![]() ![]() Diez días en Japón entrando y saliendo por China. ✏️ Blogs de Japon
Entrando por Shanghai y visitando Tokyo, Nagano, Matsumoto, Nagoya y Koya y volviendo por Pekín.Autor: Nachingo Fecha creación: ⭐ Puntos: 0 (0 Votos) Índice del Diario: Diez días en Japón entrando y saliendo por China.
01: Preparativos e Itinerario.
02: 13-04-2024. Visita de Frankfurt.
03: 14-04-2024. Llegada a Shanghai.
04: 15-04-2024. Visita de Shanghai.
05: 16-04-2024. Últimas visitas en Shanghai y llegada a Japón.
06: 17-04-2024.Primer día en Tokyo.
07: 18-04-2024. Visita a la Pagoda Chureito y al monte Takao.
08: 19-04-2024. Nagano y Matsumoto.
09: 20-04-2024. Ruta Alpina Tateyama-Kurobe.
10: 21-04-2024. Primer día del Kumano Kodo. Santuario Hayatama Taisha y Nachi Taisha
11: 22-04-2024. Segundo día en el Kumano Kodo. Hongu Taisha.
12: 23-04-2024. Traslado a Koya San.
13: 24-04-2024. Mañana en Koya San y traslado a Nagoya.
14: 25-04-2024. Visitas en Nagoya y traslado a Pekín.
15: 26-04-2024. Visita a la Gran Muralla y al Palacio de Verano.
16: 27-04-2024. Últimas visitas en Pekín.
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Etapas 1 a 3, total 16
A raíz de la vuelta de un viaje de tres semanas de mi amigo Aitor por Japón, y como ya habían pasado cinco años desde mi última vez por allí, se me empezaron a poner los dientes larguísimos y empecé a preparar un posible itinerario. Lo primero, al ver los vuelos, los más económicos eran con Air China, haciendo escala en Pekín. Así que me planteé que ya que tenía que parar allí, por qué no me quedaba un par de días para ver lo que pudiera de la capital. En un principio pensé en quedarme a la ida, pero como sería cuando más me arrearía el jet lag, decidí dejarlo para la vuelta. Y ya que estaba, si a la vuelta paraba en Pekín, ¿por qué no parar a la ida en Shanghai? El problema es que desde Madrid a Shanghai no hay vuelo directo. Me tocaba hacer escala en Frankfurt. Tenía dos opciones, una escala de tres horas en la que no tendría tiempo para nada, o una escala de nueve horas, 200 € más barata, y que me permitiría descubrir brevemente esa ciudad que no conocía. Así que este viaje ha sido así, una mezcla un poco rara, un poco de aquí y un poco de allí, perdiendo bastante tiempo en transportes, o quizá yendo a sitios que requieren bastante tiempo de desplazamiento. El itinerario fue el siguiente: 13-04-2024. Visita de Frankfurt. 14-04-2024. Llegada a Shanghai. 15-04-2024. Visita de Shanghai. 16-04-2024. Últimas visitas en Shanghai y llegada a Japón. 17-04-2024.Primer día en Tokyo. 18-04-2024. Visita a la Pagoda Chureito y al monte Takao. 19-04-2024. Nagano y Matsumoto. 20-04-2024. Ruta Alpina Tateyama-Kurobe. 21-04-2024. Primer día del Kumano Kodo. Santuario Hayatama Taisha y Nachi Taisha. 22-04-2024. Segundo día en el Kumano Kodo. Hongu Taisha. 23-04-2024. Traslado a Koya San. 24-04-2024. Mañana en Koya San y traslado a Nagoya. 25-04-2024. Visitas en Nagoya y traslado a Pekín. 26-04-2024. Visita a la Gran Muralla y al Palacio de Verano. 27-04-2024. Últimas visitas en Pekín. Este viaje además ha tenido la particularidad de que ha sido el primero que he hecho totalmente solo, sin juntarme con nadie. La verdad es que no pensaba que me fuese a gustar tanto esta forma de viajar. Para tener internet en el teléfono, al tener un móvil con doble tarjeta, me compré una sim en esim.me que me “convertía” el teléfono para poder usar tarjetas esim. Luego compré una esim en Airalo para China y otra en Nomad para Japón. Ambas funcionaron perfectamente. En cuanto al dinero, he usado principalmente la tarjeta Revolut, donde había ido cambiando euros a yenes, a bastante buen cambio. Aunque luego en cada destino he cambiado algo de efectivo, para tener alternativas. Y ya sin más, vamos al lío. Etapas 1 a 3, total 16
