MYANMAR AGOSTO 2012 ✏️ Blogs de Asia Sudeste

A las 8 de la mañana, nos recogía la guía, habíamos contratado ese servicio sólo hasta el medio día. Se lo recomiendo a todo el mundo, es la manera de ponerse un poco al día y enterarse de como funciona todo y no estresarse demasiado.

Nos aconsejó llevar siempre un longy encima o vestir patalón pitrata y no llevar camisetas muy escotadas, pues en todas las pagodas las mujeres no pueden enseñar las rodillas, hay que ir descalzo y eso hizo que desde el primer día nos volviéramos prácticas, desde ese día calzaríamos sandalias de goma, ya que pueden limpiarse con facilidad.

Iniciamos el día visitando la Pagoda Botataung la agencia nos regaló un Longy.
La guía nos explicó que para los birmanos es muy importante el día de la semana en el que has nacido, más que la fecha, por lo que esta pagoda está rodeada de los símbolos de los siete días de la semana, cada día es representado por un animal.
Ah! por cierto, los suelos de las pagodas son de mármol y por o general relucientes, pero con las zonas abiertas al exterior hay que vigilar, porque resbalan mucho...


Seguimos y fuimos a Sule Paya en la zona del ayuntamiento,

nada más llegar se nos acercó un chico, se presentó, nos dio una tarjeta y nos pidió si podía hacernos una foto para un reportaje para el periódico TRADER TIMES IN MYANMAR. aceptamos. era un reportaje sobre el trato que recibe el turismo en Myanmar.

Sule Paya
Una pagoda preciosa.


Dejamos esta visita para dirigirnos al Templo Chaukhatgyi, este templo contiene el Buda reclinado más grande de Myanmar, mide 72m. de largo
Esta visita me gustó.

Llegados a este punto eran las 14:00h. y decidimos que la guía nos dejara en China Town

y perdernos un rato por su infinidad de puestos en la calle y mezclarnos un poco con la realidad de Yangoon.


Y en medio de este caos... unos electricistas, como se puede saber que cable es el que no funciona?

Nos dejamos llevar por el emblemático barrio de la ciudad, aunque después de una larga caminata, decidimos ir a tomar un "aperitivo" en la Torre Shakura y fuimos directas, planta 20 unas vistas espectaculares de la city y las mejores patatas fritas que he comido en mi vida y una Myanmar beer.
Unas vistas desde la torre.

a las 17:00h. emprendimos rumbo a Kan Daw Gyi Lake nos habían aconsejado cenar el Karaweik Palace un barco en el lago, hasta ese momento no habíamos oido hablar del Karaweik...

Allí fuimos, sólo teníamos que seguir a misma avenida unos km. de nada... nos acompañó una ligera lluvia.
De camino se pasa por un puente elevado donde se ve la impresionante estación de trenes de Yangoon.

Llegamos al lago y eran las 18:00h. estaban cerrando el acceso al lago, hay unas pasarelas de teca que puedes dar la vuelta al lago y relajarte un buen rato mientras contemplas los jardines.

Fuimos directas al Karaweik, un restaurante ubicado en un barco en una parte del lago, teníamos hambre y optamos por este fabuloso restaurante, bufet libre con espectáculo por 20.000 Kiats unos 20$ el primer día lo merecía. Cenamos con un montón de Japoneses. Aquí es donde nos dimos cuenta que los precios eran igual que en España.
A las 21:00h. ya estábamos cansadas de tanto espectáculo y nos fuimos andando al hotel.

Importante; para salir andando por la noche en cualquier ciudad birmana, es importante llevar una linterna, ya que por la noche la gran mayoría de calles no tienen luz y las aceras dejan mucho que desear.

Andamos hasta que nos llamó la atención un letrero enorme que ponía Power light y allí fuimos, era un restaurante con espectáculo tipo taberna, en el que hacían un concurso de canto y allí tomamos unas cervezas.
A media noche nos íbamos, al día siguiente teníamos que madrugar.

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A las 13:00h. nos recogerían de la agencia para coger un vuelo a Mandalay, por lo que nos quedaban unas horas para dedicarlas a visitar Shwedagoon Pagoda, la habíamos visto de noche y es espectacular, de día tiene su punto.

Nos quedaba a una hora andando del hotel y decidimos andar un poco.

