PARIS JE T'AIME ✏️ Blogs de Francia

Cómo no, no podíamos visitar Paris sin visitar el Louvre. Cuándo llegas a su entrada principal, y con ella me refiero a la que está presidida por la pirámide, te asombras primero por las dimensiones del edificio, después por la majestuosidad de su arquitectura, y cuando entras en el museo, te vuelves a asombrar por las dimensiones del edificio.

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Ni que decir tiene que es imposible visitarlo en un día. Es mejor seleccionar un par de salas, las que más nos gusten, y centrarnos en ellas. Nosotros escogimos el arte egipcio, el arte griego y como no, la mona lisa. No os preocupeÍs, no le puede pasar nada, está bien protegida, y sino ver la última foto .

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Continuamos nuestro camino por los jardines de las tullerias, y lo primero que nos encontramos es el arco del carrusel. Este es de menor tamaño que el arco del triunfo, pero tiene su encanto.

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Giramos a la derecha para coger la avenida de la ópera, que como su nombre indica, desemboca en el edificio de la opera.

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Bajamos denuevo en dirección a los jardines de las tullerias, pero esta vez cruzando por la plaza de la vendome. También muy espectacular, sobre todo por la columna que lo preside.

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Continuamos hasta llegar a los jardines, y aquí hacemos un pequeño descanso. Es de mencionar la pequeña plaza que se forma al final de estos jardines en torno a un estanque. Se puede uno sentar mirando al estanque en una de las muchas sillas que se distribuyen en torno a él. Nosotros optamos por comernos un helado y descansar las piernas.

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Segimos caminando, siempre siguiendo la orilla del rio sena. Dejamos a un lado la plaza de la concordia con su obelisco, y continuamos hasta encontrarnos con un precioso puente. El puente de Alejandro III. Aquí merece la pena detenerse y sacar un par de fotos: precioso.

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Llegamos a la última visita de nuestra etapa: Los Invalidos. Se trata de un edificio que acogió un hospital para los invalidos de guerra, de ahí su nombre. Es un edificio muy grande que alberga la iglesia del duomo (dónde se encuentra la tumba de napoleón), la catredral sant-louis de los invalidos, y el museo de la armada.
Una mención especial tiene el museo de la armada, sobre todo para los que les apasione la historia, puesto que es una colección de armas, uniformes y vehiculos militares desde la época más antigüa de la historia de Francia hasta finalizar en la II guerra mundial. Aquí hay que destacar la colección de articulos personales, de indiviuos anónimos, sobrecojedora.

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Para acabar el día decidimos ir a una creperie que nos recomendó una amiga nuestra y que se encuentra relativamente cerca de esta zona. Se llama “Crepperie le pettit Josselin” y se encuentra en 67 rue du Montparnasse. Como su nombre indica tiene un tamaño pequeño, pero sus creppes son deliciosas…

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Ultimo día de nuestras vacaciones. ¡qué pena!, pero aún nos quedan un par de lugares por visitar.
Comenzamos por la basílica del Sacre cour. Es una zona muy turística de Paris, y por lo tanto muy concurrida. La basílica tiene una arquitectura muy bonita, destaca el blanco de sus mármoles y la presencia que tiene ahí arriba tras la escalinata.

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Entramos en la basílica: mucha gente. Salimos para dar una vuelta por la place du terte, o también llamada plaza de los pintores. Ha perdido su encanto y se ha vuelto muy turistica. Imagino que en otra época conservaría todo el encanto de un barrio de época.
Aquí es aconsejable no dejarse llevar por la multitud y perdese por sus callejuelas, se pueden encontrar rincones muy pintorescos.

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Y sí, todavía existe la cafetería que conocimos en la película Amelie. Se encuentra en el nº 15 de la rue lepic. Es un reclamo para turistas, lo sé, pero cómo nos vamos a resistir a entrar y tomar un café.

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Bajamos por la calle rue lepic hasta cruzarnos con el boulevard de Clichy, ahí mismo se encuentra el moulin rouge. Nada que destacar.
Es mediodía y ya casi damos por concluido nuestro viaje. Dedicamos estas últimas horas a callejear y realizar alguna compra.
Entramos en las galerías Lafayette. Impresiona la majestuosidad del edificio, sobre todo la parte central, ese patio interior cubierto por una cúpula de cristal. Te lleva a otra época.

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Y aquí concluye nuestro viaje. Igual me he dejado alguna cosa por mencionar, París es tán hermoso, que bien merece otra visita.

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