Otra vez nos ponemos en viaje. Como el vuelo me salía a las 8:25 de la mañana, tuve que hacer noche en Madrid el día anterior. Después de un vuelo de un par de horas, llego a Frankfurt. Llevaba como equipaje de mano una mochila con el equipo fotográfico, que me permitiera moverme con más libertad que una maleta de cabina. El aeropuerto de Frankfurt está bastante bien comunicado con el centro de la ciudad, y en pocos minutos me encuentro en la plaza Römerberg, donde se encuentra el ayuntamiento junto con otras edificaciones pintorescas. Desde allí me acerqué al puente Eiserner Steg, un puente peatonal donde los enamorados del momento dejan sus candados. Al otro lado del río aproveché para hacer unas fotos a unos patos. Ya que estaba, di una vuelta por la zona de marcha pero al ser mediodía, estaba casi todo cerrado. Supongo que de noche todo tendrá otra pinta, pero a estas horas daba sensación de decadencia. La siguiente visita fue la Eschenheimer Turm. Tendrá su valor histórico sin duda, pero bueno, una torre sin más. Luego me acerqué a ver el edificio de la Bolsa, que estaba andamiado, así que saqué la foto al toro y al oso. El poco tiempo que me quedaba lo dediqué a la ópera, y a un pequeño parque que había detrás. Por fin, a las cinco y media de la tarde cogí de nuevo el metro al aeropuerto, dispuesto a seguir ruta hasta Shanghai. La parada en Frankfurt me había merecido la pena. Etapas 1 a 3, total 16
Después de un placentero vuelo en el que conseguí dormir unas seis horas (bien es cierto que a tirones), a la una de la tarde aterricé en Shanghai. Lo primero que tuve que hacer fue escanear mis huellas digitales. Había una hilera de máquinas que te leían al pasaporte y asociaban tus huellas, y te daban un papelito que habías terminado el proceso. Si no tenías papelito, inmigración no te atendía. En inmigración no había demasiada cola, y en media hora ya había terminado todos los trámites. Lo siguiente era comprar la tarjeta de transporte. Lo hice en una de las máquinas del MagLev, donde esa máquina también te escanea el pasaporte. En China, hagas lo que hagas, estás fichado. Ya está esa tarjeta asociada a ese pasaporte y pueden saber qué recorrido haces, por dónde entras y por dónde sales. Me preocupé de coger una tarjeta con el símbolo de T-Union para que luego la pudiera usar en Pekín. Tenía el alojamiento en toda la pomada, muy cerca de la calle comercial Nanjing Road. El Seventh Heaven Hotel. Con este nombre y con la decoración que tenía puede parecer cualquier cosa, y en relación calidad-precio puede que fuese el peor hotel del viaje, pero no estuve a disgusto. Antes de ir al hotel entré en un banco que había en la esquina, para cambiar dinero y poder pagar la habitación. Después de hacer media hora de cola me dicen que para cambiar dinero tengo que decirles dónde me alojo, habitación incluida. Así que voy al hotel, donde me dicen que si no hay dinero, no me pueden dar la habitación. Salgo de este bucle infinito convenciendo al del hotel que no me dé la habitación, pero que me apunte el número en un papel. Ya con esto voy al banco, me trago otra media hora de cola, y ya consigo cambiar, y por fin con el dinero, tengo habitación en el hotel. Una vez dejadas las maletas me dispongo a recorrer la famosa Nanjing Road hasta llegar al Bund, el paseo que da al río y donde debía estar medio Shanghai. Hay policía por todos los sitios, y cámaras de vigilancia por más. Yo espero a que se haga de noche, para tomar la famosa foto. Sin nada más que hacer y con bastante cansancio, me voy de vuelta al hotel a dormir. Etapas 1 a 3, total 16
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