A las 14:30 volamos con Bagan Airlines hasta Mandalay, lo que nos sorprendió es que esta compañía hace una parada en Heho para recoger más pasajeros y sigue hasta Mandalay, es como si se cogiera un bus aéreo, dicen que lo hacen para ahorrar costes, en fin. Llegamos a Mandalay sobre las 17:00h. y nos instalamos en el hotel Great Wall ( no recomendable por el trato que nos dieron).

Unas vistas desde la habitación.

Salimos hacia el centro, para hacernos un poco con la ciudad, Mandalay aparentemente es una ciudad muy poco atractiva, pero es la que más hemos disfrutado.

Fuimos andando hasta los alrededores de Mandalay Palace y conocimos una pareja de Tarragona, que finalmente acabamos cenando en el restaurante Too Too recomendado por la guía Loney Planet, pero creo que no lo contrastaron...su especialidad "carne de gato".

Esta fue nuestra primera experiencia en Mandalay.

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Madrugamos y cogimos un taxi hasta la calle 26St. con 87St. según la guía Loney Planet hay una empresa de alquiler de biscis que se llama Mr. Jerry, nosotras optamos por alquilarlas justo enfrente, es un restaurante que se llama Mann por 1.000 Kiats.


...Y nos lanzamos a descubrir la ciudad, creo que ha sido una de las mejores experiencias que hemos vivido y que nos ha permitido en poco tiempo descubrir rincones increíbles de esta ciudad.

salimos desde la Torre del reloj y nos dejamos llevar...
Seguimos un itinerario que no es demasiado complicado. Nos costó una barbaridad hacernos con las calles, todas estan numeradas y hasta que no pillas el truquillo no te orientas. La primera parada sería en la Zona de los fabricantes de pan de Oro.


Seguimos hasta Mahamuni Paya

Continuamos hasta Shwe In Bin Kyaung, un monasterio de teca, tan pronto llegamos allí un individuo en moto, nos llevó a al patio central, enseguida apareció un monje de una edad difícil de determinar ya que los birmanos parecen muy jóvenes, pero debía rondar los 35 y se ofreció para enseñarnos el monasterio, incluidas las zonas interiores donde viven los monjes, salones de estudio, zonas de meditación y nos paseó por unas cuantas plantas.

Personalmente pensé que eso no tenía mucha lógica, tres mujeres, yo con pantalón corto, pero tuve la prudencia de enrollarme un pañuelo en la cintura, al ver que aquella visita se alargaba un poco, decidimos irnos lo más rápido posible. ( la historia no termina aquí...)

cogimos las bicis y seguimos nuestra aventura por la infinidad de calles que bordean el río.

durante un buen rato las tres tuvimos una sensación muy rara... nos sentíamos observadas, pero no le dimos importancia, hacía mucho calor y estábamos cansadas de pedalear.

Eran las alrededor de las 17:00h. y era la hora de dirigirnos a Mandalay Hill, para subir a la colina y poder contemplar otra perspectiva de la ciudad.


Llegamos a la base de la colina y había unos cuantos taxis, por lo que decidimos coger un taxi con las bicis incluidas, los taxis locales son muy peculiares. Negociamos un itinerario, ya que debíamos devolver las bicis, de nuevo 1.000 kyats por pasajero.

Una vez llegas al edificio principal, hay una escalera mecánica, lo que me extrañó es que nosotras no pagamos, claro que cuando llegamos no había nadie, pero a la media hora empezó a llegar gente y se les cobraba entrada, a mi me habían dicho que hay sitios en los que te puedes negar a pagar por entrar y si te pones serio pasas igualmente, lo hicimos en un par de ocasiones.

El mirador es espectacular
Tuvimos suerte porque apenas había gente.

Llevábamos una hora más o menos haciendo fotos cuando a una de nosotras se le acerca un monje, joven, atractivo y empezó a entablar una conversación "absurda", pero de buen rollo!
enseguida apareció otro, también atractivo y entonces comprendí el rollo que se llevaba esta tropa, cuando apareció nuestro amigo del monasterio, por supuesto mascando betel. Nos habían seguido.

Entonces las tres nos empezamos a preocupar, les saludamos, cogimos los bártulos, nos largamos corriendo al taxi, devolvimos las bicis y cenamos en Sky bar un restaurante que hacen comida Italiana y está muy cerca del restaurante en el que alquilamos las bicis.

regresamos al hotel en otro taxi y no hubo más sorpresas...

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