristalinas y un bonito mar azul.
Recibe el nombre porque aquí se encuentra la residencia del gobernador, en las cercanías a la casa existían unos carteles en la arena que informaban que tratáramos de no molestar porqué el gobernador de la isla residía en esa magnífica mansión a orillas del mar, nos sorprendió que solo estaba delimitada por una pequeña valla blanca.





Nos desplazamos hacia el centro comercial Cabana Bay donde teníamos pensar cenar, pero antes aprovechamos para ver otra parte de la Seven Mille que está a la altura del centro comercial. Después de disfrutar del maravilloso atardecer, nos dirigimos al centro comercial para cenar. Cabana Bay es un complejo comercial con restaurantes, tiendas y cines. Después de cenar a partir de las 22h empezaron los fuegos artificiales por toda la playa para dar la bienvenida al nuevo año, recordamos que era el último dia del año, había mucha decoración de navidad con gigantes árboles de navidad. A veces si no fuera por estas decoraciones, no recordábamos dichas fechas ya que la tempeatura era muy agradable.




Cuando nos dimos cuenta era muy tarde y estábamos muy cansados, así que cogimos un taxi de vuelta a la casa.

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El segundo día en la isla empezamos visitando Turtle Center, para llegar caminamos hasta la estación de furgonetas y subimos en la que se dirigía hacia el destino.
El centro es una granja de donde “supuestamente” se recuperan las tortugas verdes para luego ser devueltas. Hay varios estanques, clasificados por edades o enfermedades, el tamaño varíaba en cada estanque. También había unas piscinas pequeñas donde podías nadar con bebes tortugas.


Después de visitar el centro de tortugas, cogimos un bus hacia West Bay Beach, esta playa forma parte de la Seven Mille Bech. La playa superó las expectativas de playa caribeña. Era bastante más grande que las visitadas el día anterior, tenía mucha más zona de arena y las tonalidades del agua era de otro mundo, paramos en un bar con terraza en la misma arena para comer, pasamos media tarde en esta playa bajo de un árbol que nos servía de refugio. Además en esta playa encontramos trozos de coral y habían sombras que se movían en el agua.
Un lugareño salido más de Jamaica por su peinado de rastas, su descuidada ropa y moviendose en una bicicleta que había vivido mejores tiempos, nos digo que eran Tarpons (sábalos), también recolectamos un coco que había caído de una palmera, al cual le dimos cuenta en casa después de cenar.



Luego nos movimos a Cementeri Beach, otra playa impresionante por el color del mar y por el agua cristalina. Como la anterior esta playa tenía más zona de arena que las visitadas el día anterior. La playa Seven Mille ya os explicamos que era inmensamente larga, por eso se divide en pequeñas playas, cada una con sus características. Toda la Seven Mille es preciosa, es muy fácil encontrar una zona donde estar tranquilo y a cientos de metros de otras personas, exceptuando la parte de negocios como hoteles o restauración, que atraen a grandes cantidades de gente. Si te alejas de esos focos podrás disfrutar de una tranquilidad para disfrutar este bellísimo entorno. Hay que destacar que las playas visitadas el día anterior eran bonitas, la pero las dos playas que hemos visitado hoy (West Bay Beach y Cementery Beach) se llevan la palma.


Para volver al alojamiento regresamos en furgoneta hasta el centro y fuimos caminando a casa. De camino paramos en un mini supermercado para comprar algo para cenar y desayunar.

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